viernes, 31 de mayo de 2019

NOVELAS DEL DESASTRE DE ANNUAL (23): BARAKA de JAVIER HERNÁNDEZ VELÁZQUEZ.


HERNÁNDEZ VELÁZQUEZ, Javier: Baraka. MAR editores. Madrid 2019. 259 Páginas.
   A veces pienso que la narrativa sobre Annual quedó casi agotada tras Imán (1930) de Ramón J. Sender, una novela que abordó de manera magistral los distintos aspectos del drama militar desde lo puramente bélico al drama individual del soldado. Algunas aportaciones periodísticas – como el libro Annual (1922) de Eduardo Ortega y Gasset- incluyeron aspectos tomados de la realidad como la huida de un soldado superviviente. Eso no significa que no se pueda volver a escribir sobre el tema. Hay otras novelas posteriores de calidad notable. Pero es necesario, sobre todo con la proliferación de esta temática en la narrativa más reciente, añadir algún elemento que dote de originalidad o sorpresa al relato, que lo enfoque desde un ángulo distinto o que llegue a conclusiones novedosas. No es habitual. Entre otras razones porque algunos novelistas no creen que el argumento y el escenario estén gastados. Ni conocen lo que se ha escrito con ese tema. Dicho esto sin despreciar ninguna aportación, ninguna novela y a ningún novelista.

   Hernández Velázquez denota que se ha documentado en los libros clásicos sobre el desastre. Pero gasta muchas páginas en narrar lo conocido, la historia. Su personaje no es nuevo, aunque trata de enriquecerlo con la compañía de un moro, real o fantasma, que lo conduce con previsión de los hechos. Su protagonista es un soldado de reemplazo que no puede eludir su suerte en quintas. Es canario, como el autor. Sueña solo con volver a Canarias. Más de cien páginas para contar la huida de Annual a Melilla, el paso por las posiciones que se iban perdiendo, la visión general del derrumbamiento de la comandancia de Melilla. No es muy original y eso le hace perder el favor del lector que ya conoce la historia.

    La desaparición del protagonista hace entrar en juego al hermano, que también acude a la guerra. Hay una intriga basada en esa desaparición. Identidades prestadas, búsqueda, nuevas compañías…  Y pone en relación el escenario marroquí con el canario de origen y otros personajes relacionados con los soldados. Pero es una novela en la que predomina, al menos en la primera parte, la narración de los hechos históricos sobre la ficción tenue que ha imaginado el escritor. La segunda parte es la vuelta a Canarias y el reencuentro con la vida anterior. Un relato sencillo.


lunes, 20 de mayo de 2019

NOVELAS DEL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS (10): EL CRIADOR DE GORILAS de ROBERTO ARLT.



ARLT, Roberto: El criador de gorilas (Revista Aventura. Santiago de Chile 1941. 112 páginas; Eudeba. Buenos Aires 1964. 127 páginas; Editorial Futuro. Buenos Aires 1951; 156 páginas; Compañía General Fabril. Buenos Aires 1969. 189 páginas; Losada. Buenos Aires 1982. 164 páginas; Alborada. Madrid 1991. 172 páginas; Alianza editorial. Madrid 1994. 225 páginas; Ediciones del Viento. A Coruña 2012. 140 páginas; Terramar. Buenos Aires 2013. 159 páginas; Eneida. Robledo de Chavela (Madrid); 181 páginas)

   Roberto Arlt es una figura imprescindible de la literatura argentina. Buen novelista es, además, creador de los aguafuertes porteños que nos dan una visión muy personal de la vida en Buenos Aires fruto de una perspicacia singular y de un conocimiento profundo de la calle. Ese estilo lo transportó también a España, pero con menos conocimiento de la vida española que de la argentina. Como narrador es autor de unos cuentos, después publicados en libro, sobre el Marruecos español. A principios de 1935 hizo un viaje por España que le llevó a Ceuta, Tetuán y Tánger. Parece que el cambio de sociedad le fascinó y consideró con originalidad propia como para escribir una serie de artículos que se publicaron en la prensa argentina.


   Arlt no es un explorador, es un periodista que va a escribir unos reportajes. No cuenta con más información que la que pudiera tener un turista inquieto. Posiblemente nunca antes se interesó por el Magreb, ni sabía nada de la colonización hispano francesa de Marruecos. Es casi seguro que nada de esa política colonial le interesara. Pero le fascinó un mundo que, tan próximo a Europa, era tan diferente. Y más diferente aún de la Buenos Aires cosmopolita de esos años. El escritor siente la tentación de relatar esas emociones. Como era también su oficio, ese escenario nuevo tendría la novedad suficiente como para que sus lectores no vieran agotada su inspiración. Pero no deja de ser un escritor exotista que acababa de descubrir el Oriente de los viajes sin riesgo. Fruto de esa inquietud es El criador de gorilas, colección de quince cuentos publicados en periódicos y recopilados después un en volumen.

   Arlt es un escritor difícil de clasificar porque es original, curioso e imaginativo. Desde una visión orientalista, va creando un mundo personal que recuerda al Bagdad de las mil y una noches recreado a su modo en Tetuán o Tánger. Recuerda un poco a las viejas películas de Hollywood que aprovechaban los decorados de Persia para rodar películas de ambiente marroquí. Son relatos fantásticos de historias extraordinarias con personajes singulares. Se deja llevar por el misterio de lo oculto, el fraude del pícaro, lo irreal y lo imposible. A veces se aleja hasta el lejano Oriente. Pero trata de no perder el contacto con el lugar y así incluye cuentos como Ejercicio de artillería sobre las deudas de unos tenientes españoles. Y no rechaza los tópicos tangerinos en La cadena del ancla, que comienza con una confesión: Cuando a finales de 1935 visité Marruecos, el tema general de las conversaciones giraba en torno a las actividades de los espías de las potencias extranjeras. Tánger se había convertido en una especie de cuartel general de los diversos Servicios Secretos. En Algeciras comenzaba ya esa atmósfera de turbia vigilancia y contravigilancia que se extiende por toda África costera al Mediterráneo (página 94 de la edición de Alianza).



   No todas las narraciones del libro discurren en Marruecos –real o imaginado-. Pero todas las narraciones del libro desbordan imaginación, fantasía, técnica narrativa y emoción.