lunes, 9 de junio de 2014

NOSTALGIAS COLONIALES (5): I DEMÀ EL PARADÍS de ANTONI VIVES

VIVES, Antoni: I demà, el paradis (RBA-LA MAGRANA. Barcelona 2014. 394 páginas).
   Hay una vitalidad en la literatura en catalán envidiable.  Y el tema guineano también es aprovechado. Es cierto que en la Guinea española habitaron cientos de catalanes y esto ha dejado una memoria familiar que es aprovechable. También hay un buen plantel de historiadores catalanes que investigan sobre la colonia guineana, incluso para mencionar sólo lo más oscuro de la etapa española como el nacionalista Gustau Nerin. Y en el caso de narrativa podemos encontrar muestras importantes.
   Uno de los autores que han aprovechado Guinea para argumentar su historia es Antoni Vives. Escritor prolífico y político nacionalista. He de reconocer que me cuesta mucho esfuerzo leer en catalán y que posiblemente se me escapen detalles importantes. Pienso que Vives escribe bien y ha publicado una novela atractiva. Echo de menos una traducción.

   En I demà, el paradis está escrita en dos escenarios distantes. Por un lado el ambiente de Cadaqués, entre el costumbrismo y la novedad de la llegada de artistas, entre la vida cotidiana y sus interrupciones extraordinarias. Por otro lado, y es el que nos interesa en este blog, la vida de unos colonos catalanes en Fernando Poo y, en general, el ambiente colonial de la época. Alguno soñó que Guinea era un paraíso aunque la realidad lo desmiente. El autor opta por criticar los excesos coloniales, el abuso, la dominación. No parece que haya conocido de primera mano la situación, se basa más bien en testimonios leídos o escuchados. Por eso no se detiene tanto en la descripción como en los sentimientos de los personajes. Actualmente el novelista huye de las descripciones exóticas o domésticas que tanto gustaba en la literatura  decimonónica; es lógico porque cualquier imagen obtenida en internet coloca al lector en el lugar de la narración mejor que la más exquisita escritura. Pero lo que no logra la imagen es hacer llegar la creíble relación entre los personajes en ese lugar. Creo que ese es el esfuerzo fundamental de un escritor que trata de recrear un tiempo pasado en un lugar que ya no existe. Pero esto no le impide buscar la belleza de las palabras.

   Volviendo a Vives. La parte guineana de su novela es una destrucción del mito del paraíso colonial (se entiende que para los colonos). La fidelidad histórica es relativa. Es posible que los colonos no tuvieran la mentalidad tan abierta que nos ofrece Vives de algunos de sus personajes, pero la intención del autor necesita de estas licencias. Això no és el paradís terrenal, nena, no per a tothom! I tu no ets l’angel de la guarda de ningú. És el mon, el mon de debó, amb persones a sobre i persones a sota! Com a tot arreu, collons! (p. 145). Los colonos no han creado las desigualdades, se aprovechan de ellas pero tenían la conciencia de que iban mejorando poco a poco la vida de los africanos y que en sus relaciones de dominio no había maldad. Quien no entraba en esa categoría, como la protagonista que sufrí por lo que veía y por lo que vivía en su relación personal, no estaba en el paraíso: Una cosa és escapar de l’illa, que sempre hi ets a temps, L’altra és pensar que ho pots fer sense fugir. Això mai, amiga meva… (p. 158). 

   Una novela polémica que seguramente no gustará a los antiguos residentes.

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