Hablar hoy de novelas femeninas
es algo contrario a lo correcto, pero no sucedía así en la posguerra española.
Entonces existían colecciones de literatura popular dedicadas a las lectoras
(al igual que existían novelas para lectores como las del oeste). No
necesariamente escritas por mujeres, pero dedicadas a ellas por su contenido
específico que hay que situar en una época determinada, con una sociedad
mojigata y una mujer que tenía un papel social determinado y subordinado:
esposa y madre. Estas novelas aparecían semanalmente, se vendían en los kioskos
o se cambiaban por otras nuevas más un suplemento en metálico. Su lista es
interminable. Se caracterizaban por tener unas llamativas portadas con dibujos
en color que atraían la curiosidad de las lectoras (no excluyo a algunos
lectores), aunque el papel y la encuadernación eran malos. Algunos autores
alcanzaron cierta fama, quizás la más conocida es Corín Tellado autora de una
novela ambientada en Guinea . También en Guinea está ambientada -en Bata- la parte final de la novela Amor y sacrificio de Ortiz Valenzuela, un autor de novelas populares muy dado a situar sus acciones en escenarios exóticos. O autoras tan interesantes como Enriqueta O'Neill de Lamo que firmaba con el seudónimo de Regina Flavio y que es hermana de Carlota O'Neill que escribió un interesante libro de recuerdos personales sobre el inicio de la Guerra Civil en Maruecos.
La temática es muy repetitiva y se centraba en las diversas
posibilidades del amor. La protagonista femenina ora sufría ora triunfaba.
Urdía sus artimañas para conquistar o era seducida, le esperaba el lujo o la
vida normal. Con estos mimbres, los autores trataban de buscar originalidad
incluyendo personajes o ambientaciones exóticas. Y para ello el mundo colonial
servía de escenario perfecto. Podían aparecer espías y traidores, héroes
militares, ricos herederos locales, funcionarios corruptos, sectas secretas,
fanáticos religiosos…
Voy a citar algunas, aunque esta lista no pretende ser exhaustiva,
dedicadas a las colonias españolas en África. Hay otras muchas que se
desarrollan en posesiones francesas o inglesas.
LÓPEZ SAINZ, María Celia: La canción del desierto (Editorial Barquín. Bilbao 1947. 162 páginas).
RIVAS, Josefina: Noches
de Tánger (Editorial Bruguera. Colección Madreperla nº 20. Barcelona 1949.
159 páginas).
DURANGO, María Adela: Ojos
verdes (Editorial Pueyo. Madrid 1943. 205 páginas).
ESTÉVEZ, María Paz: El
convoy de la muerte (Editorial Pueyo. Madrid 1954. 135 páginas).
ORTIZ VALENZUELA, Francisco: Amor y sacrificio (Ediciones Pueyo. Madrid 1949. 175 páginas).
MARTEL, Carmen: ¡Demasiado tarde! (Editorial Pueyo. Madrid 1956. 142 páginas).
MARTEL, Carmen: ¡Demasiado tarde! (Editorial Pueyo. Madrid 1956. 142 páginas).
MÉNDEZ, Clotilde: La danzarina de Tánger. (Ed. Bruguera. Barcelona 1968. 126 páginas).
FLAVIO, Regina: Alma de
Marruecos (Ediciones Betis. Biblioteca Rocío serie bolsillo nº VI.
Barcelona-Sevilla 1938. 128 páginas).
BLAY, Mercedes M.: Sucedió en Río de Oro (Ediciones Betis. Serie Trébol nº 121. barcelona 1955. 128 páginas).
BARCO, Gustavo del: Sahra
(Ediciones Betis. Biblioteca Rocío nº LXXIV. Barcelona-Sevilla 1945. 80
páginas).
FARIÑAS, E. M.: Naufragio
en la luna de miel ((Editorial Toray. Colección Azucena nº 123. Barcelona
1957. 117 páginas).
VILLARDEFRANCOS, Marisa: Alma
(Ediciones GILSA. Biblioteca de Chicas nº 5. Madrid 1952. 136 páginas).
- El sol nace de madrugada (Ediciones GILSA. Biblioteca de chicas nº 32. Madrid 1953. 171 páginas).
- El sol nace de madrugada (Ediciones GILSA. Biblioteca de chicas nº 32. Madrid 1953. 171 páginas).
ROGER, Pedro: Hondo
ruge el fuego (Ediciones Cid. Biblioteca de Chicas nº 421. Madrid 1964. 159
páginas).
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