miércoles, 18 de enero de 2023

LAS NOVELAS DE TÁNGER (22): EL JARDÍN (AL BUSTÁN) de SONIA GARCÍA SOUBRIET

 

GARCÍA SOUBRIET, Sonia: El jardín (Al Bustán) (451 Editores. Zaragoza 2007. 198 páginas).

   El recuerdo de la zona internacional de Tánger ha producido y sigue produciendo mucha fascinación. A algunos, porque la vivieron y la tienen como una experiencia única e irrepetible; a otros, porque la conocieron a través de los libros, los periódicos, las conversaciones o las imágenes. En ambos casos se reconoce una excepcionalidad que, en su momento, llamó a algunos artistas a habitar allí. Se mezclaba la tolerancia en mayor grado que en cualquier otra parte con la tranquilidad que proporcionaban los países protectores y sus policías. García Soubriet es de las que conocieron el pasado a través de las lecturas, aunque luego decidiera vivir en Tánger algunas temporadas, como comenta en una entrevista hecha a raíz de la publicación de este libro:  https://lavozdetomelloso.com/36711/sonia_garcia_soubriet_relacion_tanger



   Ese conocimiento literario lleva indefectiblemente a una ciudad recreada en la imaginación partiendo de hechos y personajes que pudieron ser auténticos. Seguramente el Tánger de las novelas nunca existió, pero resulta muy atractivo. La autora, que escribe bien y denota muy buenas lecturas y un buen trabajo al redactar la novela, nos traslada pues a una ciudad imaginada que tiene muchas coincidencias con la real. Y unos personajes desarraigados sosteniéndose en una ciudad que dejó de pertenecerles.



   La novela, divida en tres partes, nos muestra la decadencia de un pequeño hotel para turistas en el Monte Viejo, cerca de la playa. Un lugar que, como la propia ciudad, va perdiendo su brillo y entre en una larga decadencia llena de recuerdos. Si la casa es el símbolo del decaimiento de la ciudad internacional en los primeros tiempos de la independencia, los personajes lo son también, a su manera, de una pérdida de calidad en el modo de vida. Quizás en esto esté el resumen y el misterio de la novela que tiene poca acción y mucho sentimiento.

   No es una novela de ambiente colonial pero las constantes referencias al pasado la hacen una muestra tardía de relaciones coloniales.

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