jueves, 30 de septiembre de 2021

NOVELAS DE LOS JUDÍOS DE MARRUECOS (3): DÉJALO, YA VOLVEREMOS de ESTHER BENDAHAN

 

BENDAHAN, Esther: Déjalo, ya volveremos (Seix Barral. Barcelona 2006. 236 páginas).

 

   Cuando uno empieza a leer un libro sobre los judíos de Marruecos cree que se va a tropezar con un relato melancólico acerca no de un paraíso perdido (porque los judíos saben que Marruecos no fue nunca un paraíso para ellos), pero sí sobre un mundo perdido. El mundo de una comunidad con sus reglas, sus costumbres ancestrales, su modo de relacionarse, de comer, de vivir que, con la emigración masiva a otros lugares, desapareció definitivamente. Historiar lo que ya no existe es atractivo y original. La autora inicia el libro con dos páginas que dicen –al principio y al final- así: Uno es del lugar donde aprende a separar la luz de la oscuridad (página 13) y Uno crece cuando aprende a separarse de los demás (página 14).

   La novela discurre por la memoria del mundo perdido, la comunidad judía de Tetuán al final del Protectorado. Un recorrido familiar, íntimo, que se engrandece al ampliarlo a toda la comunidad por medio de relaciones sociales. Una visión inocente de una niña que va descubriendo los secretos del momento y de los suyos y que el lector, que también lo va descubriendo, hace suya.

   No es adelantar ningún secreto del libro el hablar del éxodo. Fue lo que ocurrió y es lo que se cuenta desde un punto de vista subjetivo, propio. La situación se hacía insostenible por la permanente disputa entre árabes e israelíes. Se vio la necesidad de abandonar una tierra que se tenía como suya para evitar una confrontación o una marginación. Ya nunca más eso de sucio judío. Se acabaron los escupitajos inocentes, la humillación del favor, la sonrisa servil (página 93).

   Una novela intimista, de recuerdos vividos u oídos, de sentimientos personales que se encuadra en el Marruecos del Protectorado. Da una visión parcial que se integra en la multitud de visiones que tuvo el país en esa situación histórica. Una mirada curiosa, tal vez con un poco de amargura por el modo de abandonar la tierra de los antepasados que demuestra que la incomprensión y la intolerancia existieron en la independencia.

   La novela es más amplia y compleja, pero lo que dedica a Marruecos es solo la primera de las cuatro partes, hasta la página 95.

 

jueves, 2 de septiembre de 2021

NOVELAS DEL DESASTRE DE ANNUAL (30): EL PRISIONERO DE ANNUAL de ALFONSO BASALLO.

 BASALLO, Alfonso: El prisionero de Annual (Planeta. Barcelona 2021. 346 páginas. Portada de Ferrer-Dalmau).

 


   Aunque el autor no califica su libro como novela, la técnica narrativa y el desarrollo de la narración nos permite colocarla en esta categoría por tratarse del relato novelado de la gesta del sargento Francisco Basallo, cautivo en el Rif. Se trata de un libro oportunista, sin que esta palabra tenga un carácter peyorativo, porque aprovecha la oportunidad del centenario del llamado Desastre de Annual. Y el autor lo hace reescribiendo la gesta de su abuelo, explicando los hechos de hace un siglo al lector actual y revisando la historia con las nuevas aportaciones de la bibliografía. No es un libro original en su contenido sino en la visión divulgativa. Ha bebido en las fuentes de la época, en los textos originales de los protagonistas, en el expediente Picasso y en publicaciones recientes. No hubiera podido escribir este libro sin las memorias del protagonista, publicadas por Mundo Latino en Madrid. La primera versión la publicó Álvaro de la Merced en 1923 y la segunda fue escrita por el propio Basallo, sin que conste la fecha de la aparición. Con estos recuerdos se podía armar una novela, pero para El prisionero de Annual, Alfonso Basallo ha usado también las conversaciones con su abuelo que amplían lo escrito. Y algunos libros clásicos del cautiverio en Axdir; el novelista reconoce en el prólogo deuda especialmente con dos: De Annual a Monte Arruit y dieciocho meses de cautiverio (Melilla 1923) de Eduardo Pérez Ortiz y Con el general Navarro en operaciones, en el cautiverio (Madrid 1924) de Sigifredo Sainz Gutiérrez.




   El autor emplea la primera persona para poner énfasis en que se trata de una narración verdadera de los hechos, un recorrido por la vida de los prisioneros que salvaron la vida tras la rota de la Comandancia de Melilla y que fueron trasladados a diferentes lugares para custodiarlos. El sargento Basallo, que no tenía conocimientos previos de Medicina, fue el que cuidó la salud de todos ellos, con los consejos de los médicos y los escasos medios que le llegaban desde el peñón de Alhucemas. Fue un auténtico héroe que gozó de una gran popularidad en España. Detrás de su historia está toda la tragedia de España en Marruecos: la gran derrota infligida por Abd el Krim. Pero está, y es el motivo de la novela, las tragedias personales del sufrimiento, a veces de muerte, de los cautivos tratados como esclavos.



   Es una novela de personajes secundarios, de sargentos y soldados. En la narración aparecen el general Navarro, el coronel Araujo o el teniente coronel Pérez Ortiz. Pero sus penalidades, los hechos en que participaron, sus aciertos o errores están apenas mencionados y nunca desarrollados. Es la novela de los hombres sencillos que llevaron la dignidad hasta sus últimas consecuencias.



   Alfonso Basallo escribe con sencillez, con claridad, con oficio de periodista. No abunda en los detalles más siniestros de cobardía y traición aunque no deja de referir episodios como la rendición de Dar Quebdani. Insiste en el trato inhumano que los rifeños daban a los cautivos, y especialmente a las mujeres, que desmentía la supuesta modernidad de la república naciente en la que el equilibrio de poder tribal no estaba superado. El relato es cronológico, episódico pero completo. Es un homenaje al abuelo porque, en definitiva, encarnaba las virtudes que se esperan de un militar –en general de cualquier hombre- en situaciones extremas, pero que no siempre se producen. Y no cae en el intento de comprensión de los motivos del otro. Por eso tiene más de novela que de investigación. Oportuna para volver a dar a conocer hechos olvidados pero importantes en todo el descalabro marroquí.