miércoles, 13 de marzo de 2024

NOVELAS DEL FIN DEL SAHARA ESPAÑOL (7): SÁHARA de MANUEL FRESNO

 

FRESNO, Manuel: Sáhara (Almuzara. Córdoba 2023. 428 páginas + 1 hoja).

 



            Quizás la transición española no comenzó con la muerte de Franco, sino unos meses antes cuando el dictador enfermo cedió en la práctica el poder y se ordenó la salida del Sahara de una manera vergonzosa. Es cierto que EEUU y Francia apoyaban a Marruecos, pero pudo negociarse de otra manera, incluso oponerse a los que parecía diseñado por Kissinger. Es cierto que el Polisario, que no solo aspiraba a la independencia sino al control totaitariol del país y de la población, cometió muchos errores atacando a españoles y poniéndose al lado de los soviéticos a través de Argelia. Pero es cierto también que una clase política española se movió para asegurarse posiciones de privilegio ante los que iba a ser un vacío de poder, un cambio substancia de régimen. El Sahara era un problema de difícil solución, no sostener la posición española podía significar apoyos para determinadas posturas en la transición y, en último extremo, también habría dinero para sostener voluntades. Están apareciendo documentos en WikiLeaks que aclaran algunos puntos oscuros. En este contexto hay que situar la novela de Manuel Fresno.

            Fresno concibe su novela en varios planos superpuestos, con idas y venidas en el tiempo y líneas argumentales que van buscando la unión en el desenlace. Por una parte, la vida de un militar español destinado en el Sahara, enamorado del territorio y de su misión. El autor se permite muchas ilustraciones históricas y etnográficas, a veces influenciadas por el costumbrismo colonial y otras por el noble afán divulgador. Pero el militar no solo se enamora del territorio sino también de una mujer. Es necesario introducir un personaje femenino fuerte en el relato. Sin querer desentrañar el argumento, esta segunda faceta de la novela enlaza con la descendencia del militar. Y para complicarlo todo, hay un último argumento de índole política y de servicios de inteligencia que sirve para concluir la novela con aire de thriller.

            Todas estas historias convergentes tratan de enriquecer la narración y aumentar el número de páginas, que es algo que lector actual agradece. Pero hay que ser muy experto artesano de la intriga para evitar que el interés decaiga. Quizás ese sea el defecto de la novela, a veces la acción cede a la ilustración histórica, el cruce de argumentos se hace artificioso y pierde la tensión, la intriga de un relato que tiene demasiados cabos que atar.

            Por lo demás, es un libro bien documentado en el que la parte histórica abre ventanas a los hechos. A veces solo como hipótesis, cuando en una novela se puede permitir la rotundidad de afirmaciones porque está salvada por la “simple coincidencia con la realidad”. Una vista al pasado del Sahara que nunca se explicó del todo, pero en el que la demostración de que no se hizo bien es que todavía colea.

 

 

martes, 5 de marzo de 2024

NOVELAS PARCIALMENTE REFERIDAS AL PROTECTORADO DE MARRUECOS (3): LOS JARDINES DEL PARAÍSO de PEDRO MARTÍNEZ BORREGO, QUEBDANI de ANTONIO ABAD y LA PATERA Y OTROS RELATOS de JOSÉ JUAN CANO VERA

 

MARTÍNEZ BORREGO, Pedro: Los jardines del paraíso (Málaga 1996. Corona del Sur. 200 páginas).

            Un libro evocador, memorias familiares, en el que se traza el recorrido marroquí de una familia española. La residencia en Tetuán, el conocimiento de los lugares y las gentes, el ejercicio de la medicina. De abuelos a nietos, el libro va transcurriendo desde el principio del Protectorado hasta la independencia. Una narración amable, a veces poética: El precio de la libertad y el valor de la independencia, ¿empezó aquel día o terminó en el corazón de los hombres? (página 153). Una evocación nostálgica de lo inevitable.

 


ABAD, Antonio: Quebdani. El cerco de la estirpe (Barcelona 1997. Ediciones 29. 248 páginas).

            Quebdani es una excelente novela que tangencialmente toca el Protectorado español de Marruecos. No es una novela que narre hechos ocurridos durante la etapa colonial, pero hay referencias. En los primeros años de la independencia, una familia española se queda en Marruecos, cerca de Melilla. Las relaciones entre españoles y marroquíes han cambiado. Ya no hay una imposición del europeo sobre el africano, lo que dará lugar a episodios de venganza. Abad es melillense, vivió en Marruecos y conoce bien el país, los habitantes y los comportamientos. No es una novela colonial y por eso no le dedo más espacio, pero es postcolonial de la primera hora y esto implica que los personajes actúen de una manera singular. Pasan de un mundo de dominantes a la sensación de cerco, como dice el título.

 


 

CANO VERA, José Juan: La patera y otros relatos (Ediciones Epígono. Murcia 1998. 191 páginas).

            Cano Vera, en el relato La patera (que va de la página 25 a la 109 del libro), cuenta las peripecias una familia marroquí que, impulsada por la necesidad, llega a Murcia. Eran los primeros tiempos de las pateras. La novela se desarrolla en una época contemporánea a la publicación, pero Cano aprovecha para llevar recuerdos del Protectorado y la independencia. En suma, recuerdos de guerra y paz en los que trata de dar la visión de los marroquíes de los que pasó.



miércoles, 7 de febrero de 2024

NOVELAS DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA (18): LA GUARDIA CIVIL. LOS ÚLTIMOS DE GUINEA de MIGUEL GILARANZ

 

GILARANZ, Miguel: La Guardia Civil. Los últimos de Guinea (Autor-Amazon. 2023. 538 páginas. Prólogo de José Narciso Núñez Calvo).

 

   Abordar una novela que tiene más de quinientas páginas es una dura tarea, las prefiero menos largas. Hay quien cree amortizar el precio por las horas de lectura; otros preferimos leer más cosas distintas en el mismo tiempo. En todo caso, que una novela sea larga o corta no es mérito ni demérito. Una novela tiene que tener las páginas justas para lo que cuenta. En el caso de esta novela, una vez comenzada, el número de páginas no es un problema porque la narración no cae en la reiteración, la nadedad o cualquiera de las cosas que aburren a un lector.



   Miguel Gilaranz es un novelista ya comentado en este blog por una aportación a la novelística africana colonial: Sahara, la última misión. Puede consultarse en: https://novela-colonial-hispanoafricana.blogspot.com/search/label/Gilaranz

Se traslada ahora a Guinea en una época convulsa, muy desconocida y apasionante. En 1968, tras la independencia de lo que fue colonia española, se sucedieron una serie de hechos muy graves que fueron ocultados a la opinión pública española. Primero, durante el franquismo, por ser declarados materia reservada. Después se sacaron a la luz algunos aspectos para acabar con la incipiente carrera política de García Trevijano durante la transición, con artículos publicados en diversos medios tras un dossier de Donato Ndongo. Más tarde se volvió a hablar un poco cuando Obiang derrocó a su tío Macías tras un golpe de estado en 1979. Aunque ya no sea materias reservada, quizás por la existencia de personas vivas protagonistas de los hechos, la documentación sobre el asunto sigue siendo de difícil acceso.

En aquel momento, el paso a la independencia parecía ser modélica. A pesar de vivir España en una dictadura sin elecciones, se propició la democracia en Guinea, se permitieron los partidos y las elecciones libres y se dejó actuar a los líderes guineanos contrarios a España. Da la impresión de que Franco quería solucionar el asunto cuanto antes y no ponerse a mal con la ONU. Sin embargo, con más conocimientos de los detalles, la transición a la independencia fue un desastre. Las luchas intestinas entre las familias franquistas llevaron a que en Guinea se enfrentaran los ministerios de Exteriores y Presidencia, con visiones políticas distintas y con candidatos opuestos. Con esto, se dejó ganar al peor candidato de todos, Francisco Macías, que pronto degeneró en una conducta psicopática y una acción política demencial que le llevó al enfrentamiento con España y a la tiranía. Quizás no fuera el único culpable, o fuera utilizado por otros, pero el resultado fue la quiebra de la convivencia, la economía y la sociedad guineana. Todo un desastre. Y sin que faltaran, como suele suceder en los cambios de poder, un par de pícaros con ánimo de llevarse su parte del botín manipulando personas y excitando ambiciones.

Lo que se ha venido ocultando ha sido la situación en la que quedaron los casi diez mil españoles que habitaban en Guinea, las penalidades que sufrieron, la pérdida de sus propiedades y la salida precipitada. Humillaciones, encierros y palizas. Y esto es lo que aborda Gilaranz en la novela La Guardia Civil. Los últimos de Guinea, cubriendo un hueco sobre esta materia no solo en la novela sino en la historiografía. Y lo hace con un estilo sencillo, sin demasiados adornos literarios y una técnica de thriller más que de novela histórica. Pero lo que cuenta es lo que pasó, con la lógica parte de ficción y la utilización de personajes que no existieron pero que le sirven para conducir la narración. Entre los personajes histórico, casi todos aparecen con sus nombres y apellidos y los que los tienen figurados son fáciles de reconocer.

La narración va mostrando minuciosamente el deterioro del clima de convivencia y cómo se transformó en una creciente hostilidad hacia los españoles. Esto no se ha contado casi nunca. Lo leímos en Guinea Macías, la ley del silencio (Barcelona 1977) de Ramón García Domínguez y parcialmente en los libros Guinea materia reservada (Madrid 1976) de Rafael Fernández y Malabo, ruptura con Guinea (Madrid 1977) de Luis Carrascosa. Los testigos presenciales que vivieron los hechos optaron por pasarlos por alto como Los últimos de Guinea (Madrid 2008) de José Menéndez, o escribieron memorias desmemoriadas como Memorias diplomáticas (Madrid 1999) de Juan Durán-Lóriga, o trataron de justificar su actuación como Antonio García Trevijano en Toda la verdad (Madrid 1977). Sólo Rafael Mendizábal entró al detalle en su obra Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969) (Madrid 2018), más político que social. También hay un documental de una media hora dirigido por José Antonio León. Faltan testimonios. Quizás los haya escritos esperando ver la luz. Tal ven haya informes detallados en los archivos estatales. La novela nos abre paso a la improvisación con que se hizo la independencia, la falta de preparación de los guineanos para administrar un país que, además se estaba quedando sin dinero, la ambición en la ocupación de la administración, la incapacidad para generar ingresos, la agresividad que mostraba el presidente Macías por la frustración en mantener un gobierno ordenado. Relata con veracidad los intentos de golpes de estado de Bonifacio Ondó y Atanasio Ndongo. Un desastre sociopolítico que afectaba a la vida ordinaria de los habitantes, africanos y europeos. Se aprende lo que era un clima de arbitrariedad en la aplicación de la ley, las detenciones sin causa, el exceso en el ejercicio del poder y la disposición sobre la vida de los ciudadanos ilusionados que creyeron en el proyecto. Todo eso pasó y se entiende en la novela.












            Gilaranz centra su relato en la actuación de la Guardia Civil como garante del orden y de la seguridad de los españoles, los que condujeron el repliegue de casi toda la población (es verdad que algunos españoles se quedaron) e hicieron posible que el desastre no acabara en un baño de sangre. Esa es la gran aventura de la salida de Guinea que se puede personalizar en el comandante Báguena. Fue el que en los momentos difíciles supo mantener el tipo y cumplir con su misión. No todos los españoles con cargos en el país cumplieron igual y con el mismo sentido del honor.

            La novela es un homenaje a este guardia civil, y a todos los que le acompañaron en esos meses. En cierta manera, unas memorias apócrifas. Quizás a la espera de que el coronel retirado nos legue las suyas, si es que ha pensado hacerlo. Estoy seguro de que su archivo personal (si existiera, que no lo sé), podría desentrañar muchas incógnitas.

            Especulaciones aparte, la novela de Gilaranz es una excelente muestra de novelas sobre colonias africanas (no hay muchas en español). Imprescindible.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

NOVELAS DEL DESASTRE DE ANNUAL (34): LLOVERÁ TIERRA SECA SOBRE ANNUAL de SANTIAGO DÍAZ MORLÁN

 

DÍAZ MORLÁN, Santiago: Lloverá tierra seca sobre Annual (Pámies. Madrid 2023. 413 páginas).

       


     Después de haber leído casi todas las novelas publicadas sobre el Desastre de Annual, cuando aparece una nueva me planteo si es posible escribir algo distinto sobre el tema, cual va a ser la originalidad del punto de vista o del desarrollo de la acción. En literatura todo es posible y siempre puede idearse un nuevo enfoque sobre un mismo asunto. Pero aparece la pereza ante un volumen de más de cuatrocientas páginas con un argumento sabido. Antes de empezar a leer uno piensa si será una de esas novelas de héroes y honor español, quizás más propias de otros tiempos. O una de las de pobres soldados mal vestidos y comidos a los que llevan a tierra extraña a sufrir frente a un enemigo que lucha por la independencia de lo suyo frente a los atroces imperialistas europeos, que es la visión más contemporánea. Un recorrido desde el pueblo y la familia a las posiciones en las que el conscripto es enviado a guerrear y morir, una descripción de casa asalto, acción… Tal vez una huida dificultosa o el cautiverio inhumano. Con estos interrogantes, abordé la lectura de Lloverá tierra seca sobre Annual. No conocía al autor, se trata de un abogado bilbaíno que solo tenía una novela anterior. Eso es lo que indica la página web de la editorial.

            Acierta el novelista en el principio. Se plantea una novela de las que ahora gustan: buena documentación previa que hace posible una interesante reconstrucción histórica, historias paralelas entrelazadas, una intriga negra/thriller y una mujer importante en la narración. Y acierta también colocando las primeras escenas en la Posición Intermedia A, un escenario inédito en el ciclo de Annual, con la sorpresa que sufren los que van a ser protagonistas de la tragedia ante las primeras señales que no saben interpretar bien. Está creando una intriga atractiva. Después aparece el protagonista Manuel Altamira, un policía que tuvo que ingresar en el ejército y es enviado para investigar sobre una posible trama corrupta. El planteamiento ya recoge los dos argumentos principales de una novela de este tipo: el desastre militar y la corrupción en el ejército en África.

            La historia de cuatro personajes distintos que, por distintas causas, están en Annual. Oficiales y soldados. Hay pocos personajes civiles. Una trama en Melilla en torno a la corrupción de algunos militares, otras en el frente. Los hilos argumentales confluirán en un buen final, resuelto con soltura por el novelista.

            La parte en que Altamira investiga, de novela negra, va cediendo paso a la parte de narración de los hechos acaecidos en 1921. Según se lee, la narración del desastre se impone sobre lo demás. Y eso ya ha sido contado, ya se ha escrito muchas veces, ficción y no ficción. A favor de Díaz Morlán hay que decir que, no obstante la falta de originalidad, lo cuenta muy bien, está perfectamente documentado, es realista tanto en la acción como en los diálogos y tiene una gran amenidad. Esto lo diferencia de otras novelas. Es una buena aportación al ciclo de Annual en la novela española.

martes, 5 de diciembre de 2023

NOVELAS DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA (17): LA SELVA QUE SIEMPRE FUISTE de CARLOS EFE

 

EFE, Carlos: La selva que siempre fuiste (Verbum. Madrid 2023. 353 páginas).

 

            La literatura colonial, dejando aparte sus posibles valores literarios, tiene una importante función histórica que es la de dar a conocer la manera de vivir en los territorios ultramarinos, la organización informal de la sociedad y las relaciones sociales entre colonos y entre estos y los colonizados. Esta literatura, en forma de ficción, es muy escasa entre los españoles que habitaron Guinea. Solo se dio al final de la colonización y, en la mayoría de los casos, por personas que no eran coloniales sino visitantes ocasionales o por escritores (Liberata Masoliver o Corín Tellado), que nunca pisaron Guinea. Para tener un conocimiento más amplio, nos faltaría el testimonio literario de los nativos. Tampoco en la novela española hay muchos ejemplos. Posiblemente, al pasar los años y desaparecidos los coloniales, vaya a haber muchos más.



            Una notable excepción es esta novela: La selva que siempre fuiste. El autor firma como Carlos Efe, aunque bien pudiera ser un seudónimo. Curiosamente, la novela es autobiográfica en gran medida, el primer blanco nacido en Nsork. Es un emotivo y entretenido relato de la vida de un practicante que acude a Guinea, como otros muchos, movido por su noble afán de ganar algo más de dinero para sacar la familia adelante. Posiblemente no supiera nada de lugar antes de llegar. Y, casi toda seguridad porque el autor no entra en esos detalles, se había representado la colonia y su trabajo con mejores condiciones de vida. El caso es que no lo destinan a algunos de los dos grandes hospitales, sino que empieza en el pequeño y mal suministrado hospital de Kogo, donde tiene que sustituir al médico jefe, pasando por Mongomo, Nsork y Akurenam. Puestos sanitarios atendidos por practicantes, perdidos en la selva, sin casi población europea y con muchas incomodidades y dificultades de adaptación. Hospitales y viviendas de barro seco en las paredes, techo de nipa y suelo de tierra apisonada. En Akurenam, al fin, ven que las obras de un hospital y una vivienda de obra ya habían comenzado, pero se sentían aún más aislados por la falta de una carretera permanente. Treinta europeos vivían en la zona que dirigía un teniente de la Guardia Colonial y donde existía también una misión protestante con un matrimonio y tres religiosas canadienses.

            Lo que parecía que iba a ser una novela colonial de europeos en la que los personajes nativos fueran simples comparsas, se convierten un completo relato de la vida en los confines de la región y de la vida entrelazada de europeos y guineano. De su jerarquía social y diferenciación en la relación. Por su relación familiar, la novela es muy detallada en lo que se refiere a la asistencia médica y a la evolución de la mentalidad de los fang respecto a la medicina y a quienes estaban encargados de cuidarlos. Original porque no hay apenas testimonios de la vida en las pequeñas poblaciones nacidas tras la expansión de la Guardia Colonial, como Akureman, en las que la civilización occidental llegó lentamente transformando un modo de vida secular. Hay, como es lógico, un homenaje a las personas como el padre del autor que dejaron allí sus años de juventud. El autor tiene una visión singular del país: Aquel niño ntang, blanco, era guineano, nacido en Nsork. Con dieciocho meses de edad su familia lo trasladó a Akureman, en donde encadenó la mayor parte de sus recuerdos infantiles. Guinea no era su país de adopción: era su país sin más, su tierra, su patria si patria es la infancia como alguien dijo: o mejor, su “matria”, refiriéndose al lugar donde nació y al sentimiento que con él lo vincula… (página 89). Esa condición genera una manera distinta de ver las cosas del país.

            Esta intención narrativa de evocación hace que la novela no tenga una intriga definida. Es la sucesión de recuerdos que va formando la vida en los primeros años y en un ambiente distinto. No por ello deja de ser interesante, porque hay mucha originalidad en la existencia del niño colonial. De manera paralela a la familia del practicante Rubio, se va contando la vida de Mitogo Eyama, un niño al que llevan pronto al seminario de Banapá. Su rebeldía hacia el trabajo en las fincas de los padres claretianos lo lleva a participar en la huelga liderada por Atanasio Ndongo y Enrique Gori, a huir de la disciplina y volver a su aldea. El contraste entre ambas historias simboliza la vida guineana. Y no faltan las referencias a los misioneros que trataban de servir de enlace a las dos comunidades, a la vez que buscaban acabar con creencias mágicas y sustituirlas por las religiosas. Muchas veces no llegaban a entender el valor económico de instituciones como la poligamia, que la consideraban simple y llanamente como algo inmoral.

            Los desarrollos paralelos de indígenas y coloniales, cada grupo con sus cuitas internas y una relación entre ellos de jerarquía racial, expresan de manera muy clara el mundo de la colonia. En cierta manera es un ejemplo clásico de novela colonial, entendida como la escrita por uno de los colonos narrando la vida en el lugar. Pero, a diferencia de las que se escribieron en la época que estaban llenas de prejuicios sociales y políticos propios de la mentalidad, La selva que siempre fuiste ha superado estas limitaciones. Está escrita por un colonial, sí; pero que solo vivió allí de niño. Y tiene la perspectiva de alejamiento temporal y espacial. Es una novela escrita más de cincuenta años después de los hechos contados, con una manera de pensar distinta y con la ventaja de conocer los que ha ocurrido después. Esto la hace diferente. Y es, sin duda, una de las mejores novelas escritas sobre Guinea en la etapa colonial por su atención a todos los aspectos de la selva que se trataba de dominar. Una etapa en la que la influencia blanca había logrado influir en la idiosincrasia local, imponiendo algunos criterios científicos a la hora de tratar las enfermedades, metiendo a los nativos en el mundo del comercio, pero introduciendo la cultura que llevó a las élites a abrazar las ideas de independencia: la igualdad y el poder de decisión sobre los asuntos que les interesaban como pueblo. Un proceso que Carlos Efe narra muy bien. No faltan en este recorrido colonial algunos nombres de personas reales, los políticos, funcionarios y eclesiásticos que ocupaban los puestos directores. En la nómina de personajes de menos relevancia, en la de los protagonistas de las historias del libro, seguramente haya también algunas personas reales enmascaradas en nombres supuestos.

            No quiere el autor descuidar el otro aspecto singular de la novela colonial como es la narración del bosque, sus habitantes y sus circunstancias. Aprovecha para narrar sobre la secta bwetí, que en tiempos españoles fue muy perseguida por acusarla de canibalismo. No se ponen de acuerdo los que defienden que este existió en toda su crudeza y los que sostienen que solo comían muertos desenterrados en algunas circunstancias rituales. El autor da su versión, hay que leerla. Interesante la descripción del ritual de iniciación. Un tema muy poco tratado y que Efe quizás tomara de Veciana o Novoa.

            Por último, la novela discurre hacia la independencia con noticias de lo que pasó.

            Novela imprescindible en la literatura colonial española.

 

 

martes, 14 de noviembre de 2023

BIBLIOGRAFÍA DE LA NOVELA COLONIAL (2): MORAS. IMAGINARIOS DE GÉNERO Y ALTERIDAD EN LA NARRATIVA ESPAÑOLA FEMENINA DEL SIGLO XX de YASMINA ROMERO MORALES

 

ROMERO MORALES, Yasmina: Moras. Imaginarios de género y alteridad en la narrativa española femenina del siglo XX (Plaza y Valdés editores. Universidad de La Laguna. Madrid 2019. 343 páginas + 2 hojas).

 


            La profesora Yasmina Romero ha dedicado sus investigaciones a la narrativa colonial, con preferencia a la femenina. Son muchos los artículos publicados y libros como el que nos ocupa. Lo que hace de ella un referente en este tipo de estudios por la visión de la materia y la profundidad con que la aborda.



            Tiene una primera parte de aproximación al orientalismo literario con fundamentos, aportaciones teóricas y críticas. Y dentro de ese orientalismo sitúa el marroquinismo español, es decir la mirada que los españoles, y en este caso españolas, hicieron del oriente próximo que, en el momento, estaba unido políticamente. Por otro lado, dadas las características de estudio, lo aborda desde el género. Así el otro/la otra no solo se considera por la nacionalidad o raza, sino también por el género.

            Esa otra marroquí es la materia de la segunda parte en la que analiza la figura de la mujer marroquí en la narrativa española de mujeres. Con tres aspectos: la mora-paisaje, la mora-sherezade y la mora-bestia o bruja. Corresponden estas categorías a las facetas de las marroquíes que llamaban la atención a las escritoras.

            La tercera parte se centra en la alteridad con atención a la imagen disminuida de la mujer mora, la visión que se tenía de ella de confinada, secundaria e infeliz.

            Son muchas páginas muy bien elaboradas, exhaustiva investigación de esa parte de la literatura colonial.

martes, 31 de octubre de 2023

NOVELAS DEL FIN DEL SAHARA ESPAÑOL (6): LOS DOS REYES de BENJAMÍN PRADO

 

PRADO, Benjamín: Los dos reyes (Alfaguara. Barcelona 2022. 267 páginas. Cubierta de Pablo del Pino).

 

            Prado vuelve a sacar a su personaje Juan Urbano para investigar un asunto turbio. Dicho así, parecería otra novela negra más. Pero no lo es porque el autor no se mueve por los derroteros clásicos de la novela negra, dicho esto consciente de que en la novela cada autor marca los derroteros que quiere. Pero la intención de Benjamín Prado es más política que de puro entretenimiento y la novela busca exponer una serie de hechos, supuestamente investigados por Urbano, sobre corrupción y mercantilismo en Marruecos y el Sahara.



            Tampoco es una novela colonial, aunque las referencias al Protectorado en Marruecos y al Sahara cuando era español, le hacen hueco en este blog. Es una novela actual, con hechos contemporáneos. La facilidad con la que algunos amigos del rey marroquí llegan a hacer negocios en connivencia con el monarca y la imposibilidad de romper esas corruptelas. Una acción que surge de los atentados de Sjirat para enlazar algunos personajes protagonistas de los hechos con lo que vendrá después.

            Juan Urbano quiere desenredar una trama de venta de arena en el Sahara. Lo tiene muy fácil porque cada vez que desea averiguar algo, hay un personaje que se lo cuenta. Así el autor nos muestra esa red de intereses oscuros que trata de denunciar. Una abundancia de noticias sacadas de libros y conversaciones, algunos de los cuales cita en la bibliografía final. Tiene la habilidad de enganchar al lector porque, a falta de la intriga propia de un thriller, acumula una sucesión continua de hechos y datos enlazados de manera que se dosifica el conocimiento al que lee.

            ¿Qué hay, pues, de colonial? Algunas referencias a personajes claves en la vida empresarial del Protectorado y el inicio de la trama de extracción y venta de arena en el Sahara Español. De un territorio que en la actualidad sigue siendo no autónomo, con un pueblo al que no se le ha consultado. Es novela, Prado lanza algunas teorías difíciles de probar y unos alcances que pueden ser discutidos. No necesita poner notas al pie de página ni demostrar documentalmente sus hipótesis. Ventajas de la novela.

 

miércoles, 11 de octubre de 2023

NOVELAS DEL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS (17): TRAS LOS PASOS DE PRIM DE JOSÉ OCHO BENJUMEA, ROMPEMUNDOS de MANUEL SALADO y BAIXO O SOL DO MAGREB de VÍCTOR CAMPIO PEREIRA.

 

OCHOA BENJUMENA, José: Tras los pasos de Prim. Reflexiones de un cazador (Castalia. Valencia 1955. 136 páginas.

            Ochoa fue un ingeniero de Caminos que durante algunos años de su vida estuvo destinado en Marruecos. De esa experiencia surgió su libro Los puertos de Marruecos (Madrid 1945). Como aficionado a la caza, recorrió los campos del protectorado acompañado de su perro Prim. Fruto de esas jornadas es este libro de recuerdos de cazador, escrito con cierta poesía y ternura, como un diálogo entre el hombre y el perro en el que tienen cabida algunas consideraciones sobre el país y sus habitantes próximos al escritor.

 


SALADO, Manuel: Rompemundos (Ediciones 29. Barcelona 1976. 159 páginas).

            Manuel Salado es un novelista singular. Empezó a publicar muy joven y lleva cuarenta novelas a sus espaldas. Nació en 1945 y muy joven, con días, pasó a vivir en Ceuta y Melilla. Tiene un blog donde hace comentarios literarios e informa de su carrera de escritor: https://manuelsaladoescritor.blogspot.com/ De su estancia en África surgió la novela Rompemundos. Una historia situada en Tetuán durante el Protectorado. El ambiente colonial, presente en las páginas, es algo secundario. La novela es muy intimista, al gusto de los años setenta, bien escrita, con notas vanguardistas. Una larga introspección en la que un niño que se va haciendo mayor describe el mundo raro que lo rodea. Una visión particular de la vida que, en este caso, se desarrollaba en Marruecos.

 


CAMPIO PEREIRA, Víctor: Baixo o sol do Magreb (Deputacion provincial de Ourense. Orense 1984. 211 páginas + 1 hoja).

   Nos dice el autor que el relato fue escrito en los años 50 del siglo XX, metido en un cajón y aumentado y corregido se publicó en 1984 en idioma gallego. Esta novela no es de guerra, es más bien de servicio militar en un campamento de Regulares en Marruecos. Quizás los recuerdos del escritor destinado al Protectorado. Es una obra costumbrista en la que se refieren hechos sucedidos en la posguerra, sin que tenga una intriga clara ni una línea argumental seguida. Son recuerdos de conmilitones. Pero sin caer en el pintoresquismo o exotismo al que tan dados son los escritores que ocasionalmente visitaron Marruecos. En este caso, lo importante es el servicio militar y la camaradería. Todo imbuido de un aire literario porque uno de ellos protagonistas, tal vez trasunto del autor, es aficionado a leer y escribir.

 


miércoles, 13 de septiembre de 2023

NOVELAS DEL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS (16): COMO ARENA ENTRE TUS DEDOS de GADEA FITERA

 

FITERA, Gadea: Como arena entre tus dedos (La Esfera de los libros. Madrid 2016. 413 páginas).

 

            La vida de Margarita Ruiz de Lihory fue apasionante y la autora lo aprovecha para una novela biográfica que muestre la vida de una mujer libre, adelantada a su época luchadora por los derechos de la mujer. Aunque fuera también un poco farsante, un poco estafadora y, con toda probabilidad, acabara con algún desequilibrio psíquico. Pero, en todo caso, las vicisitudes de su vida están envueltas en cierto misterio y no es posible juzgar hechos de los que se desconocen los detalles.



            El caso es que Margarita tuvo unos episodios interesantes en Marruecos. Por circunstancias que Gadea Fitera relata, conoció al capitán general de Valencia y futuro dictador Primo de Rivera y admitió un encargo para ir a ese país, oficialmente como corresponsal y en realidad como espía. A esta misión dedica la autora la primera parte de su novela, que es la que interés a este blog.

            La autora no disimula la admiración por el personaje. Resalta su coraje para vivir sin ataduras y romper con la familia, incluidos los hijos. Para volcarse en una vida aventurera contra todos los convencionalismos sociales y las rígidas normas morales y legales de la época. Solo una mujer con dinero podía permitirse esa ruptura y enfrentarse a las críticas.

            La parte de la novela dedicada a su estancia en Marruecos no abunda en detalles. Tiene algunos errores como situar un Alto Comisariado en Ceuta, colocar en 1919 a Abd el Krim al frente de la rebelión que aún no había empezado en la página 53, o considerar a Ruiz Albéniz como anticolonialista en la página 36. Se sirve de personajes reales como Ruiz Albéniz y el padre Revilla para situar a la protagonista en el ambiente de Tetuán. El primero de ellos puso haber sido crítico con muchas actuaciones de la época, pero no puede ser considerado anticolonialista. Tampoco puede decirse que El Raisuni procediera de una familia pobre (página 126). La idealización de los rifeños le hace fundar la ciudad de Axdir, llena de calles, casa y gentes, que no existía en la época.

                                                        Estación de Tetuán

            La novela tiene una trama sencilla, a pesar de los saltos en el tiempo y la cantidad de peripecias que contiene. Las situaciones en las que se mueve la protagonista se plantean con ingenuidad y los personajes no se desarrollaran con profundidad. Es una novela alabanza a la protagonista y, como reflejo, un esfuerzo por comprender al líder rifeño. Una exaltación de Abd el Krim quien, irremediablemente, acaba enamorando a la baronesa. Es una novela; es, por tanto, ficción. Pero no se atiene a la realidad o, en todo caso, los interpreta de manera poco creíble.

            A partir de la página 157 la novela discurre por otras geografías que no interesan a este blog. No es una novela para conocer lo que pasó en Marruecos sino para conocer la vida de la baronesa de Alcalalí.

 

 

miércoles, 9 de agosto de 2023

NOVELAS DEL DESASTRE DE ANNUAL (33): ABDELKRIM, LE LION DU RIF de AHMED BEROHO.

 

BEROHO, Ahmed: Abdelkrim, le lion du Rif (Editions Corail. Tanger 2003. 286 páginas).

           

            Esta interesante novela de Beroho nos ofrece una visión de los hechos diametralmente opuesta a la que tenemos los lectores de literatura española. El autor, marroquí de Tánger, es autor de varias novelas y ensayos: Le Consul et l'Indigène (2000),Les mystères de Tanger (2006), Sahara marocain et convoitises algériennes (2015), Tanger du sièce XIX (2019), etc. En sus novelas, como señala Gabriela Iliuta: Ahmed Beroho parte de la ficción para conducir a la Historia. Y, como es lógico, la visión marroquí de los acontecimientos está impregnada de nacionalismo.



            La novela tiene una primera parte introductoria que comienza en 1893, en la guerra de Margallo en Melilla. La revisión de la historia le sirve a Beroho para situar a la familia Khattabi en la historia del Rif, recrear un mito. En este aspecto, la novela nos ofrece una visión original, distinta e interesante a pesar de las lógicas imprecisiones históricas propias de una novela. Es una pena que no tenga traducción española. La figura del padre de Abd el Krim, desprovisto de su carácter de colaborador pagado de los españoles, se alza como un intelectual rifeño con una visión muy clara del destino de su país y su sujeción al Marruecos del sultán.



            La segunda parte, que comienza en la página 75, se centra en Abd el Krim. No oculta la admiración que determinará el relato: Sin caer en la exageración, el nuevo Abdelkrim se distinguía por la grandeza de alma, el ansia de saber, el voluntarismo, la energía, el coraje, el espíritu de emancipación, el autoritarismo, la astucia ante el enemigo, la sutileza… Tenía también ese arte diplomático de convencer, con calma y serenidad, al interlocutor… (p. 75). Toda una declaración de intenciones biográficas del personaje.



            El relato continúa como un canto de ensalzamiento del líder rifeño al que presenta como un personaje muy popular. Es curiosa una rueda de prensa en la que el autor reúne a lo más granado de la prensa internacional para hacerle preguntas a Abd el Krim como si fuera un jefe de gobierno. Entonces solo era un redactor del periódico y un colaborador de la administración española. Tiene mucho empeño Beroho en mostrar la faceta religiosa y varias referencias a la religión católica en comparación con el islam. Algo que ya inició en una imaginada conversación entre el padre y el general Marina. Y no falta tampoco ciertas alusiones despreciando al colonizador español frente al francés. Hay españoles buenos en la novela, los que están contra la intervención en Marruecos.

            La novela discurre hacia la hagiografía sin fisuras. La construcción de un personaje inigualable, idealizado y admirado. Un hombre reivindicativo de un Marruecos unido y defensor del Majzen, lo que resulta discutible. Un auténtico caudillo de una rebelión justa que se enfrenta a un general Silvestre presentado con caracteres de imbécil.

            No es un relato de hechos sino de situaciones, lo que hace más amena la lectura y muestra la originalidad del autor. La figura protagonista es retratada en diferentes situaciones, entre los suyos o frente a los españoles. En un recorrido por etapas de su vida que incluye algunos episodios íntimos, familiares, y otros puramente políticos y bélicos; los alterna. Si la parte final es la narración de los sucesos de Abarrán, Igueriben, pero de manera general y sin marcar actuaciones concretas. Se para antes de Annual, lo da por hecho. Que no espere el lector el detalle del testigo sino la culminación de la idealización del personaje. No hay crítica, ni duda, ni sospecha de su liderazgo. Es un canto a la épica del rifeño, a la grandeza de su epopeya.