miércoles, 21 de agosto de 2019

NOVELAS DEL DESASTRE DE ANNUAL (24): ETXEZARRA de MARÍA CHARLES


CHARLES, María: Etxezarra (Anagrama. Barcelona 1993. 230 páginas + 1 hoja).

   Mary Sol de Mora Charles firma sus novelas como María Charles. Es Doctora en Filosofía y Licenciada en Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid. Catedrática de Historia de la Filosofía y de la Ciencia en la Universidad del País Vasco. Además de su obra científica y ensayos, tiene dos novelas: En el nombre del hijo (1990) y Etxezarra.

   La autora ha escrito una novela muy personal, con una técnica de escritura más compleja de lo que las novelas de la guerra suelen, con cambios de narrador, intercambio epistolar, etc. Posiblemente porque, a sabiendas de todo lo mucho que se ha escrito sobre el tema, quiso darle un enfoque original y distinto. Y es original; primero, porque el foco principal del relato se proyecta más sobre la personalidad de los personajes que sobre la historia marroquí y segundo, porque la acción sigue muchos años después en España –durante la Guerra Civil- y en Rusia con la División Azul.
Foto de la autora de la solapa del libro
   En la novela se busca la percepción personal del protagonista de la guerra más que los hechos bélicos. Sucede en los años posteriores al desastre de Annual, en la reconquista de la zona occidental del Protectorado. Los hermanos Etxezarra están muy bien descritos psicológicamente, con detalle, con muchos rasgos para que el lector los comprenda. Dice la autora en la primera página, como nota de advertencia, que los personajes de esta historia son imaginarios. Es comprensible la precaución, pero no parece creíble. Los detalles de vida militar de hace un siglo, los hechos, la situación de unidades en el territorio, las funciones, el vocabulario que utiliza demuestra que ha tenido referencias directas de antepasados o conocidos que le han relatado hechos que ha aprovechado en el relato, aunque no sean los mismos, y caracteres reflejados en el libro. Lo cual resulta del todo normal.


   Por ejemplo, la descripción de la posición de Zeguelet, en las páginas 60-62, denota un conocimiento grande de cómo eran este tipo de instalaciones militares, incluso de la vida en ellas: La vida en Zeguelet es plácida y tranquila, como la de una sociedad de cenobitas. El hastío fácilmente se apodera de los incautos. Nada reviste aquí importancia y, por lo mismo, todo la tiene. La luz que permite pasar la lona nos despierta pronto, las siete, las ocho. No obstante, nos levantamos de diez en adelante y hasta entonces han ido llegando hasta nosotros diversos murmullos: la descubierta que sale, el cartero, la guardia que se monta, el parapeto que se retira. A las ocho y media entra mi asistente con el desayuno: café con leche y torrijas (página 62).

   Pero al carecer de una intriga, de una acción y ser una novela intimista, el lector que no esté muy familiarizado con la Guerra de Marruecos, puede perderse en la situación geográfica de los personajes y en el porqué estaban en ese momento en ese sitio. Pero la novela es el retrato de una familia burguesa, con sus conflictos y sus enredos. La profesión militar de algunos hermanos los lleva a Marruecos, en la guerra y en la paz, y la descripción de la situación del militar en el Protectorado, sus sensaciones, la visión personal de los conflictos que hay en juego y el curso de la carrera son más importantes que las hazañas bélicas. No obstante, la narración es muy minuciosa en los detalles militares, como he dicho. A veces más que en las circunstancias familiares. Novela compleja para leer con calma.





viernes, 9 de agosto de 2019

MARRUECOS EN LA NOVELA LEGIONARIA (7): ARENA. MOROS Y LEGIONARIOS de LUIS MAGAÑA CUADRADO


MAGAÑA CUADRADO, Luis: Arena, moros y legionarios (Pobeta. Santiago de Chile 1999. 200 páginas + 2 hojas)

   Magaña nació en Granada en 1920. En la Guerra Civil combatió en el bando republicano y cayó prisionero en la batalla del Ebro. Obligado a hacer el servicio militar en un batallón disciplinario, prefiere enrolarse en La Legión. Allí obtuvo el título de practicante y permaneció en Melilla hasta 1950 en que se marcha a Chile. Publicó algunos libros y artículos en revistas literarias. Murió en Santiago en 2008.

   En 1941 llega al cuartel de La Legión de Tahuima, cerca de Melilla. Y aquí comienza la novela. La mili, como los colegios de curas, son situaciones por las que pasaron casi todos los jóvenes de varias generaciones y, sin embargo, tienen poca literatura. La novela de Magaña es, ante todo, un libro de recuerdos de la mili escritos en primera persona. Novelados pero sin la consistencia de una auténtica novela. Habla con detalle de la vida cuartelera en Tahuima, cerca de Melilla y lo hace con sinceridad, contando la dureza del servicio militar en La Legión en esa época, pero sin rencor. Es una época en la que la guerra en Marruecos había finalizado y la presencia de estos cuerpos no estaba supeditada a la conquista y defensa del territorio.
Acuartelamiento de La Legión en Tahuima (Nador)
   En los capítulos va describiendo los distintos aspectos de la vida legionaria: cuartel, campamento, marchas, maniobras… Y desgrana las anécdotas vividas con los tipos extraordinarios –en todos los sentidos-  encuadrados en ese cuerpo singular. Por tanto, sin tener un argumento definido, es un documento testimonial importante de cómo se vivía en el Tercio.