ARANDA, Rosa María: Tebib
(Artes Gráficas Berdejo Cabañal. Zaragoza 1945. 244 páginas. Portada de Bayo).
NONELL, Carmen: Zoco
grande (Editorial Colenda. Madrid 1956. 294 páginas).
Hay dos novelistas españolas que dedicaron algunas páginas a Marruecos y
que presentan algunas características comunes. No son novelistas rosas aunque
se aproximan a la novela popular femenina. Tiene una manera de ver la vida más
liberal sin que estén fuera de los cánones de moral y costumbres de la España
de la época. Y plantean algunos argumentos que resultaría tabúes para la novela
femenina usual. En sus relatos la mujer aporta la sensatez y la capacidad de
regeneración que le faltan a unos hombres egoístas y con una ambición maligna. Sus
protagonistas formaban parte de una nueva generación de mujeres que tenían
cierta independencia, trabajaban pero que, al final, siempre estaban
supeditadas al matrimonio. Tal vez por ello, su búsqueda de la felicidad estaba
condicionada y las volvía frágiles. Nonell describía a su personaje
protagonista: Era una muchacha independiente, a la que un temprano desengaño
amoroso, sin demasiadas raíces, había vuelto escéptica e indiferente, tal vez
porque la costumbre de la camaradería asexuada de sus compañeros y
experimentada en los ejemplos de sus amigas casadas había llegado a la
conclusión de que el hombre español no
está hecho para la igualdad y el compañerismo con la mujer propia. Y ella, con
su capacidad, con su personalidad consciente y definida, no podía aceptar la
injusticia de ser un objeto de posesión (página 14).
Rosa María Aranda es una autora nacida en Zaragoza en 1920 y muerta en
2005. Los datos biográficos pueden verse en la página de Javier Ortega: http://escritoras-aragonesas.blogia.com/2006/120603-rosa-maria-aranda-vista-por-javier-ortega.php
o en la de Antón Castro: http://antoncastro.blogia.com/2005/101201-acta-de-un-encuentro-con-rosa-maria-aranda-.php . De
estas notas se deduce que no era una mujer convencional sino que tuvo contactos
artísticos y actividades deportivas desde muy joven. Publicó algunas novelas en
colecciones femeninas de postguerra aunque luego evolucionara hacia otras
temáticas. A Marruecos dedicó la novela Tebib.
Aunque la autora no vivió en Marruecos, es posible que su marido –militar de
profesión- le contara algo sobre la vida de los españoles en el Rif. La
originalidad del relato, y en esto es una verdadera pionera, resulta de su
voluntad de hablar de la vida civil en el Protectorado, sin guerras coloniales
ni militares en campaña.
Dibujo de Aranda publicado en el diario ABC de Madrid el 19 de mayo de 1946
Aranda escribe una novela de ideales en la que contrapone a dos
personajes que representan dos posturas antagónicas ante la vida. Ambos son
médicos del Servicio de Intervenciones que desarrollan su profesión en el Rif
Centra, en Ketama y alrededores. Uno de ellos ha tenido que dejar su próspera
consulta de Madrid, en la que practicaba abortos clandestinos, y llega a
Marruecos esperando que su falta se olvide y pueda volver a la ciudad que añora.
No le gusta ejercer en las kabilas, se aburre extraordinariamente y cae en el
alcohol. El otro médico está allí por un ideal humanitario. Pronto chocan los
dos. Pero, como era normal en la mentalidad de la época, el bien vence al mal.
Marruecos era tierra de redención en la épica colonial y para ello no será
ajena la intervención femenina.
Carmen Nonell es una escritora y periodista nacida en 1913 en Barcelona.
Novelista que gozó de reconocimiento en los años 40 y 50 del siglo pasado, es
además ensayista y autora de libros de literatura juvenil. Huye de la simple
literatura femenina de la época y aborda temas más complejos, más arriesgados y
más valientes en sus planteamientos, pero sin llegar a romper la moralidad al
uso en la sociedad española. Si lo hubiera hecho, no habría podido editar. En
1954 ganó el premio Fémina con la novela Zoco grande. Era un premio
creado por la pequeña editorial Colenda de Madrid, para llenar un hueco en el
mundo boyante de los premios literarios. Se exigía que las novelas fueran
escritas por mujeres y tuvieran un contenido femenino. Las novelas premiadas
las publicaba la editorial en su colección Grandes novelistas de nuestro
tiempo.
Noticia en el diario ABC de Madrid de 10 de mayo de 1965
En Zoco Grande se asoma a Tánger e integra los elementos típicos
de la novelística de la ciudad: cosmopolitismo, mezcla de razas, el submundo
del contrabando, el exotismo de un lugar realmente distinto del resto del país
por su carácter internacional, etc. En la novela Nonell se atreve a plantear un
tema aún tabú en la época, el posible matrimonio entre una mujer española y un
hombre musulmán. No era algo infrecuente en el Protectorado pero solía darse
entre mujeres de clases bajas o trabajadoras nunca en la burguesía. Se caía en un problema religioso más que racial:
… los españoles somos así. Estamos tan seguros de nuestro catolicismo,
tratamos a Dios con tanta confianza, que hemos acabado por convencernos de que
somos los únicos que podemos interpretar su pensamiento (páginas 174-175).
Frente a la oposición familia, a la mujer sólo le cabía la rebeldía o el
desistimiento. La protagonista opta inicialmente por la rebeldía. Pero la autora
ahonda en el conflicto que se va a convertir en el eje de la segunda parte de
la novela. La familia musulmana del novio también se opone: … los europeos,
que desprecian nuestra cultura y la llaman anacrónica y retrasada, nos
reprocharían este prejuicio como un atraso más. Pero ¿en qué fundamentan,
entonces, el suyo? Ya ves que es algo por encima de culturas y de ideas
(página 182). Pero la autora buscó una salida convencional y no se atrevió a
romper moldes, quizás porque la situación novelada no se daba todavía en la
sociedad de la época. Es una novela amena de trama fácil y salidas sin
complicaciones.
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