GRAMAJE, Vicente R.: Cuando leas esta carta. La canción de
Chamorra (Círculo de Lectores. Barcelona 2011. 354 páginas + 1 hoja).
El
protagonista es un médico, viajero por el norte de Marruecos, que por
casualidad descubre restos de un español caído en Monte Arruit. No sé si es un
enmascaramiento del autor, que descubrió también las guerras del Rif, o una
imagen que viene bien al lector poco conocedor del tema que se acerca a él por
vez primera a través de la novela. Gramaje es también médico rural, las
lecturas le llevaron descubrir la guerra y de ahí le nació la idea de esta
novela que obtuvo el premio Círculo de Lectores en 2011.
En
ese argumento tan trillado, la originalidad que busca el autor es narrarlo a
través de la visión actual de un personaje ajeno a la guerra y centrar el
relato de los hechos en un capitán que estuvo en el alejado puesto de Chamorra.
Lo plantea en dos planos geográficos y temporales distintos. Unas visiones
históricas de los sucesos en el puesto antes de la rota de Annual y una
investigación actual de un médico que encontró por casualidad una carta en
Monte Arruit y busca a los protagonistas. Con esta bifurcación de la historia,
y con la intriga que introduce en la investigación del médico acerca de los
personajes del pasado, la novela se hace amena. Es una narración tradicional,
cronológica y sin rupturas vanguardistas. Los personajes actuales son de una
normalidad sin altibajos, con sentimientos y consideraciones que están dentro
de lo que le pasa a la mayor parte de la gente. Los de la guerra se sitúan
aparecen dibujados con caracteres más fuertes porque están emplazados en una
situación límite entre la vida y la muerte acechante. Por eso, las escenas de
la posición en el Rif están bien medidas, ya se ha contado muchas veces antes,
y el escrutinio de los personajes contemporáneos en busca del descendiente de
la mujer de 1921 parecen un poco estiradas de páginas. El autor juega con el
contraste de las dos dimensiones para mantener la atención, lo que consigue si
bien la tensión decae en algunos episodios. Todo busca un final emotivo, la
conexión de los antiguos protagonistas con los contemporáneos y una explicación
amable de la superación de viejos traumas.
La
parte colonial poco aporta de nuevo. En ese aspecto es una novela para lectores
que acuden por primera vez al Rif literario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario