martes, 27 de junio de 2017

LAS NOVELAS DE MALABO (4): TINIEBLAS de FERNANDO GAMBOA.

GAMBOA, Fernando: Tinieblas (Autoedición 2016. Impreso en Polonia para Amazon. 514 páginas)

   Fernando Gamboa es un escritor nacido en Barcelona en 1970 que prefiere la edición independiente, no sé si por desencuentros y hartura de las editoriales o por decisión voluntaria. En 2008 publicó (en la editorial El Andén) la novela Guinea que, por no tener un argumento de época colonial, no ha sido mencionada en este blog. Después se ha dedicado al género de aventuras, creando relatos entretenidos, llenos de acción, con personajes bien creados dentro del género y con capacidad para enganchar al lector. Uno de sus héroes es el capitán Riley, protagonista de esta novela. Tiene una página web para el que quiera ampliar información: http://www.gamboaescritor.com/
   La novela Tinieblas se desarrolla parcialmente en la antigua Guinea española. El autor toma como argumento un hecho real que luego derivará en una historia de espionaje, acción y misterio imaginada. Durante la II Guerra Mundial, se refugiaron en el puerto de Santa Isabel un barco italiano y dos alemanes, huyendo de los aliados que dominaban los mares de África. A principios de 1942 los británicos, en una audaz operación se hacen con el barco italiano Duchessa d’Aosta e inutilizan los dos alemanes aprovechando la celebración de una fiesta en la ciudad colonial española. Los detalles de la operación se pueden leer en alguna página web como 

El Duchessa d'Aosta en Guinea

   El asunto es suficientemente atractivo para un novelista y Gamboa lo sabía al escribir la novela. Es una situación histórica compleja llena de acontecimientos. El autor utiliza sus personajes de la serie narrativa, con caracteres bien definidos y personalidades que dan juego en las situaciones complicadas. La novela comienza en Estados Unidos y lentamente va metiendo al lector en el juego de complicidades y rivalidades, amistades y enemistades que surgen en una situación bélica. Aunque no es un relato de acción trepidante como los que se escriben ahora, no le falta habilidad al escritor para ir introduciendo elementos nuevos en el desarrollo de la trama que mantengan al lector en la atención necesaria para una novela de aventuras. Poco antes de la mitad de la novela, resuelto el negocio que los llevó a Fernando Poo, la novela se marcha al Congo.



   En algunas páginas se dan pinceladas de lo que pudo haber sido la vida sin entrar en mucho detalle ni detenerse en aspectos puramente coloniales. No es el asunto del libro. En definitiva, un libro para los amantes de las lecturas amenas y de las novelas clásicas de aventuras.

viernes, 16 de junio de 2017

NOVELAS DEL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS (3): EL HONOR DEL GUERRERO de ADOLFO HERNÁNDEZ LAFUENTE

HERNÁNDEZ LAFUENTE, Adolfo: El honor del guerrero (Cálamo. Madrid 2004. 461 páginas).

   Hernández Lafuente es un alto funcionario nacido en Ceuta, conocedor del Protectorado y autor de tres novelas aunque solo ésta sea de ambiente colonial. Sabe que abordar en la novela en final del colonialismo hispano-francés en Marruecos era un tema casi inédito y aprovechable y publicó en 2004 El honor del guerrero, que ofrece un relato de esta época en varios planos. En primero lugar, la situación personal del coronel protagonista, su visión de las cosas y su colocación histórica ante unos hechos inevitables. Por otro lado, los acontecimientos que se vivieron en los años cincuenta del siglo XX en Marruecos cuando el nacionalismo marroquí, bien organizado, comprende que están ante el final de la intervención del país por los europeos y se deciden a dar la batalla política final para lograr la independencia y gobernar el país. La acción de los servicios de información españoles, militares, y su relación con los falangistas que en esa época todavía gozaban de un gran poder. Por último, la actitud de España y Francia ante los acontecimientos.

   El honor del guerrero es una novela seria, sin concesiones al lector que busca aventuras, intriga y acción en escenarios exóticos y momentos históricos especialmente convulsos. Pero no es un thriller típico, aunque a veces utilice esa técnica narrativa. Es una novela con gran contenido político que quizás requiera de conocimientos de los acontecimientos para comprenderla. Una novela que merece una lectura pausada para comprender todos los detalles que trata. Porque el autor no solo escribe sobre el final del Protectorado, los intentos de prolongarlo con diversas fórmulas y las rivalidades franco-españolas, sino que aborda otro tema apasionante como es el poder del nacionalismo marroquí y su enfrentamiento con el modo tradicional del gobierno del Marruecos rural. En sus páginas aparecen El Glaui y el general Ufkir y sus intrigas frente al naciente Istiqlal que dominaba al sultán Mohamed V. En cada bando (españoles, franceses y marroquíes) hay divergencias y contrariedades, no son bloques monolíticos y los intereses no siempre coinciden. En el bando español, la rivalidad entre los servicios secretos del Ejército y los de Falange ponen de relieve la lucha por el poder en la España franquista.


    Más allá, el autor también quiere dar una imagen compleja del Protectorado. En el caso español, un territorio poco rentable económicamente y, en consecuencia, excesivamente militarizado y funcionarizado. Un colonialismo suave con el natural de las tierras y con cierta tolerancia hacia los nacionalistas. En ese mosaico, el autor sabe que la figura del interventor, una élite militar, merece un singular detenimiento. Hay varias páginas donde se refiere a ellos y a su manera de comprender el colonialismo, concretándolo en la figura del coronel Vega (uno de los protagonistas):
   Algunos de nosotros éramos gentes que hacíamos imposibles, porque carecíamos de los medios necesarios para realizar la empresa que llevamos a cabo. Con los reducidos capítulos que nos asignaban del presupuesto y con un ejército de alpargatas, nos atrevimos a convertir este territorio en un país moderno. Y ese esfuerzo nos vinculó a esta tierra. Amábamos nuestra jurisdicción porque estábamos unidos a ella (página 76).
   Estaba convencido de la veracidad de la obra del Protectorado: llevar a cabo la administración del país apoyándose sinceramente en los cuadros naturales; preocupándose de la formación de aquellos hombres; ejerciendo la intervención de sus gestiones de manera discreta y leal, pero también firmemente; asegurando la colaboración y la asociación constante e íntima del protector y del protegido para el estudio y solución de los problemas (páginas 91 y 92).
   Hernández Lafuente aprovecha el final de la etapa colonial en Marruecos para presentar un literario balance del colonialismo. Hay un resto bueno de aquella época, unas obras que quedaron para aprovechamiento de los marroquíes. Aunque se hicieran con imposición, a la fuerza. Incluso aunque se hicieran para aprovechar, en primer lugar, a los propios colonos que explotaban el territorio: Veintitantos años atrás aquél era un paso inseguro. Comunicaciones fiables, transporte, comercio y seguridad habían llegado con los españoles, en su acción benefactora. Pero, ¿quién se beneficiaba más de estos adelantos? (página 233).

   La riqueza de situaciones, de personajes y de acciones resume un momento histórico irrepetible.

viernes, 2 de junio de 2017

NOVELAS DE LA GUERRA DE ÁFRICA DE 1859-60 (3): ¡A LA BAYONETA! ¡VIVA LA REINA! MEMORIAS DE UN SOLDADO DE LA GUERRA DE ÁFRICA (1859.1860) de SALVADOR ACASO DELTELL.

ACASO DELTELL. Salvador: ¡A la bayoneta! ¡Viva la Reina! Memorias de un soldado de la guerra de África (1859-1860) (Archivo General. Ceuta 2011. 573 páginas).


   Acaso es autor de una obra de divulgación sobre la guerra de África: Una guerra olvidada. Marruecos 1859-1860. Pero nos llama la atención que la novela que dedica al mismo tema sea mucho más voluminosa que la historia. Quizás haya calculado mal la extensión y se ha pasado en el número de páginas. Porque tarda 175 páginas en llegar a África, el resto es un largo y pormenorizado relato de mili en el que recrea cualquier detalle minio y se extiende en circunstancias que añaden muy poco a la acción y tienden a diluir la atención del lector.


  Por lo demás es una narración muy minuciosa (hasta el exceso), bien documentada y lineal de la Guerra de 1859-60, en la que los soldados desarrollan la actividad normal de los campamentos y de las acciones de guerra y van desgranando los pequeños detalles de sus vidas particulares. Y con el final rematado con la vuelta de los supervivientes a sus lugares de origen.