viernes, 26 de abril de 2013

GUINEA ESPAÑOLA EN LA NOVELA JUVENIL

Guinea es un escenario atractivo también para los autores de novelas dedicadas a los jóvenes. El exotismo del paisaje, de las costumbres, de los habitantes. Las aventuras que pueden surgir del alejamiento y la soledad de los que decidían adentrarse en las selvas tropicales. La vida dura y atractiva de hombres que se decidían a dejar su tierra para dedicarse a negocios o empresas en sitios desconocidos y peligrosos, y todos los demás ingredientes que pueda añadir la imaginación del escritor, favorecen esta literatura. No hay muchos ejemplos, pero sí los suficientes como para comentarlos en una categoría aparte. Quizás el asunto dé para más y, teniendo en cuenta una cierta tendencia actual a volver sobre lo colonial, podamos ver más ejemplos próximamente. He aquí una muestra:
GABARRAS, J.: En las selvas de África. Editorial Dalmau Carles Pla. Gerona 1964. 43 páginas y 1 hoja. Ilustrado.
LORMAN, José: Rumbo a Elobey. Editorial La Gaya Ciencia. Barcelona 1974. 209 páginas. Ilustraciones de J. M. Bea.
LORMAN, José: Manuel Iradier Bulfy explorador del África negra. La Gaya Ciencia. Barcelona 1976. 149 páginas y 2 hojas. Ilustraciones de Lluís Laporta.
NOVOA, José Manuel: A través de la magia bubi. Por las selvas de Guinea. Edelvives. Zaragoca 1991. 119 páginas. Con fotografías del autor.
CLIMENT, Paco: El aprendiz de Stanley. Ediciones del Bronce. Barcelona 1999. 131 páginas.
                               Mi amigo Iradier. Edelvives. Zaragoza 2004. 158 páginas + 1 hoja.
LORMAN, Josep: El cofre del negrer. Editorial Cruïlla. Barcelona, 2000. 156 pág. Ilustraciones: Tha.
LORMAN, Josep: Pamue! Editorial Cruïlla. Barcelona 2000. 221 páginas. Ilustraciones de August Tharrats (Tha). En catalán.
BOIX, Armando: Aprendiz de marinero. Edebé. Barcelona 2000. 189 páginas. Ilustraciones de Jordi Vilá Delclòs.

   La primera aportación se debe a Gabarras en una colección llamada La vuelta al mundo. Eran unos libritos breves, con unos apreciables dibujos de Narmas, en los que había una intención pedagógica clara: se pretendía enseñar geografía universal a los niños mediantes historias desarrolladas en los diversos lugares del mundo. En el que nos ocupa la acción comienza en Villa Cisneros, sigue por las costas africanas y acaba en la colonia española donde se desarrollan las previsibles peripecias de selva, cacería, animales peligrosos y descripciones de indígenas y paisajes.

Ilustración de En las selvas de África

  Después de la independencia el autor que más novelas ha dedicado a Guinea española es Josep Lorman. Es un hombre que ha estado dedicado a la literatura, la edición y el cine y cuyos datos, tanto biográficos como bibliográficos, pueden consultarse en su página web: http://www.joseplorman.com. Sus primeras novelas las escribió en castellano para pasarse después al catalán. Comenzó en 1974 con un relato titulado Rumbo a Elobey en el que, además de demostrar conocimientos geográficos y de navegación a vela, ofrece una buena aproximación a la vida colonial en las islas españolas del golfo de Guinea (Corisco, Elobey) en 1900. La intriga está suficientemente elaborada como para atrapar al lector joven. Está características, que son también de sus otras novelas, hace que los relatos tengan los elementos suficientes para haberse convertido, si el autor lo hubiese deseado, en novelas para adultos. Esta novela la amplió posteriormente, publicándola sólo en catalán con el título de El cofre del negrer. El personaje principal, un muchacho llamado Marcos, tiene muchas similitudes con el Daniel de Pamue! El primero era grumete de un barco y el segundo, conocedor del territorio continental de la colonia, guía de la expedición. Pero Marcos se mueve en un mundo de marineros, de personajes de características muy marcadas que le dan perfecto contrapunto al joven aventurero. En Pamue! Daniel es el sentido común y la inteligencia frente a un militar español en una expedición que tiene por objeto rescatar a unos comerciantes perdidos en el bosque. En este caso el antagonista es un militar español bruto y prepotente. Es habitual que el personaje estúpido siempre sea el militar, es un tic repetido. En todo caso es una buena novela, con una nueva edición en 2010, y lamentamos, los que no somos catalanoparlantes y tenemos que hacer un gran esfuerzo por leer en catalán, que no se haya traducido al español. 

Su novela sobre Iradier no tiene la frescura ni la gracia de las otras porque se trata más bien de una biografía rellenada de datos históricos para situar al personaje. Demasiado fiel a los diarios del explorador vasco, no permite a Lorman desarrollar acciones más imaginativas.

   Esto le ocurre también a Paco Climent en su novela El aprendiz de Stanley. También muy fiel a los hechos históricos, narra las aventuras de Iradier desde su temprana afición a la exploración, pasando por su encuentro con Stanley y el consejo que le da éste para viajar al Muni y su viaje a la selva. El relato incorpora personajes que ayudan al joven a desentrañar los sucesos y a enmarcar la importancia de la aventura del protagonista. En 2004 aparecería una reescritura de esta novela con el título de Mi amigo Iradier.


   José Manuel Novoa es un periodista que ha trabajado mucho en Guinea y es autor de libros como Guinea Ecuatorial: Historia, costumbres y tradiciones (1984) e Iboga, la sociedad secreta del bueti (1989). Además es realizar de varios documentales y series de televisión. En su libro A través de la magia bubi apenas hay unas pocas referencias coloniales, se desarrolla después de la independencia y aproxima a una de las pasiones del autor, los ritos mágicos y religiosos de las sectas indígenas.

   Por último citaré a Armando Boix, autor de varias novelas y de muchos relatos cortos. Aprendiz de marinero recuerda algo  a Rumbo a Elobey porque el protagonista vuelve a ser un polizón en un barco de vela en el siglo XIX. Pero esta vez el rumbo es a Fernando Poo. El joven, en compañía de un tío suyo que vivía en la colonia, descubre el mundo nuevo de la isla africana, la reducida sociedad de europeos y el contacto con los pobladores bubis que el autor, seguramente por el público al que va dirigido el libro, dulcifica y adapta.

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