martes, 7 de mayo de 2024

LAS NOVELAS DE TÁNGER (23): UN PLANETA LLAMADO TÁNGER

 

VV.AA.: Un planeta llamado Tánger (Bubok editorial. S.l., s.a. 331 páginas).

 

            Hay una corriente editorial de publicar libros de relatos o poemas de varios autores unidos por el lugar de referencia en las narraciones. En este caso es Tánger la ciudad que enmarca el volumen, ciudad de muchas referencias en la literatura. A diferencia de otras novelas y cuentos, los autores aquí recogidos tienen una buena relación con la ciudad. La conocen de sobra, algunos han nacido allí, han escrito sobre ella y tratan de huir de los tópicos que les resultan extraños. Diecinueve relatos de diecinueve autores biografiados al final.



            La variedad temática y temporal desbarata la unidad del libro, pero lo enriquece. No todas las partes hacen referencia a la época colonial, hay narraciones sobre el Tánger contemporáneo.

            La ciudad internacional es abordada por algunos escritores. Juan Vega recuerda a un judío pobre en La adafina de Freja, que evocará los rodajes cinematográficos en Escala en Tánger. La historia antigua recordada en Anteo de José María Cuadro. Paquita Saavedra habla de una familia española en Jack. La nostalgia de la urbe anterior la relata Rocío Rojas Marcos en …Y nos tomamos juntos una copa. El pícaro que sobrevive en el ambiente mundano lo recoge Carlos Sanz en Carygrant el chivato y en Driss. La vida del zoco tiene cabida en Al Hakawati y la de la ciudad nueva en La noche en que el bulevar Pasteur apagó sus luces de Francisco Vega. Los reencuentros en Un verano particular de David Bendayam. El humor lo usa Lydia Sanz en La caja fuerte y El guía, para cambiar por la tristeza del judío huido en Josef. Paz Amselem recrea una estancia en la ciudad de Rimski-Korsakov en el cuento Tánger, musa eterna. Una luz singular de Pedro Zacarías Sánchez Téllez es un guiño al misterio. Aventuras adolescentes es lo que narra Teresa López-Aguilar en To dream the imposible dream. Más aventuras en El levante de John Romero. Amor romántico se nota en Noche de fiesta en la colina del Charf de Maribel Ferrero.



            Tal vez se exagere al hablar de Tánger como planeta, pero la singularidad de esta ciudad en el pasado sí que la determina como universo. Las pinceladas recogidas en este libro contribuyen a recordar unas características de lugar irrepetible

 

 

lunes, 6 de mayo de 2024

ESCRITORES MARROQUÍES EN ESPAÑOL (1): NARRACIONES BAJO EL SOL DE LARACHE de MUSTAFA BOUHSINA

 

BOUHSINA, Mustafa: Narraciones bajo el sol de Larache (Poetas sin fronteras. S.l. s.a. 85 páginas).

 

            Bouhsina nos da a leer trece cuentos en un breve volumen. En ellos nos muestra la nostalgia sobre la vida desaparecida de la ciudad colonial. La diferencia está en que los recuerdos amables no provienen de los que se fueron (que es claramente la nostalgia colonial) sino de un marroquí que se quedó y trata de recomponer episodios de la existencia cotidiana de españoles y marroquíes, todos larachenses.



            Bouhsina no tiene es español como lengua materna. Como dice Sergio Barce, Uno de los grandes esfuerzos creativos de autores como Bouhsina es el escribir…, en castellano. Es uno de los fenómenos más curiosos, y no se ha dado en ningún otro lugar del mundo, que escritores como él elijan este idioma, que no es el suyo vernáculo, para sus creaciones literarias; pero él forma parte de esos escritores larachenses que sí lo hacen: Sibari, Akalay, Momata, Diuri… (https://sergiobarce.blog/2012/07/08/mustafa-bouhsina-poeta-larachense-larache-vista-por-bouhsina/)  Se nota en ciertas dificultades sintácticas o en la falta de comas en sus narraciones.

            El propósito parece ser dejar constancia de una ciudad que desaparece para dejar paso a la misma ciudad renovada. Sus relatos son un catálogo de personajes que antaño deambularon por las calles de Larache. Un emotivo, cariñoso recuerdo, rol de figuras secundarias en los que se puede adivinar el carácter de aquella ciudad hispano-marroquí.

lunes, 29 de abril de 2024

NOVELAS DE CEUTA (5): CEUTA EN EL UMBRAL de SALVADOR GARCÍA DE PRUNEDA

 

GARCÍA DE PRUNEDA, Salvador: Ceuta en el umbral (Argos Vergara. Barcelona 1977. 237 páginas).

 

            Salvador García de Pruneda (1912-1996) fue un diplomático, embajador en varios países durante el franquismo, que sirvió en el Ejército en la Guerra Civil y era hijo de militar. Su estancia en el hospital por las heridas de guerra lo empujaron a escribir. De pequeño vivió en Ceuta y los recuerdos de esa plaza, en los graves momentos de 1920, seguramente le llevaron a esta novela. Fueron hechos cruciales, intensos. Pero la novela no habla del frente y la batalla sino de la vida en retaguardia.



            Como es sabido, Ceuta es una ciudad española enclavada en el norte de Marruecos. Esta situación geográfica y estratégica le confiere tres cualidades esenciales sin las que no se puede entender su desarrollo histórico. Como presidio, proveyó de una curiosa cantidad de habitantes. Como primera línea en las guerras con Marruecos, estuvo muchas veces confiada a la defensa por las armas. Como guarnición de un numeroso contingente de militares, la vida cotidiana se impregnó de los usos y costumbres de la milicia. La novela de García de Pruneda trata de contar, amablemente y con una acción suave y sin grandes acontecimientos, la vida que los militares daban a la ciudad. Los recelos y los odios, las envidias, las murmuraciones, los rencores de una clase social muy cerrada. Pero también la valentía, el heroísmo y el sacrificio de los que se jugaban la vida cada vez que salían al campo. Esa vida cerrada en la que las mujeres cumplían papeles paralelos. La conducta de un oficial, al que acusan de afeminado, pone a prueba las relaciones de siempre, divide a los conocidos, impone una salida de honor que nadie preveía. La alegría, la vida acomodada, va a cambiarse por un hecho circunstancial ajeno a los protagonistas pero relevante en el sentido que tenía los militares de su profesión.

            El punto de vista infantil lo distancia de los hechos o los juzga con un modo menos cruel, narrando las cosas casi sin comprenderlas. En estos aspectos, es una buena novela para comprender la vida en Ceuta en aquellos tiempos. El tono amable se va trasmutando casi imperceptiblemente en el drama terrible. La larga descripción de la cotidianeidad provinciana deje ver, al levantarse el velo, la dura realidad de la convivencia y la guerra.

            Aunque en un principio parece una novela formalmente muy clásica, en cada una de las tres partes adopta una manera de narrar distinta. La primera parte el niño va conociendo el medio. En la segunda, alejado, recibe las noticias desde la lejanía. Y en la tercera, es al niño hecho hombre al que le cuentan los hechos de los que no pudo saber en su momento por la edad y lo completa con los recuerdos que le llegan. Amena y trágica, de buena lectura, es una muestra de lo que fue la ciudad representada en unos pocos personajes característicos.

 

 

 

 

miércoles, 17 de abril de 2024

NOVELAS DEL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS (18): POR SU SUERTE de JOSÉ MARÍA CUADRO

 

CUADRO, José María: Por su suerte (Dauro. Granada 2013. 563 páginas).

 

            En esta novela vemos una novedad temática puesto que empieza en Algeciras. La Conferencia de Algeciras de 1906 supuso, para este autor, el inicio de la presencia española en Marruecos. Primero porque dio licencia a Francia y España para intervenir en zonas con objeto de garantizar la seguridad y segundo porque marcó el inicio de la minería que fue la más importante actividad económica en el protectorado.



            Cuadro conoce bien los detalles de lo que describe. Con paciencia va incorporando personajes, unos históricos y otros de ficción como es norma en este tipo de novelas, a los hechos y los paisajes. Salta del sur de España a Marruecos con el fin de plantear la situación política real que antecedió a la implantación del protectorado en 1912. Esos años que van desde 1909 a 1921, tan poco conocidos, llenos de detalles interesante y de situaciones novelables.

            Aunque en este tipo de novela siempre hay algo de aventuras, Por su suerte es un relato político. Es una historia de las complicadas relaciones existentes en Marruecos en esa época y su implicación en la vida pública española. El autor muestra una buena actividad documentadora previa y una especial habilidad para explicar con amenidad, y en tono literario, lo que estaba pasando en el país. Cuadro cuenta la historia como si fuera una novela y en ella se ve obligado a crear personajes ficticios con caracteres creíbles. Con amenidad, pero con pocas concesiones al gusto comercial. Por ello se ven pocos personajes femeninos cuando la política y la milicia de la época eran masculinas. No hay pasiones desbocadas, ni espías siniestras, ni mujeres adelantadas a su época construyendo un mundo mejor. En ese aspecto, hay mucha normalidad: la que corresponde a la realidad.


                                                                Calle de Tánger

            Los ejes de esta acción, engarzados por los personajes de ficción que se mueven en el laberinto, son cuatro: la lucha entre Abd el Aziz y su hermano Hafid por el trono, las rivalidades europeas, las andanzas de El Roghi Bu Hamara en la parte oriental y las de Raisuni en la occidental. En tres escenarios fundamentales: Tánger, Nador y Tetuán. En esos vericuetos, tan escurridizos a la documentación, hay muchas posibilidades y otras tantas hipótesis. A pesar de la fidelidad de Cuadro a la historia, los hechos son susceptibles de interpretación.

            La novela es muy sólida, una muestra de que la narrativa sobre Marruecos ha mejorado mucho. El autor se mueve en terrenos que domina. Nació en Alcazarquivir en una familia que residía en el Protectorado, vivió en Tánger y Tetuán. Aunque es ingeniero, el relato no cae en los desajustes de ritmo propio de un novato, ni en el abundamiento en descripciones superfluas. En todo caso, este tipo de novela requiere, para apreciarla en todo su interés, ciertos conocimientos sobre la geografía e historia marroquí. Es algo que quita lectores, pero añade calidad.

            El cuadro de Cuadro termina con una cuarta parte posterior al Desastre de Annual que sirve para desarrollar algunas ideas sobre El Raisuni, lo que fue y pudo haber sido el poder en la Zona y la precipitación de acontecimientos previos a la pacificación. Final que aprovecha para rematar las historias secundarias de los personajes ficticios.

            Cuadro es también autor de una novela ambientada en el Desastre de Annual, titulada Luna Mora, que se puede adquirir solo en formato electrónico.

 

 

lunes, 8 de abril de 2024

NOVELAS DEL DESASTRE DE ANNUAL (35): DESPERTARÁS MAÑANA de MIGUEL CASTRO PEREIRO

 

CALVO, Eduardo: El dueño de la luna (La Gaya Ciencia. Barcelona 1982. 219 páginas + 1 hoja).



            El dueño de la luna es un libro que comprende nueve relatos del escrito Eduardo Calvo. Su primera incursión en la narrativa. El séptimo de los cuentos se titula Marruecos (páginas 143-169 del volumen) y es una historia en la que unos personajes hablan de otros, dan vueltas sobre la vida de los demás, tratan de recomponer una biografía. Con estos círculos, Calvo traza bien el argumento vital de un exiliado republicano que fue médico militar en Marruecos. El paso por Marruecos de dos amigos sirve para dibujar dos biografías, dos sentidos de la vida. O quizás, uno solo desdoblado. Por tanto, la guerra que está presente casi siempre es solo un adorno largo e interesante del marco de la narración.

 

CASTRO PEREIRO, Miguel: Despertarás mañana (Autor. Madrid 2021. 358 páginas + 5 hojas).



   El militar Castro Pereiro ha escrito la novela Despertarás mañana que, de manera epistolar y como recuerdos del protagonista, hace un repaso a la historia española del siglo XX hasta la Guerra Civil. Con una mezcla de personajes reales con otros de ficción, aparecen los principales sucesos de Marruecos en torno a Annual. Pero la mayor parte de las páginas del libro están dedicadas a la guerra en Barcelona.

 

 

miércoles, 13 de marzo de 2024

NOVELAS DEL FIN DEL SAHARA ESPAÑOL (7): SÁHARA de MANUEL FRESNO

 

FRESNO, Manuel: Sáhara (Almuzara. Córdoba 2023. 428 páginas + 1 hoja).

 



            Quizás la transición española no comenzó con la muerte de Franco, sino unos meses antes cuando el dictador enfermo cedió en la práctica el poder y se ordenó la salida del Sahara de una manera vergonzosa. Es cierto que EEUU y Francia apoyaban a Marruecos, pero pudo negociarse de otra manera, incluso oponerse a los que parecía diseñado por Kissinger. Es cierto que el Polisario, que no solo aspiraba a la independencia sino al control totaitariol del país y de la población, cometió muchos errores atacando a españoles y poniéndose al lado de los soviéticos a través de Argelia. Pero es cierto también que una clase política española se movió para asegurarse posiciones de privilegio ante los que iba a ser un vacío de poder, un cambio substancia de régimen. El Sahara era un problema de difícil solución, no sostener la posición española podía significar apoyos para determinadas posturas en la transición y, en último extremo, también habría dinero para sostener voluntades. Están apareciendo documentos en WikiLeaks que aclaran algunos puntos oscuros. En este contexto hay que situar la novela de Manuel Fresno.

            Fresno concibe su novela en varios planos superpuestos, con idas y venidas en el tiempo y líneas argumentales que van buscando la unión en el desenlace. Por una parte, la vida de un militar español destinado en el Sahara, enamorado del territorio y de su misión. El autor se permite muchas ilustraciones históricas y etnográficas, a veces influenciadas por el costumbrismo colonial y otras por el noble afán divulgador. Pero el militar no solo se enamora del territorio sino también de una mujer. Es necesario introducir un personaje femenino fuerte en el relato. Sin querer desentrañar el argumento, esta segunda faceta de la novela enlaza con la descendencia del militar. Y para complicarlo todo, hay un último argumento de índole política y de servicios de inteligencia que sirve para concluir la novela con aire de thriller.

            Todas estas historias convergentes tratan de enriquecer la narración y aumentar el número de páginas, que es algo que lector actual agradece. Pero hay que ser muy experto artesano de la intriga para evitar que el interés decaiga. Quizás ese sea el defecto de la novela, a veces la acción cede a la ilustración histórica, el cruce de argumentos se hace artificioso y pierde la tensión, la intriga de un relato que tiene demasiados cabos que atar.

            Por lo demás, es un libro bien documentado en el que la parte histórica abre ventanas a los hechos. A veces solo como hipótesis, cuando en una novela se puede permitir la rotundidad de afirmaciones porque está salvada por la “simple coincidencia con la realidad”. Una vista al pasado del Sahara que nunca se explicó del todo, pero en el que la demostración de que no se hizo bien es que todavía colea.

 

 

martes, 5 de marzo de 2024

NOVELAS PARCIALMENTE REFERIDAS AL PROTECTORADO DE MARRUECOS (3): LOS JARDINES DEL PARAÍSO de PEDRO MARTÍNEZ BORREGO, QUEBDANI de ANTONIO ABAD y LA PATERA Y OTROS RELATOS de JOSÉ JUAN CANO VERA

 

MARTÍNEZ BORREGO, Pedro: Los jardines del paraíso (Málaga 1996. Corona del Sur. 200 páginas).

            Un libro evocador, memorias familiares, en el que se traza el recorrido marroquí de una familia española. La residencia en Tetuán, el conocimiento de los lugares y las gentes, el ejercicio de la medicina. De abuelos a nietos, el libro va transcurriendo desde el principio del Protectorado hasta la independencia. Una narración amable, a veces poética: El precio de la libertad y el valor de la independencia, ¿empezó aquel día o terminó en el corazón de los hombres? (página 153). Una evocación nostálgica de lo inevitable.

 


ABAD, Antonio: Quebdani. El cerco de la estirpe (Barcelona 1997. Ediciones 29. 248 páginas).

            Quebdani es una excelente novela que tangencialmente toca el Protectorado español de Marruecos. No es una novela que narre hechos ocurridos durante la etapa colonial, pero hay referencias. En los primeros años de la independencia, una familia española se queda en Marruecos, cerca de Melilla. Las relaciones entre españoles y marroquíes han cambiado. Ya no hay una imposición del europeo sobre el africano, lo que dará lugar a episodios de venganza. Abad es melillense, vivió en Marruecos y conoce bien el país, los habitantes y los comportamientos. No es una novela colonial y por eso no le dedo más espacio, pero es postcolonial de la primera hora y esto implica que los personajes actúen de una manera singular. Pasan de un mundo de dominantes a la sensación de cerco, como dice el título.

 


 

CANO VERA, José Juan: La patera y otros relatos (Ediciones Epígono. Murcia 1998. 191 páginas).

            Cano Vera, en el relato La patera (que va de la página 25 a la 109 del libro), cuenta las peripecias una familia marroquí que, impulsada por la necesidad, llega a Murcia. Eran los primeros tiempos de las pateras. La novela se desarrolla en una época contemporánea a la publicación, pero Cano aprovecha para llevar recuerdos del Protectorado y la independencia. En suma, recuerdos de guerra y paz en los que trata de dar la visión de los marroquíes de los que pasó.



miércoles, 7 de febrero de 2024

NOVELAS DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA (18): LA GUARDIA CIVIL. LOS ÚLTIMOS DE GUINEA de MIGUEL GILARANZ

 

GILARANZ, Miguel: La Guardia Civil. Los últimos de Guinea (Autor-Amazon. 2023. 538 páginas. Prólogo de José Narciso Núñez Calvo).

 

   Abordar una novela que tiene más de quinientas páginas es una dura tarea, las prefiero menos largas. Hay quien cree amortizar el precio por las horas de lectura; otros preferimos leer más cosas distintas en el mismo tiempo. En todo caso, que una novela sea larga o corta no es mérito ni demérito. Una novela tiene que tener las páginas justas para lo que cuenta. En el caso de esta novela, una vez comenzada, el número de páginas no es un problema porque la narración no cae en la reiteración, la nadedad o cualquiera de las cosas que aburren a un lector.



   Miguel Gilaranz es un novelista ya comentado en este blog por una aportación a la novelística africana colonial: Sahara, la última misión. Puede consultarse en: https://novela-colonial-hispanoafricana.blogspot.com/search/label/Gilaranz

Se traslada ahora a Guinea en una época convulsa, muy desconocida y apasionante. En 1968, tras la independencia de lo que fue colonia española, se sucedieron una serie de hechos muy graves que fueron ocultados a la opinión pública española. Primero, durante el franquismo, por ser declarados materia reservada. Después se sacaron a la luz algunos aspectos para acabar con la incipiente carrera política de García Trevijano durante la transición, con artículos publicados en diversos medios tras un dossier de Donato Ndongo. Más tarde se volvió a hablar un poco cuando Obiang derrocó a su tío Macías tras un golpe de estado en 1979. Aunque ya no sea materias reservada, quizás por la existencia de personas vivas protagonistas de los hechos, la documentación sobre el asunto sigue siendo de difícil acceso.

En aquel momento, el paso a la independencia parecía ser modélica. A pesar de vivir España en una dictadura sin elecciones, se propició la democracia en Guinea, se permitieron los partidos y las elecciones libres y se dejó actuar a los líderes guineanos contrarios a España. Da la impresión de que Franco quería solucionar el asunto cuanto antes y no ponerse a mal con la ONU. Sin embargo, con más conocimientos de los detalles, la transición a la independencia fue un desastre. Las luchas intestinas entre las familias franquistas llevaron a que en Guinea se enfrentaran los ministerios de Exteriores y Presidencia, con visiones políticas distintas y con candidatos opuestos. Con esto, se dejó ganar al peor candidato de todos, Francisco Macías, que pronto degeneró en una conducta psicopática y una acción política demencial que le llevó al enfrentamiento con España y a la tiranía. Quizás no fuera el único culpable, o fuera utilizado por otros, pero el resultado fue la quiebra de la convivencia, la economía y la sociedad guineana. Todo un desastre. Y sin que faltaran, como suele suceder en los cambios de poder, un par de pícaros con ánimo de llevarse su parte del botín manipulando personas y excitando ambiciones.

Lo que se ha venido ocultando ha sido la situación en la que quedaron los casi diez mil españoles que habitaban en Guinea, las penalidades que sufrieron, la pérdida de sus propiedades y la salida precipitada. Humillaciones, encierros y palizas. Y esto es lo que aborda Gilaranz en la novela La Guardia Civil. Los últimos de Guinea, cubriendo un hueco sobre esta materia no solo en la novela sino en la historiografía. Y lo hace con un estilo sencillo, sin demasiados adornos literarios y una técnica de thriller más que de novela histórica. Pero lo que cuenta es lo que pasó, con la lógica parte de ficción y la utilización de personajes que no existieron pero que le sirven para conducir la narración. Entre los personajes histórico, casi todos aparecen con sus nombres y apellidos y los que los tienen figurados son fáciles de reconocer.

La narración va mostrando minuciosamente el deterioro del clima de convivencia y cómo se transformó en una creciente hostilidad hacia los españoles. Esto no se ha contado casi nunca. Lo leímos en Guinea Macías, la ley del silencio (Barcelona 1977) de Ramón García Domínguez y parcialmente en los libros Guinea materia reservada (Madrid 1976) de Rafael Fernández y Malabo, ruptura con Guinea (Madrid 1977) de Luis Carrascosa. Los testigos presenciales que vivieron los hechos optaron por pasarlos por alto como Los últimos de Guinea (Madrid 2008) de José Menéndez, o escribieron memorias desmemoriadas como Memorias diplomáticas (Madrid 1999) de Juan Durán-Lóriga, o trataron de justificar su actuación como Antonio García Trevijano en Toda la verdad (Madrid 1977). Sólo Rafael Mendizábal entró al detalle en su obra Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969) (Madrid 2018), más político que social. También hay un documental de una media hora dirigido por José Antonio León. Faltan testimonios. Quizás los haya escritos esperando ver la luz. Tal ven haya informes detallados en los archivos estatales. La novela nos abre paso a la improvisación con que se hizo la independencia, la falta de preparación de los guineanos para administrar un país que, además se estaba quedando sin dinero, la ambición en la ocupación de la administración, la incapacidad para generar ingresos, la agresividad que mostraba el presidente Macías por la frustración en mantener un gobierno ordenado. Relata con veracidad los intentos de golpes de estado de Bonifacio Ondó y Atanasio Ndongo. Un desastre sociopolítico que afectaba a la vida ordinaria de los habitantes, africanos y europeos. Se aprende lo que era un clima de arbitrariedad en la aplicación de la ley, las detenciones sin causa, el exceso en el ejercicio del poder y la disposición sobre la vida de los ciudadanos ilusionados que creyeron en el proyecto. Todo eso pasó y se entiende en la novela.












            Gilaranz centra su relato en la actuación de la Guardia Civil como garante del orden y de la seguridad de los españoles, los que condujeron el repliegue de casi toda la población (es verdad que algunos españoles se quedaron) e hicieron posible que el desastre no acabara en un baño de sangre. Esa es la gran aventura de la salida de Guinea que se puede personalizar en el comandante Báguena. Fue el que en los momentos difíciles supo mantener el tipo y cumplir con su misión. No todos los españoles con cargos en el país cumplieron igual y con el mismo sentido del honor.

            La novela es un homenaje a este guardia civil, y a todos los que le acompañaron en esos meses. En cierta manera, unas memorias apócrifas. Quizás a la espera de que el coronel retirado nos legue las suyas, si es que ha pensado hacerlo. Estoy seguro de que su archivo personal (si existiera, que no lo sé), podría desentrañar muchas incógnitas.

            Especulaciones aparte, la novela de Gilaranz es una excelente muestra de novelas sobre colonias africanas (no hay muchas en español). Imprescindible.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

NOVELAS DEL DESASTRE DE ANNUAL (34): LLOVERÁ TIERRA SECA SOBRE ANNUAL de SANTIAGO DÍAZ MORLÁN

 

DÍAZ MORLÁN, Santiago: Lloverá tierra seca sobre Annual (Pámies. Madrid 2023. 413 páginas).

       


     Después de haber leído casi todas las novelas publicadas sobre el Desastre de Annual, cuando aparece una nueva me planteo si es posible escribir algo distinto sobre el tema, cual va a ser la originalidad del punto de vista o del desarrollo de la acción. En literatura todo es posible y siempre puede idearse un nuevo enfoque sobre un mismo asunto. Pero aparece la pereza ante un volumen de más de cuatrocientas páginas con un argumento sabido. Antes de empezar a leer uno piensa si será una de esas novelas de héroes y honor español, quizás más propias de otros tiempos. O una de las de pobres soldados mal vestidos y comidos a los que llevan a tierra extraña a sufrir frente a un enemigo que lucha por la independencia de lo suyo frente a los atroces imperialistas europeos, que es la visión más contemporánea. Un recorrido desde el pueblo y la familia a las posiciones en las que el conscripto es enviado a guerrear y morir, una descripción de casa asalto, acción… Tal vez una huida dificultosa o el cautiverio inhumano. Con estos interrogantes, abordé la lectura de Lloverá tierra seca sobre Annual. No conocía al autor, se trata de un abogado bilbaíno que solo tenía una novela anterior. Eso es lo que indica la página web de la editorial.

            Acierta el novelista en el principio. Se plantea una novela de las que ahora gustan: buena documentación previa que hace posible una interesante reconstrucción histórica, historias paralelas entrelazadas, una intriga negra/thriller y una mujer importante en la narración. Y acierta también colocando las primeras escenas en la Posición Intermedia A, un escenario inédito en el ciclo de Annual, con la sorpresa que sufren los que van a ser protagonistas de la tragedia ante las primeras señales que no saben interpretar bien. Está creando una intriga atractiva. Después aparece el protagonista Manuel Altamira, un policía que tuvo que ingresar en el ejército y es enviado para investigar sobre una posible trama corrupta. El planteamiento ya recoge los dos argumentos principales de una novela de este tipo: el desastre militar y la corrupción en el ejército en África.

            La historia de cuatro personajes distintos que, por distintas causas, están en Annual. Oficiales y soldados. Hay pocos personajes civiles. Una trama en Melilla en torno a la corrupción de algunos militares, otras en el frente. Los hilos argumentales confluirán en un buen final, resuelto con soltura por el novelista.

            La parte en que Altamira investiga, de novela negra, va cediendo paso a la parte de narración de los hechos acaecidos en 1921. Según se lee, la narración del desastre se impone sobre lo demás. Y eso ya ha sido contado, ya se ha escrito muchas veces, ficción y no ficción. A favor de Díaz Morlán hay que decir que, no obstante la falta de originalidad, lo cuenta muy bien, está perfectamente documentado, es realista tanto en la acción como en los diálogos y tiene una gran amenidad. Esto lo diferencia de otras novelas. Es una buena aportación al ciclo de Annual en la novela española.

martes, 5 de diciembre de 2023

NOVELAS DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA (17): LA SELVA QUE SIEMPRE FUISTE de CARLOS EFE

 

EFE, Carlos: La selva que siempre fuiste (Verbum. Madrid 2023. 353 páginas).

 

            La literatura colonial, dejando aparte sus posibles valores literarios, tiene una importante función histórica que es la de dar a conocer la manera de vivir en los territorios ultramarinos, la organización informal de la sociedad y las relaciones sociales entre colonos y entre estos y los colonizados. Esta literatura, en forma de ficción, es muy escasa entre los españoles que habitaron Guinea. Solo se dio al final de la colonización y, en la mayoría de los casos, por personas que no eran coloniales sino visitantes ocasionales o por escritores (Liberata Masoliver o Corín Tellado), que nunca pisaron Guinea. Para tener un conocimiento más amplio, nos faltaría el testimonio literario de los nativos. Tampoco en la novela española hay muchos ejemplos. Posiblemente, al pasar los años y desaparecidos los coloniales, vaya a haber muchos más.



            Una notable excepción es esta novela: La selva que siempre fuiste. El autor firma como Carlos Efe, aunque bien pudiera ser un seudónimo. Curiosamente, la novela es autobiográfica en gran medida, el primer blanco nacido en Nsork. Es un emotivo y entretenido relato de la vida de un practicante que acude a Guinea, como otros muchos, movido por su noble afán de ganar algo más de dinero para sacar la familia adelante. Posiblemente no supiera nada de lugar antes de llegar. Y, casi toda seguridad porque el autor no entra en esos detalles, se había representado la colonia y su trabajo con mejores condiciones de vida. El caso es que no lo destinan a algunos de los dos grandes hospitales, sino que empieza en el pequeño y mal suministrado hospital de Kogo, donde tiene que sustituir al médico jefe, pasando por Mongomo, Nsork y Akurenam. Puestos sanitarios atendidos por practicantes, perdidos en la selva, sin casi población europea y con muchas incomodidades y dificultades de adaptación. Hospitales y viviendas de barro seco en las paredes, techo de nipa y suelo de tierra apisonada. En Akurenam, al fin, ven que las obras de un hospital y una vivienda de obra ya habían comenzado, pero se sentían aún más aislados por la falta de una carretera permanente. Treinta europeos vivían en la zona que dirigía un teniente de la Guardia Colonial y donde existía también una misión protestante con un matrimonio y tres religiosas canadienses.

            Lo que parecía que iba a ser una novela colonial de europeos en la que los personajes nativos fueran simples comparsas, se convierten un completo relato de la vida en los confines de la región y de la vida entrelazada de europeos y guineano. De su jerarquía social y diferenciación en la relación. Por su relación familiar, la novela es muy detallada en lo que se refiere a la asistencia médica y a la evolución de la mentalidad de los fang respecto a la medicina y a quienes estaban encargados de cuidarlos. Original porque no hay apenas testimonios de la vida en las pequeñas poblaciones nacidas tras la expansión de la Guardia Colonial, como Akureman, en las que la civilización occidental llegó lentamente transformando un modo de vida secular. Hay, como es lógico, un homenaje a las personas como el padre del autor que dejaron allí sus años de juventud. El autor tiene una visión singular del país: Aquel niño ntang, blanco, era guineano, nacido en Nsork. Con dieciocho meses de edad su familia lo trasladó a Akureman, en donde encadenó la mayor parte de sus recuerdos infantiles. Guinea no era su país de adopción: era su país sin más, su tierra, su patria si patria es la infancia como alguien dijo: o mejor, su “matria”, refiriéndose al lugar donde nació y al sentimiento que con él lo vincula… (página 89). Esa condición genera una manera distinta de ver las cosas del país.

            Esta intención narrativa de evocación hace que la novela no tenga una intriga definida. Es la sucesión de recuerdos que va formando la vida en los primeros años y en un ambiente distinto. No por ello deja de ser interesante, porque hay mucha originalidad en la existencia del niño colonial. De manera paralela a la familia del practicante Rubio, se va contando la vida de Mitogo Eyama, un niño al que llevan pronto al seminario de Banapá. Su rebeldía hacia el trabajo en las fincas de los padres claretianos lo lleva a participar en la huelga liderada por Atanasio Ndongo y Enrique Gori, a huir de la disciplina y volver a su aldea. El contraste entre ambas historias simboliza la vida guineana. Y no faltan las referencias a los misioneros que trataban de servir de enlace a las dos comunidades, a la vez que buscaban acabar con creencias mágicas y sustituirlas por las religiosas. Muchas veces no llegaban a entender el valor económico de instituciones como la poligamia, que la consideraban simple y llanamente como algo inmoral.

            Los desarrollos paralelos de indígenas y coloniales, cada grupo con sus cuitas internas y una relación entre ellos de jerarquía racial, expresan de manera muy clara el mundo de la colonia. En cierta manera es un ejemplo clásico de novela colonial, entendida como la escrita por uno de los colonos narrando la vida en el lugar. Pero, a diferencia de las que se escribieron en la época que estaban llenas de prejuicios sociales y políticos propios de la mentalidad, La selva que siempre fuiste ha superado estas limitaciones. Está escrita por un colonial, sí; pero que solo vivió allí de niño. Y tiene la perspectiva de alejamiento temporal y espacial. Es una novela escrita más de cincuenta años después de los hechos contados, con una manera de pensar distinta y con la ventaja de conocer los que ha ocurrido después. Esto la hace diferente. Y es, sin duda, una de las mejores novelas escritas sobre Guinea en la etapa colonial por su atención a todos los aspectos de la selva que se trataba de dominar. Una etapa en la que la influencia blanca había logrado influir en la idiosincrasia local, imponiendo algunos criterios científicos a la hora de tratar las enfermedades, metiendo a los nativos en el mundo del comercio, pero introduciendo la cultura que llevó a las élites a abrazar las ideas de independencia: la igualdad y el poder de decisión sobre los asuntos que les interesaban como pueblo. Un proceso que Carlos Efe narra muy bien. No faltan en este recorrido colonial algunos nombres de personas reales, los políticos, funcionarios y eclesiásticos que ocupaban los puestos directores. En la nómina de personajes de menos relevancia, en la de los protagonistas de las historias del libro, seguramente haya también algunas personas reales enmascaradas en nombres supuestos.

            No quiere el autor descuidar el otro aspecto singular de la novela colonial como es la narración del bosque, sus habitantes y sus circunstancias. Aprovecha para narrar sobre la secta bwetí, que en tiempos españoles fue muy perseguida por acusarla de canibalismo. No se ponen de acuerdo los que defienden que este existió en toda su crudeza y los que sostienen que solo comían muertos desenterrados en algunas circunstancias rituales. El autor da su versión, hay que leerla. Interesante la descripción del ritual de iniciación. Un tema muy poco tratado y que Efe quizás tomara de Veciana o Novoa.

            Por último, la novela discurre hacia la independencia con noticias de lo que pasó.

            Novela imprescindible en la literatura colonial española.