jueves, 30 de junio de 2016

LAS NOVELAS DE TÁNGER (5): ME QUEDÉ EN TÁNGER de LUIS MOLINOS y EL BESO DE HERMES…TÁNGER de DOLORES ABATI.

MOLINOS, Luis: Me quedé en Tánger (Autoedición. Impresión bajo demanda en Amazón. 2013. 317 páginas).
ABATI, Dolores: El beso de Hermes… Tánger (Autoedición. Impreso bajo demanda en Polonia 2013. 72 páginas).

   La fascinación por lo que fue Tánger en la época internacional lleva a algunos de sus antiguos habitantes a desgranar recuerdos de manera novelada. Dentro de la abundante literatura memorialística colonial, este es un apartado de creciente importancia. De los hechos narrados se pueden deducir los detalles de la vida ciudadana. Aunque gran parte de este tipo de novelas sean sólo recuerdos domésticos, sucesos familiares y anécdotas enlazadas.

   Molinos construye una novela con la sucesión de episodios que van desde finales del siglo XIX hasta después de la independencia de Marruecos. Escrita en primera persona, quiere transmitir la evolución de la ciudad según la evolución del protagonista. Algo común entre los escritores fascinados por lo que vivieron. Libro ameno aunque no profundiza mucho en las situaciones para que se compliquen con las páginas. Pasa por los sucesos cronológicamente y los unen los personajes que se repiten en distintas edades. Puede entenderse que algunos personajes son reales según los recuerdos del autor, otros ficticios y otros una mezcla de ambos. En los hechos, también intuimos algo parecido. Algunas son anécdotas familiares, otras sirven para presentar personajes históricos como Raisuni, Silvestre, Bu Hamara o Abd el Krim. Memorias en ocasiones; en otras se intuye el préstamo literario como la narración del Desastre de Annual y la huida del protagonista que recuerda relatos conocidos. La ciudad cobra su internacionalidad y la pierde. Llega la independencia y el autor permanece. La ciudad tiene su propia biografía y tal vez Molinos quiso ser uno de sus biógrafos.

   Dolores Abati ha utilizado el mismo sistema de autoedición para presentar un relato más intimista en el que la ciudad es sólo el marco de las relaciones personales. Sólo el escenario de la primera parte y el recuerdo persistente en los dos protagonistas.



martes, 21 de junio de 2016

CONGRESO SOBRE HISTORIA MILITAR Y NOVELA HISTÓRICA

Actas de II Congreso Internacional de Historia Militar (Ministerio de Defensa. Madrid 2016. Libro electrónico. Impresión bajo demanda).



   Entre el 27 y el 29 de mayo de 2015 se celebró en la Universidad de La Rioja el II Congreso de Historia Militar. Esta vez dedicado a la novela histórica. Ahora se han publicado las actas que pueden adquirirse a través de la página web del Ministerio de Defensa:
    Como dice Enrique Martínez Ruiz en la Introducción: estoy convencido de que la lectura de este volumen será gratificante para todo aquel que decida dedicarle unas horas, pues no solo va a encontrar una variada exposición de temas, enfoques y perspectivas que en muchos casos le resultarán de gran novedad, sino que también tendrá suficientes argumentos para que él mismo pueda hacer sus propias ponderaciones sobre la utilidad de la novela histórica de temática militar y su relación con la Historia.
  Las Actas están divididas en cuatro secciones: 1 Historia Antigua y Medieval, 2 Historia Moderna, 3 Historia Contemporánea y 4 Historia del Presente. Y en las dos últimas hay aportaciones relacionadas con la novela colonial hispanoafricana. Son las siguientes:
·        Lucas Canteras Zubieta: Un esbozo del imaginario colonial marroquí a través de la literatura: de Alarcón a Sender.
·         Rocío Velasco de Castro:  Las campañas de Marruecos en la novela La Ruta de Arturo Barea. 
·        María Gajate Bajo:  Manuel Fernández Silvestre: luces y sombras de un militar muy novelesco. 
·        Enrique Gudín de la Lama: La aviación en la narrativa de la guerra del Rif.  
·        José Luis Rodríguez Jiménez:  La respuesta española a la Marcha Verde marroquí sobre el Sahara Occidental.  

·        Julián Delgado Aguado: El sueño del desierto del Sahara en la literatura española.   

jueves, 9 de junio de 2016

NOVELAS DE LA GUERRA DE IFNI-SAHARA (3): SMARA. HISTORIA DE UNA ILUSIÓN de FERNANDO MATA.

MATA, Fernando: Smara. Historia de una ilusión (Simancas ediciones. Valladolid 1997. 377 páginas. Fotografías).

   Mata fue uno de esos militares que eligieron un destino difícil al salir de la Academia. La vocación militar y el deseo lógico de hacer carrera brillante, llevaba a buscar destino en las unidades más laboriosas, entre las que se encontraban las unidades de Tropas Nómadas del Sahara español. Teniente inexperto, se vio sirviendo en una compañía de guarnición en Smara que en esos años era un lugar remoto y de difícil acceso y comunicación. La experiencia es rica y el autor, que luego dejó el Ejército por alguna decepción no explicada en el libro, entendió que era novelable. Aunque calificar Smara de novela es arriesgado aunque no disparatado. Es un libro a medio camino entre los recuerdos y la ficción, recuerdos novelados y novela testimonio. Con más valor en el primero de los campos que en el segundo. Tampoco es propiamente una novela sobre la guerra; pero por las noticias que da de ella y por la visión de lo que ocurrió después, sin que el territorio estuviera totalmente pacificado, la incluimos en este apartado.

   El libro es un ameno relato de la vida cuartelera en Smara y de las misiones de la Tropas Nómadas de la época en el desierto. Las conversaciones del teniente bisoño (el propio autor) con los militares veteranos (auténticos aunque con los nombres cambiados, seguramente identificables para los militares) sirven para introducir al lector en sucesos históricos como la guerra de 1957 y las acciones armadas posteriores, organizadas por el yeich taharir desde Marruecos. El autor no da fechas exactas de la acción, pero teniendo en cuenta que se trataba de un teniente de la XIV promoción de la Academia de Zaragoza como confiesa en el prólogo, los hechos suceden en 1959 ó 1960. Era los años en los que aparecían expediciones científicas en el territorio, buscando el petróleo que se sospechaba existía en el subsuelo. Los trabajos de investigación eran presa fácil para los revoltosos y obligaba a una constante labor de protección de los militares españoles. Las tropas nómadas vigilaban las fronteras, perseguían las bandas marroquíes y trataban de controlar un espacio inmenso con pocos medios.

   La novela gana en intensidad a medida que pasan los capítulos. Las escenas de vida militar en el desierto están llenas de noticias curiosas, interesante, sobre el modo de vida, las costumbres, las relaciones. El lector tendrá que familiarizarse con el nombre de las tribus saharauis, con sus rivalidades. Pero está contado con sencilla amenidad.




jueves, 2 de junio de 2016

NOVELAS DEL DESASTRE DE ANNUAL (10): LA TRAGEDIA DEL CUOTA de FRANCISCO HERNÁNDEZ MIR.

HERNÁNDEZ MIR, Francisco: La tragedia del cuota (Una escuela de ciudadanos). (Pueyo. Madrid 1922. 181 paginas; CIAP. Madrid 1923. 181 páginas + 2 hojas. Prólogo de Manuel Machado).
   Francisco Hernández Mir fue lo que se denominaba un periodista de raza. Uno de los pioneros de la crónica bélica en España y un atento seguidor de todo lo relacionado con Marruecos. Había nacido en Sevilla en 1871 y murió en Madrid en 1956. Muy joven empezó a escribir. En 1893 acude a Melilla para seguir la guerra de Margallo, quizás sea esta ocasión la que señala el nacimiento del reporterismo de guerra español. Entonces era enviado de El Porvenir sevillano y sus crónicas las recogió en un libro: Farrucos y gallinas (1894) http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000089918&page=1 .


Fue director de varios diarios sevillanos: El Noticiero Sevillano a finales del siglo XIX, El Progreso hasta 1907, y en 1908 se convierte en editor de El Combate que sólo duró un año. En 1919 está en Madrid trabajando para El Liberal, pero vuelve a Sevilla para dirigir La Monarquía en 1920. Acudió también a la guerra de 1909 y publicó las correspondientes crónicas, aunque no las recopiló en libro. Al estallar la guerra del Rif en 1921, es enviado por el periódico madrileño La Libertad para seguir los hechos. De esta experiencia surgieron decenas de crónicas que recopiló en varios libros: Del desastre al fracaso: un mando funesto (1922); y los cuatro volúmenes de Del desastre a la victoria (1922-1926) I Ante las hordas del Rif; II Del Rif a Yebala; III Alianza contra el Rif; IV El Rif por España (1926). Más tarde completaría su obra marroquí con La dictadura en Marruecos: al margen de una farsa (1930).  Durante la II República se afilió al Partido Republicano Radical y fue gobernador civil de Albacete y Almería durante la etapa lerrouxista.

   Sus vivencias africanas lo empujaron a escribir una novela ambientada en Marruecos durante la guerra contra Abd el Krim. Su protagonista es un soldado de cuota en la versión de aquella época. Es decir, no el que se libraba del servicio militar mediante una redención a metálico sino el que, mediante pago, podía reducir el tiempo de permanencia en filas y elegir el destino. Sistema vigente hasta la Guerra Civil. La incorporación el Ejército de estos hombres, provenientes de familias acomodadas, produjo algunos efectos intangibles que Hernández Mir quiere reflejar. En primer lugar, los oficiales y –sobre todo- los suboficiales iban a moderar el maltrato y el abuso en presencia de hijos de familias influyentes. En segundo lugar, la universalización de la prestación hizo convivir a conscriptos de distintas extracciones sociales y procedencias geográficas, lo que permitió un conocimiento mejor de la realidad del país. Aunque esto, como está claro, dependía de la sensibilidad de cada quién. Estas ideas, propias de un reformista republicano moderado, son las que subyacen en la novela de Hernández Mir. No se trata de una gran obra literaria, sino de una obra pedagógica. El autor aprovecha la difusión popular de la novela para lanzar su visión del asunto. No era un anticolonialista, ni un antimilitarista furibundo; pero entendió que muchos de los peores aspectos de la tragedia se debieron a la improvisación, la negligencia y el abuso. El ejército igualaba a todos en el nivel de miseria de los campamentos del frente y el autor subtitula su novela: Una escuela de ciudadanos.

   El cuota protagonista -Pepín Gómez de la Riva- es un pollo bien hijo de senador vitalicio de los que hizo fortuna con la corrupción de las contratas. Su padre le paga el dinero correspondiente y accede a un regimiento de guarnición en Madrid que le permitía seguir llevando la vida muelle que acostumbraba. Los sucesos de Melilla obligan a que el regimiento se una a la fuerza expedicionaria y el conscripto, como todos los demás, se ve embarcado rumbo a la guerra: …faltaba gente para completar los cuadros y hubo que apelar a todos los que en la lista figuraban, nutriendo así con retazos de un regimiento un batallón incompleto, sin acémilas, sin ametralladoras, casi sin fusiles, y desde luego con gentes que apenas sabían disponerse a recibir instrucción para manejarlos. Fue un crimen enviar a la guerra soldados sin noción de lo más elemental para hacer frente a enemigo tan duro; pero como lo esencial era dar al país la sensación de que se hacía un esfuerzo proporcionando a la cuantía del agravio, se cometió ese delito de lesa patria y se hizo una vez más la comedia lamentable (páginas 23-24).
 Ante las hordas del Rif
Del Rif a Yebala
   Escrita con la facilidad de cronista, rápido en los detalles y sin mucho fondo, el libro es ante todo un alegato moralista. Unas escenas de cuartel, blocao y campamento en las que se combina la crítica de la imprecisión y el abandono con la esperanza regeneradora del sufrimiento del soldado. Los regimientos se agrupan en Tetuán antes de salir al frente; los soldados conocen los rigores de la escasez y el sufrimiento de la falta de preparación. La batalla descrita sin emoción, sin protagonismos. Los personajes adocenados como anónimos figurantes. El cuota es herido en el campo de batalla, nada grave. Pero la herida le llevará a conocer el sufrimiento de los hospitales de sangre y la recuperación se complica con infecciones y parásitos adquiridos en los centros sanitarios. Lo que no mataba el moro, lo remataba el contagio hospitalario. La regeneración la impone las rudas condiciones de la milicia; tanto a los hombres si esperanza que llegaban al Tercio como a los señoritos ajenos a la realidad social que son obligados a acudir a la guerra a pesar de su condición de cuotas. El final es una moraleja, la apertura del cuota a la vida real. Una novela simple y literariamente decepcionante pero que muestra una manera de pensar de ciertos autores reformistas.
Alianza contra el Rif


El Rif por España