DOUGAN, Marcial: A
pesar de todo (Ediciones Carena. Barcelona 2014. 228 páginas).
SIALE DJANGANY, José Fernando:
En el lapso de una ternura (Ediciones Carena. Barcelona 2011. 176
páginas + 1 hoja).
La novela colonial española sobre Guinea es, en gran medida, imaginaria.
Los autores que escribieron durante la etapa colonial no vivieron en Guinea (Masoliver)
o la visitaron ocasionalmente (Valverde). Los que vivieron allí, salvo José
María Vilá, no escribieron sobre la vida colonial sino más bien sobre el bosque
(como Aranzadi). Los escritores contemporáneos que abordan el tema no
conocieron la Guinea colonial. Se escribe en base a recuerdos familiares,
investigaciones históricas, lecturas, charlas… Literariamente no es nada
negativo, la imaginación es en definitiva la esencia de la novela. Pero
históricamente sólo nos muestra una parte de la cuestión, una visión parcial de
los conflictos. Los escritores guineanos que ahora abordan el asunto caen en
algo similar. Los únicos guineanos que escribieron en la época –Evita y Jones-
no abordaron directamente la cuestión colonial y, además, eran escritores “tutelados”
por los españoles. Los nuevos novelistas del país, por edad, no llegaron a
habitar Guinea en la etapa española y deben basarse en fuentes indirectas,
entre ellas –muy especialmente- en las conversaciones y tradición oral que está
impregnada del sentimiento del comunicante y contaminada por errores y falta de
objetividad. Desde el punto de vista literario, nada objetable.
Dougan es un fernandino guineano que estudió y trabaja en España donde
lleva más de treinta años, un español y guineano a la vez. A pesar de todo
es su segunda novela. Y en ella se asoma a uno de los argumentos más polémicos
e interesantes de la etapa colonial, las relaciones sexuales entre colonos y
guineanas y la filiación surgida de éstas. Quizás el tabú más oculto de la
actuación española junto con la recluta obligatoria de trabajadores fang. La
atracción sexual interracial es algo normal. A veces se exacerba, como en el
caso de las colonias donde el contacto era real y frecuente. En la España
mojigata imbuida de moral católica, de rechazo a las relaciones
prematrimoniales y de considerar virtuosa a la mujer virgen, las relaciones con
colonizadas eran uno de los grandes atractivos de la vida en las colonias para
el hombre. Esto ya lo puso de manifiesto Gustau Nerin en su controvertido
ensayo Guinea Ecuatorial, historia en blanco y negro (1998). En el que,
lo mismo que en la novela, se abordaba el abuso de los españoles sobre las
guineanas. También lo usaron los novelistas españoles (la última Luz Gabás en Palmeras
en la nieve), aunque suponiendo siempre el consentimiento.
Marcial Dougan
Pero el tema es más complejo, no puede
reducirse a solo esa premisa y su consecuencia fundamental: la filiación no
deseada o no reconocida. Porque habría que dilucidar cuántas de esas relaciones
sí que fueron consentidas; si hubo violencia, temor reverencial, engaños o
abuso de situación. Si estas situaciones se daban también en la península, por
ejemplo en los cortijos del sur. Y si la violencia y el abuso estaban también
presentes en las relaciones entre guineanos donde –además- aún regía el
matrimonio concertado por las familias con mujeres casi niñas o la poligamia.
Dougan establece una premisa: …sería interesante y determinante que
expertos, no solo jurídicos, sino también antropólogos, psicólogos, historiadores
y políticos se pronunciasen sobre si la supremacía racial, social, laboral y
económica reinante entonces en las colonias era, por sí sola, suficiente para
anular la voluntad de las nativas frente a los colonos. Aspecto imprescindible
y determinante para equiparar los hechos con la violencia necesaria para
establecer una relación de esclavitud (página 10). Este párrafo resume la
determinación de uno de los protagonistas de investigar el tema. Y la narración
de situaciones sufridas forma la base argumental del libro. Juan, el
protagonista, inicia una investigación entre mujeres que vivieron la colonia y
fueron madres de mulatos. Su intención era saber si estas situaciones eran
masivas y si podría considerarse un crimen contra la humanidad. ¡Enorme esfuerzo!
Más allá de la ambición inicial del argumento, existe en el autor un
deseo de plantear los hechos y dar a conocer la situación. Las colonias partían
de un hecho abusivo: la diferencia entre razas y la postergación de los
indígenas legal, social y usualmente. Esto favorecía la arbitrariedad en todos
los aspectos. La concreción en actos dependía de la voluntad, la personalidad o
bondad/maldad del ejecutante (colono). El incidir en un aspecto negativo no
implica incluir en él a todos los coloniales que pisaron Guinea Ecuatorial. A
veces estos relatos resultan más polémicos de lo que debieran por generalizar
lo que el autor sólo quiere reflejar.
La técnica narrativa es la del investigador que realiza entrevistas para
hacerse una idea de lo que pasó y ver si se ajusta a su hipótesis inicial. La
novela no se va por las ramas, es muy concreta y directa. Añade puntos de vista
subjetivos a la narración del autor. Y
termina con un final deliberadamente fallido. El investigador opta por no
continuar por razones que no debemos desvelar para conservar el interés por el
argumento. En todo caso, los sentimientos personales y las complicaciones de
cada situación personal están detrás de ello. Pero concluye: Confío en que este sea solo
un peldaño, que otros continúen colocando más peldaños hasta formar la escalera
que conduzca como mínimo al restablecimiento de la honra de muchísimas mujeres
guineanas en particular y africanas en general que fueron forzadas sexualmente,
tal vez no físicamente, pero sí por encontrarse en inferioridad social,
laboral, política y económica (página 228).
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José Fernando Siale es un autor guineano
residente en Guinea, lo que lejos de ser una redundancia resulta hoy día algo
poco frecuente. Según sus datos en la web www.casafrica.com
: Este
autor forma parte del grupo de autores de Malabo que desde la década de los
años noventa han promovido el renacimiento de la literatura ecuatoguineana
escrita en español. Una de las señas de identidad de estos escritores, y
particularmente de Siale, es la reivindicación y la afirmación de su
adscripción euro-africanista, libre de consideraciones políticas y de
sentimientos de desarraigo o exclusión. Destacan entre sus obras las novelas Cenizas de Kalabó y Termes (2000) y Autorretrato con un infiel (2007), y los relatos breves de La revuelta de los disfraces (2003). Y la página de la editorial carena, que publica
algunos de sus relatos, nos completa la biografía con otras breves notas: nació
en Santa Isabel (actual Malabo, en Guinea Ecuatorial) en junio de 1961. Jurista
de formación, cursó estudios universitarios en Francia. Posteriormente,
diplomado por la Escuela Nacional de la Magistratura de Francia. Además, es
escritor e instrumentista musical. Como autor literario, forma parte del grupo
de autores de Malabo, con una visión renacentista de la literatura
ecuatoguineana escrita en español, en un estilo histórico-realista en el que a
menudo interviene la metáfora, los entes y los milagros. Exactamente como lo
vive la gente de su tierra.
José F. Siale
En
el lapso de una ternura es una colección de cuentos sobre Guinea Ecuatorial
en la que aborda el periodo colonial y el actual. El escritor usa la ironía
como estilo, el humor ácido y un ingenioso sistema de enmascarar las verdaderas
identidades de algunos personajes. Puede el lector jugar a adivinar quién se
esconde tras el nombre, a lo mejor encuentra las claves navegando en internet.
Original es también la falsa bibliografía que añade al final. Tiene un lenguaje
muy personal, rico, a veces críptico y lleno de referencias enmascaradas alunas
de las cuales son muy difíciles de identificar para el lector no guineano. Crea
un universo en el que lo real y lo mágico se superponen, establece anacronismos
y combina los hechos y los personajes para componer un mosaico de la sociedad
guineana en el periodo final de la colonización española.
El autor no quiere, al menos en este libro, trazar una crítica realista
de la sociedad colonial en su faceta completa (colonos y colonizados), sino que
desarrolla relatos imaginativos en los que enmarca personajes que pueden ser
reales. No obstante, hay un buen ejemplo de lo que fue la vida colonial
representado en el abuso del colono y la resistencia pasiva de los nativos en
el cuento Desandando la vanidad, el pobre Arturo dos Santos. Una bonita
fábula sobre la imposición colonial, las relaciones informales y el poder
tradicional local frente a la autoridad impuesta. El comerciante colonial desprecia a los habitantes del pueblo y éstos, como venganza, dejan de comprarle, lo consideran invisible y le obligan a pedir clemencia.
Por último, constatar que cada vez hay mejor literatura en Guinea
Ecuatorial.
Tengo la dicha de ser un gran amigo de Frenando Siale, y ser su médico personal, vivo y trabajo en Guinea desde 1995, me siento muy contento de leer su trabajo, porque creo que se lo merece, es un luchador por inspirar la literatura en Guinea, y una bella persona.A mí me animó mucho para escribir mi novela amor y guerra en el palenque. Si visita Guinea Ecuatorial, en la clínica Cristiana tiene usted un amigo.
ResponderEliminargracias.