jueves, 12 de agosto de 2021

NOVELAS DEL FIN DEL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS (4): CIEGAS ESPERANZAS de ALEJANDRO GÁNDARA

 GÁNDARA, Alejandro: Ciegas esperanzas (Destino. Áncora y Delfín. Barcelona 1992. 235 páginas; Destino. Destinolibro. Barcelona 1994. 234 páginas; Planeta-De Agostini. Barcelona 1999. 2156 páginas: Tomo XVI de Premios Nada. Planeta 1992 con La soledad era esto de Juan José Millás y Los otros días de Alfredo Conde. 528 páginas).

 

   Ciegas esperanzas en una buena novela, bien escrita, que aborda problemas esenciales de la persona y lo hace de sumiendo al lector en un universo extraño y confundiéndolo a propósito con el tiempo, el lugar y la persona misma en la vida o la muerte. Con ella ganó el Premio Nadar el 1992 y, al dar la noticia, el diario El País señalaba que era la recreación del mito de Tobías y el ángel (https://elpais.com/diario/1992/01/07/cultura/694738801_850215.html). No sé hasta qué punto el autor tuvo presente este mito al escribir, quizás fuera solo una manera de abordar la libre determinación del humano ante la vida. Como las circunstancias impulsan al joven a tomar decisiones, en el momento crucial de la existencia, que tal vez no fueran ni las queridas ni las mejores. Y un final un tanto confuso que culmina el segundo plano de la novela, una guerra imaginaria en la que se ve involucrado el protagonista –Martín- y que supone un ejemplo máximo de como las circunstancias se imponen a la voluntad. Y la realidad frente a ilusiones, la perspectiva de futuro frente a la comodidad o el deseo del instante. Y la realidad puede: Cuando Martín ha empezado a ser cualquier cosa y también cuando Martín ha sido despojado de lo que quiere ser (página 89).



   La novela se desarrolla en Larache, en el final de Protectorado español. Ciudad que sirve para situar los personajes y la acción en la parte más realista de la novela, las relaciones entre personas de distinta cultura y la explosión de nacionalismo ante la independencia.



   Pero la novela podría suceder en cualquier otra parte porque al autor no le interesa ni el ambiente marroquí ni la experiencia del Protectorado; o solo le interesa en un último aspecto: Porque su ciudad acababa siendo el cuerpo en el que se metía (página 111).

   Al no ser una novela de ambiente colonial, hay poco que comentar. El autor solo hace algunas referencias: Tenemos niños magrebíes y niños españoles en la escuela pero, nosotros solo damos una clase de educación. Los niños españoles no saben leer ni escribir en árabe y los magrebíes tienen que olvidar lo que aprenden en su casa y lo que ven en su propia tierra para poder ser como nosotros. Es un error. Si están juntos, hay que aprovechar que estén juntos (página 80).


 

 

miércoles, 11 de agosto de 2021

NOVELA GRÁFICA HISPANOAFRICANA (8): LA PAGA DEL SOLDADO de ANTONIO HERNÁNDEZ PALACIOS

 HERNÁNDEZ PALACIOS, Antonio: La paga del soldado (Ponent Mon. S. l. 2018. Dossier histórico de José Manuel Guerrero Acosta y César Labarta Rodríguez-Maribona).

 

   Se recogen en este libro los cinco episodios sobre la guerra de 1909 en Marruecos que Palacios publicó en la revista Trinca en 1972. Esta revista juvenil surgió en 1970, en la editorial Doncel que tenía una línea franquista y duró unos tres años. Pero supuso una gran iniciativa para el comic español, se editó por primera vez una revista parecida a las francesas o belgas de comics y dio la oportunidad a grandes dibujantes de empezar su carrera y ofrecer cierta continuidad. Algunos de ellos fueron muy importantes en la historia de este tipo de formato en España como Víctor de la Fuente, Carlos Giménez o el propio Hernández Palacios. Dibujantes y guionistas que más tarde, liberados del corsé ideológico que imponía la publicación, escribirían y dibujarían historias más críticas o que abordaban la Guerra Civil desde otra perspectiva.







   Antonio Hernández Palacios (nacido en Madrid en 1921) creó para esta revista series que ya son míticas como El Cid o Manos Kelly. Dentro de la línea patriota que el Frente de Juventudes imponía en la revista, Palacios creó la serie La paga del soldado, publicada en 1972, en los números 41, 46, 48, 50 y 60. Reunidos y publicados en 2018 por la editorial Ponent Mon. En este libro se añade un interesante estudio histórico de J. M. Acosta y C. Labarta para situar al lector en los hechos y ponerle a tanto de quién fue el autor y sus circunstancias. Este título hace referencia a episodios ocurridos durante la campaña de 1909 en los alrededores de Melilla. Y entre sus características destaca la fidelidad histórica y la documentación del dibujante y guionista que conocía bien el asunto militar pues fue soldado republicano en la Guerra Civil y participó en Rusia con la División Azul.



  Son cinco episodios de cuatro planchas cada uno y en color. No es un comic de línea blanda. Los dibujos son realistas, cargados de detalles, muy precisos en cuanto a los escenarios, el detalle de las acciones militares descritas, vestuarios, armamentos, vehículos, etc. La escasez de espacio para historias que cada una de ellas daba para un libro entero, obligaba a cierto abigarramiento en los textos. No obstante, no afecta a la claridad del dibujo. Los episodios, según el orden de aparición, fueron: Sidi Ahmed el Hach (sobre los tenientes Royo y Guiloche), Zoco el Hach (sobre el cabo Noval), Taxdirt (la carga de coronel Cavalcanti), Beni Bu Ifrur (con el capitán Ripoll de protagonista) y Nador (versado sobre la hazaña del centinela Luis Jiménez).

   El conjunto de estas historietas y los apuntes históricos, fotos y documentos que se han añadido, hacen que el libro sea muy interesante para los aficionados tanto al comic como a la historia de los españoles en Marruecos.