GONZÁLEZ ANAYA, Salvador: Luna de sangre. Novela crónica. (Obras
completas volumen XI. Biblioteca Nueva.
Madrid 1942. 310 páginas).
Málaga fue
una de las ciudades donde la población civil más sufrió la Guerra Civil
española. Primero por la persecución de las gentes de derecha a manos de los
que tomaron el poder en nombre del Frente Popular en julio de 1936. Después por
la terrible represión franquista que provocó la huida, consejos de guerra y
muerte de los partidarios del bando republicano. González Anaya va a novelar
una de las visiones del conflicto.
Era un
escritor popular en la época, nacido en Málaga en 1879 y muerto en la misma
ciudad en 1955. Fue académico de la Real de la Lengua. Fue alcalde de su ciudad
natal en dos ocasiones 1916-1918 y 1935. Y se caracterizó por una literatura
regionalista con mucho de costumbrismo andaluz en novelas como Los naranjos de
la Mequita (1935). Hombre tradicional tanto en el pensamiento como en la manera
de escribir, defensor de valores católicos y en
una idea estética y de pensamiento parecida a la de autores como José María
Pemán o Ricardo León.
Tras la Guerra Civil da a
la luz Luna de Sangre (1942) que es la continuación de Luna de Plata
(1941), que terminó con la protagonista en Tánger. Luna de Sangre, en la parte
africana, relata las peripecias de una mujer en Tánger que no puede volver a
Málaga porque su vida correría peligro. La ciudad se convierte así en refugio
de los nacionales cuando más tarde lo será de los republicanos.
Es una novela epistolar donde se dan y se reciben noticias de Málaga y
Marruecos. En realidad, el grueso del relato se refiere a los primeros momentos
de la guerra en Málaga donde está escondido el corresponsal a la espera
afanosa de que el ilustre don Gonzalo Queipo de Llano entre con sus tropas (página
13). Las noticias de Tánger no interesan, apenas hay algunas descripciones
turísticas de la ciudad y la playa unas someras notas de la vida en ella. Es
una novela en la que uno de los escenarios es Tánger pero que está referida
casi por completo a Málaga. Las menciones tangerinas son las de una sociedad de
ricos residentes extranjeros y, como suele ser habitual en este tipo de
relatos, parecen que vivían en una burbuja al margen del resto del mundo,
incluidos los habitantes marroquíes de la ciudad. La mayoría de los españoles
de Tánger simpatizaban con los republicanos, y diarios como La Democracia
o El Provenir. Franco crearía en 1937 el periódico Presente para
contrarrestar la propaganda contraria. Las noticias del bando franquista venía
de Tetuán, población enteramente nacional: Se van al París de
tertulia a recoger informes de la campaña., que allí los sueltan a porrillo,
porque en Tetuán se sabe todo, y hay muchos españoles que van y vienen (p.
160).
En definitiva, una muestra
de la novela española sobre Marruecos aunque con poco Marruecos.