sábado, 25 de enero de 2025

CUENTOS DEL MARRUECOS ESPAÑOL (4): AISHA KANDISHA de GLORIA BERROCAL

 

BERROCAL, Gloria: Aisha Kandisha (Litograf. Tánger 1999. 108 páginas. Ilustraciones de Zoubair).

 


            Esta colección de seis cuentos muestra la visión marroquí de una niña que crece en Alcazarquivir. La percepción de una situación que para ella es normal (no conoce otro lugar de residencia), pero que intuye peculiar. Hay muchas cosas que son distintas según las familias y la religión. La situación de su amiga en el cuento Betul, al crecer y llegar al matrimonio. La niña lo aprecia, pero no puede comparar. Hay una incomprensión que viene del desconocimiento y el miedo. Del misterio que no abarca la lógica y se representa en esa figura mitológica de la tradición marroquí que es la Aisha Kandisha. La solución mágica ante lo inexplicable.  Frente a lo extraño, aparece el temor. Lo refleja muy bien la niña, ya crecida, que va a Ceuta en el cuento Inma. Y ese temor que subyacee en las relaciones, simbolizada en la rivalidad de dos hombres en Séfira, el último de los cuentos en el que la tensión del relato alcanza un nivel muy alto..

            Aisha Kandisha es un libro escrito con mucha sensibilidad. Con el disimulo de la mirada infantil sobre los hechos, se desliza la visión de una situación doméstica afectada por la política: la vida familiar en un país extraño y las relaciones, amistosas o vecinales, que se suscitaban. Berrocal lo hace con claridad, con un estilo directo y con buena escritura.



            Quizás porque se publicó en Tánger, no ha tenido la repercusión que merece. La buena edición del responsable -Juan Carlos Sánchez- y del ilustrador -Zoubair-, ayudan a enmarcar estos seis relatos que están pidiendo que los estudiosos de este tipo de literatura se fijen en ellos.

lunes, 30 de diciembre de 2024

NOVELAS DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA (20): EL ÁRBOL DE LAS PALABRAS de ANDRÉS PASCUAL

 

PASCUAL, ANDRÉS: El árbol de las palabras (Espasa. Madrid 2024. 529 páginas).

 


   Andrés Pascual ha escrito una novela de reconstrucción. Es decir, una novela donde trata de recrear la vida colonial en la Guinea española y que, a falta de fuentes sobre lo cotidiano, hay que ir suponiendo con labores de arqueólogo literario. Hay en su obra un deseo de explicar el desarrollo de las gentes en la colonia en una época muy temprana, en la que apenas había españoles y las fiebres acababan con las expediciones de manera expeditiva. Para poder trazar su concepción del pequeño universo tropical, idea varias ficciones paralelas. Quizás el deseo de explicar la historia, de contener entre sus imaginados episodios retazos de la historia real, acumular hechos y situaciones, hace que la intriga decaiga y se resienta la acción.

            La reconstrucción de la vida colonial tiene dos caras: colonos e indígenas. Si la parte occidental es complicada (ya digo que hay pocos escritos de los primeros habitantes narrando sus peripecias), la segunda es todavía más por las mismas razones a las que hay que añadir la incomprensión de los europeos del mundo bubi. Por este motivo, y por el deseo del autor de llegar al lector contemporáneo, hay algo anacrónico en las relaciones entre guineanos y europeos y en el protagonismo de las mujeres. Los bubis no tenían la facilidad de trato con los españoles que se presume en algunas escenas del libro. Y las mujeres españolas que en esa época habitaban la colonia se contaban con los dedos de las manos, estaban todas casadas y llevaban una vida subordinada. La mayoría de los colonos acudían solos, dejando a las familias en la península por el temor a la enfermedad y por la falta de posibilidades educativas.



            Evidentemente el autor, que tuvo antecedentes familiares en Guinea, se ha documentado bien sobre el lugar y su historia. Al final ofrece una pequeña bibliografía, aunque de la lectura se extrae la certeza de que hay muchas más lecturas y una larga memoria familiar. En este aspecto, la novela responde al deseo del autor de hacer llegar al lector que desconoce estos episodios, los hechos de la colonización pionera y casi titánica. Novelando, al fin y al cabo, Andrés Pascual se ve obligado a trazar un argumento principal con varias ramificaciones. En este aspecto ficticio, de imaginación, es donde la vida colonial está peor dibujada. Por no caer en un reportaje histórico, abrió caminos que no se cerraron bien. En ocasiones la intriga es muy leve y tiene que sorprender con nuevas historias como la llegada de Iradier en la página 258. Esta acumulación de hechos y personas, el cambio de geografías y el salto cronológico final, hacen perder una cierta cohesión al relato principal.

            Lo principal del libro es la reconstrucción colonial, la descripción de un modo de vida pasado, irrecuperable y desconocido.

 

lunes, 25 de noviembre de 2024

NOVELAS DEL DESASTRE DE ANNUAL (37): CENTAUROS DEL RIF de DAVID GÓMEZ

 

GÓMEZ, David: Centauros del Rif. La última carga del Alcántara (Edhasa. Barcelona 2024. 285 páginas).

   La segunda novela de David Gómez sigue la ruta de Annual. Ya comentamos la primera titulada Fuego sobre Igueriben

https://novela-colonial-hispanoafricana.blogspot.com/search/label/G%C3%B3mez%20%28David%29



Ahora vuelve con el mismo personaje principal, el periodista Luis Codrán, que no sabemos si escribe mucho o no, pero que tiene el instinto peligroso de estar en todos los líos y salir vivo. El usar un periodista para contar la historia es un recurso muy utilizado, pero sigue siendo útil. El protagonismo que coge no es realista, pero es necesario para encuadrar la acción y salir de una mera descripción histórica. No sé, a estas alturas, si Codrán seguirá la campaña hasta Alhucemas en otras novelas posteriores.

   El autor va a narrar la retirada de Annual y la tragedia de Monte Arruit centrando los hechos en la acción de los caballeros del Regimiento de Alcántara, los verdaderos héroes de un desastre a los que, incomprensiblemente, no se les dio la laureada colectiva hasta 2012. Es evidente, y de sobra conocido, que la acción de este regimiento, y poco más, salvo el honor guerrero nacional en unos momentos donde predominaron la incompetencia, el pavor y la cobardía. Hechos que, por otra parte han sido novelados en muchas ocasiones desde Los caballeros de Alcántara (1921) de Antonio de Lezama. Y parcialmente en casi todas las novelas del ciclo de Annual.

   Por tanto, Gómez no es original en la temática a tratar. Ni lo pretende porque su relato es muy fiel a la historia. Hay poco de ficción y mucho de realidad en las páginas. No nos va a descubrir ningún aspecto. Y escribe de una manera ortodoxa, sin vanguardismos de ninguna especie. Siguiendo la ruta de la huida, y empleo huida en vez de retirada porque es lo que subyace en la escritura de David Gómez: Annual, Izummar, Ben Tieb, Drius, Río Gan, Batel y Monte Arruit. Su narración corresponde a una novela bélica, género poco tratado en la novela española. Los elementos que suelen introducir los autores para enriquecer estos relatos (amores peligrosos, política de trasfondo, etc.) aquí no aparecen o lo hacen de una manera muy tenue. Es una novela con una acción principal, un argumento único y desarrollada cronológicamente.

            Estas características podrían dar lugar a la simpleza literaria, pero no es así. Lo extraordinario de los hechos sucedidos es suficiente como para no tener que imaginar. La personalidad de los que sufrieron la campaña, basta para crear un personaje. Para rematar, David Gómez no se va por los cerros de Úbeda escribiendo sin tasa y ha conseguido una novela con el número de páginas suficiente.

            En el discurrir de los hechos, el autor sostiene una tesis que está puesta de relieve en la historiografía actual. ¿Fue el general Navarro el principal culpable de la matanza que siguió a la retirada de Annual? Es lo que sostiene, frente a la decidida actuación de los hombres del Alcántara llevando a los supervivientes a un lugar seguro que era, entonces, Dar Drius. Tampoco se libra la excesiva prudencia de Berenguer al no atacar hasta no tener un número suficiente de hombres en Melilla como para vencer por mayoría, postura que recuerda a la de Marina en 1909. Ellos sabían cómo combatía el enemigo.

            En esta tesitura, tal vez se eche de menos u retrato psicológico más elaborado de Navarro y sus razones para actuar como lo hizo.

            En todo caso, una novela entretenida, de buen ritmo y sujeta a los hechos.

lunes, 11 de noviembre de 2024

NOVELAS DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA (19): LOS ÚLTIMOS DE SANTA ISABEL DE FERNANDO POO de RAFAEL RAMÓN ARROYO NADALES

 

ARROYO NADALES, Rafael Ramón: Los últimos de Santa Isabel de Fernando Poo (Siníndice editorial. Logroño 2024. 169 páginas).

 


            Este es un blog dedicado a novelas que se desarrollan en las colonias españolas en África. El título de esta aparentemente está relacionado con la temática, pero no es así. El autor escribe un epílogo que debió aparecer como nota previa donde confesa algo que resulta obvio al leer el texto:

1º. No es una novela histórica.

2º. Santa Isabel de Fernando Poo es un escenario/pretexto.

3º. Nunca hubo sublevación de nativos en la isla. La guerra es un personaje más.

            La novela, además de no responder a nada histórico, está llena de anacronismos y de errores de situación. Al autor lo que le interesaba era llevar a os personajes a una situación límite y defender unos valores. En Fernando Poo nunca hubo las unidades militares recogidas en la historia, ni sublevaciones de esa índole, ni las relaciones interraciales fueron tan amables y respetuosas. El autor es soberano para escribir lo que quiera y situarlo donde le plazca, pero el lector debe saber que nada de lo que cuenta tiene relación con la antigua Guinea Española.

jueves, 31 de octubre de 2024

BIBLIOGRAFÍA DE LA NOVELA COLONIAL (3): EL DESASTRE DE ANNUAL LEYENDO NOVELAS de JOSÉ MARÍA INCAUSA

 

INCAUSA, José María: El Desastre de Annual, leyendo novelas. (Autor-Amazon. Italia 2023. 363 páginas. Portada de Javier Arribas Pérez).



            José María Incausa ha concebido este ensayo como un recorrido por los hechos más importantes del desastre de 1921, revisando lo que algunas novelas dicen sobre los mismos. Comienza con los antecedentes de la campaña, referencias geográficas, la organización del ejército y la personalidad de algunos de los protagonistas más señeros. Termina, después de los acontecimientos bélicos, con la historia posterior: desquite, expediente Picasso y lo que quedó en Marruecos.

            Hay que alabar la paciencia del autor para entresacar los fragmentos de libros (no todos son de novelas) y componer un relato de relatos. Por la complejidad de los sucesos y la extensa literatura que ha generado, el libro no puede ser exhaustivo (necesitaría varios tomos, toda una enciclopedia). Por eso se echa de menos una bibliografía, que debe estar presente en este tipo de obras, y una selección mayor de novelas. Quizás también haya seleccionado los diversos episodios desde la novelas que ha utilizado, dejando algunos otros sin mencionar.

 

viernes, 18 de octubre de 2024

NOVELAS DE LOS JUDÍOS DE MARRUECOS (4): EL MÉDICO DE TÁNGER de PAZ AMSELEM

 

AMSELEM, Paz: El médico de Tánger (Vivelibro. Madrid 2018. 336 páginas. Portada de Enrique Simonet Lombardo).

 


            La novela de Paz Amselem hace un recorrido familiar, entre la admiración y la nostalgia, por la vida de su padre que es, en definitiva, la vida de una generación. No se trata de una biografía, el lector comprende que en el relato algo de realidad y algo de ficción, por eso es una novela. Este tipo de libro de recuerdos prestados normalmente solo tiene interés para la familia, pero este es un caso diferente. Primero, por la personalidad del protagonista, enmarcada en un periodo histórico lleno de grandes acontecimientos: Guerra Civil española, II Guerra Mundial, Tánger internacional… Segundo, porque el interés está también en la habilidad de la autora para situar al personaje en el escenario de un Marruecos sometido al protectorado y, especialmente, de un Tánger con el estatuto vigente. Tercero, porque la autora es también protagonista de estas situaciones y huye de los tópicos habituales de las novelas sobre Tánger escritas por los que no vivieron en la ciudad y en la época.

            Pero hay otras dos características en la novela de Amselen que la hacen original. Una, la mirada del protagonista porque se trata de un judío que conoce los detalles de lo que está pasando a sus hermanos de religión, que se ve impotente y solidario, que interioriza el sufrimiento y trata de compensa su actitud mediante la participación en la operación Mincemeat que precipitó los acontecimientos finales de la guerra. Otra, la mirada de la narradora: un niña que va creciendo, que trata de comprender el mundo desde la ingenuidad de la inexperiencia y que se siente sola o distinta en un mundo también distinto.

            El libro tiene un final que, en cierta manera, es lógico. La marcha de la familia a Israel cuando estaba naciendo el nuevo Estado y la situación en Marruecos, especialmente en Tánger, cambiaba por momentos y se perdía la esperanza en el futuro mejor. En un final lleno de emoción, la narradora va a recobrar los recuerdos vividos y a encontrar explicaciones a lo que pasó.

 

jueves, 19 de septiembre de 2024

MARRUECOS EN LA NOVELA LEGIONARIA (14): HEROÍSMOS de LUIS DE SALVADOR

 

SALVADOR, Luis de: Heroísmos. (Editorial Tarragona. Tarragona 1922. 43 páginas + fotografías).

 

            La novelita de Luis de Salvador es un breve relato con poca gracia, más un informe que una novela, que parte de a temática rosa para adentrarse en el tópico de legionario huido de la justicia por amor y termina con la mora buena que ayuda a escapar al protagonista de los moros malos. No tiene relevancia, ni atractivo.

            Pero el interés de esta obra no radica en las páginas de la novela. En realidad, el autor lo único que hizo fue resumir el argumento de una película muda que se rodó en 1922 y que constituye una de las primeras aportaciones al género cinematográfico colonial. Efectivamente, Salvador se reunió con otros amigos de Tarragona para idear, financiar y filmar una rareza. La dirigió Luis Bonet y el cartel fue dibujado por Francisco de Cidón. Los actores fueron aficionados de la ciudad catalana y se hizo para recaudar fondos para un hospital de la Cruz Roja. Bonet era uno de los promotores, como señala Josep Barceló Prats en la Rev Med Cine [Internet] 2018;14(1).

            En 2012 se descubrieron unas cajas que contenían la película, en muy mal estado. Se restauraron los fotogramas y se recuperó más de la mitad de la cinta.

martes, 10 de septiembre de 2024

NOVELAS DE CEUTA (6): LA GESTA IGNORADA de FRANCISCO OLIVENCIA RUIZ

 

OLIVENCIA RUIZ, Francisco: La gesta ignorada. Fragmento novelado de la historia de Ceuta 1640-1669 (Imprenta Imperio. Colegio de Abogados. Ceuta 1989. 150 páginas + 3 hojas)

 


            Olivencia escribió una novela sencilla para explicar, con más amenidad que erudición, los hechos que ocurrieron en los años 1640 y sucesivos y que marcaron la españolidad de la ciudad. Es sabido que, tras la muerte sin sucesión del rey don Sebastián en la Batalla de Alcazarquivir, el trono portugués pasó al rey español Felipe II. Los dos países se mantuvieron unidos hasta 1640 en que se rebelaron los portugueses y lograron la independencia. Ceuta fue parte del reino portugués, pero ese año los caballeros de la ciudad decidieron seguir fieles al rey español y romper los vínculos lusos. La historia la cuenta Olivencia con base histórica, personajes reales y pocos adornos.

   Es un recorrido en el que se abre el lector la posibilidad de conocer de manera amena lo que ocurrió desde 1640, que fue el año de la españolidad de Ceuta, hasta fechas relevantes en la ciudad: 1655, año en que los ceutíes elevan queja al rey por no ser plenamente castellanos; de una importante batalla; 1656, con la batalla a las puertas de la ciudad; 1669, cuando los habitantes ya son considerados castellanos a todos los efectos (el año anterior, e el Tratado de Paz con Portugal se había reconocido a la ciudad como española); o 1668 cuando la reina reconoció los privilegios de Ceuta.

            El libro, sin excesos literarios, reproduce también algunos de los documentos esenciales en la historia ceutí, lo que leva al lector a acabar de comprender los acontecimientos narrados en treinta años de repaso.

 

miércoles, 14 de agosto de 2024

MARRUECOS EN LA NOVELA LEGIONARIA (13): LA BANDERA de PIERRE MAC ORLAN.

 

MAC ORLAN, Pierre: La bandera (Luis de Caralt editor. Barcelona 1974. 300 páginas + 2 hojas. Traducción de Mariano Tudela; Luis de Caralt editor. Barcelona 1977. 299 páginas; Orbis. Barcelona 1988; 192 páginas; Almuzara. Córdoba 2006. 265 páginas).

 








            Pierre Dumarchais nació en 1882. Llegó a Paris con ánimo de triunfar como pintor, pero la vida le llevó a la escritura. Usó el pseudónimo de Pierre Mac Orlan. Es autor de varias novelas notables como El canto de la tripulación (1918) o El muelle de las brumas (1927). El éxito rotundo le llegó a partir de la publicación de La bandera en 1931, acrecentado por la realización de la película con igual título dirigida por Julien Duvivier en 1935 con Jean Gabin y Annabella. La novela no pudo traducirse en nuestro país hasta 1974.

            En aquella época, la dominación colonial de Marruecos no se veía tan mal como ahora. Muchos creían que se podía ayudar a un país empobrecido, aun a costa de la ocupación militar. Por otra parte, La Legión era un cuerpo de prestigio. Tiempos de épica militar, de héroes de guerra, de batallas continuadas y generacionales. Mac Orlan, crea un tipo de antihéroe que va muy bien a La Legión. Un desesperado, marginal, pendenciero y sin nada que perder. En un momento de angustia, de verse sin salida en la vida, opta por alistarse el Tercio de Extranjeros español ya que las circunstancias lo llevaron a Barcelona. Mac Orlan era francés, podía haber elegido la Legón Extranjera francesa que llevaba más recorrido e historial. Quizás quiso huir del modelo que popularizó P. C. Wren y prefirió escoger el cuerpo español para señalar diferencias. El escritor era un hombre que conocía el tipo sobre el que narraba: inquieto en la vida, con mil oficios y malas compañías. Una persona que se vio muchas veces obligado a cambiar de lugar y de vida hasta recalar en el oficio de escritor. Admiraba La Legión al igual que lo hizo Julian Duvivier, el director de la versión cinematográfica de 1936. No eran ultraconservadores, ni militaristas, sino más bien lo contrario. En los años treinta había otra visión de los asuntos africanos.

            La Legión como escondite, refugio, salida frente a la angustia, la depresión o el delito. Para los que se mienten a sí mismos y los que quieren dejar de hacerlo. Para los aventureros y los patriotas, los héroes en ciernes. Una tropa de legionarios que, por principio, está compuesta de aventureros, forma un conjunto moral bastante difícil de definir. Los legionarios no son maleantes (página 48 de la edición de Orbis). La vida anterior se dejaba fuera y se iniciaba una etapa de redención. No todos se recuperan. Frente a la vida rutinaria, a veces inactiva, sin sorpresas, se presentaba una vida de acción, de continuo ajetreo y de contacto con la muerte.



            El autor no necesita muchas palabras ni descripciones extensas para mostrar la vida legionaria. Las relaciones entre los personajes, idas y venidas, cuartel y permiso, le sirven para entrar en lo que era la cotidianidad de Dar Riffien. Seres sencillos de vidas complicadas que levantan sospechas, también camaradería y nobleza. El estilo es seco, cortante, porque los personajes también lo son. Vidas para la lucha que explica magistralmente en un párrafo:

 La paz era una penosa consecuencia de la guerra. Con la paz la vida seguía su ritmo monótono y severo. Un aburrimiento trágico les dominaba hasta el punto de transformar sus personalidades. La mayor parte de los legionarios se desdoblaban. Cada uno ofrecía dos personajes animados por fuerzas que no eran ni el bien ni el mal. Los legionarios acuartelados vivían una vida imaginaria, cuyas invenciones podían ser difíciles de prever. Bajo el fuego, aparecía despojado de toda literatura, como un engranaje perfecto en la delicada máquina de hacer la guerra (página73).



   La Legión unía en un ideal orgulloso, leal y disciplinado. Pero no para cualquier hombre, sino para un tipo especial o distinto que encuentra su camino cuando la guerra se hace inevitable.  No sé qué conocimientos tenía Mac Orlan de la Legión Española. Da la impresión de haber hablado con legionarios que le contaron sus peripecias, pero en la descripción de los puestos se aleja del modelo español y se acerca al francés. Da igual. El diseño de vidas desarraigas, de hombres que no vislumbran el futuro, de la escasez de dinero y proyectos, no sufre por eso.



   Es curioso que en una novela de ambiente colonial y militar apenas haya personajes marroquíes. Se limita a algunas prostitutas y tiradores anónimos. Tampoco hay guerra, solo un episodio final para iniciar la conclusión. Lo que hay son tipos característicos, contradictores, rivales en todo. Una rivalidad en la que el odio puede dar lugar a la nobleza. Cuando las condiciones de existencia enseñan el único camino conocido. O, como dice Mac Orlan: La vida es así, las rosas que una cree coger solo son apariencias. Todo lo que es hermoso, todo lo que huele bien, todo lo que es agradable a la carne y al corazón, son apariencias. Solo los genios conocen las leyes de la realidad (p. 160).


   Un clásico para releer.


viernes, 12 de julio de 2024

MARRUECOS EN LA NOVELA LEGIONARIA (12): LEGIONARIOS. EL MAÑO de PEDRO CIRIA AMORES

 

CIRIA AMORES, Pedro: Legionarios. El maño (Mira ediciones. Zaragoza 2016. 359 páginas).

            Ciria se acerca al hecho de Annual desde La legión. Es una novela dividida en tres partes. La primera es una narración muy descriptiva y un tanto larga de la llegada de nuevos legionarios al campamento de Dar Riffien. Pioneros en el nuevo cuerpo, son los encargados de iniciar la vida militar del lugar. Es una sucesión de anécdotas de cuartel, con poca acción y poca novedad respecto a lo que ya se ha escrito.

            La segunda parte narra las peripecias de los legionarios instalados en la posición de Uad Lau y la incorporación a la columna que tiene que combatir en Xauen. Sigue la misma tónica de descripción de la vida legionaria, falta de acción y poco desarrollo de lo bélico. Al autor le interesa describir lo que fue la experiencia de los jóvenes alistados. Así que la primera escena de guerra tiene comienzo en la página 206. Tampoco en esto es original la narración. La larga marcha de dos banderas hacia Ceuta culmina esta parte. Pero el autor es frío al contralo, le falta la emoción propia de una novela bélica. Es fiel a la realidad, pero lo cuenta más como periodista que como novelista. La ficción pura la introduce a través de los personajes, la vida que llevaron hasta llegar al Tercio.

            La tercera parte nos sitúa en Melilla en los días posteriores al desastre. Con la misma tónica narrativa, el autor tiene guiños para Sender y el Viance de Imán, el cabo Terreros y otros personajes secundarios de los hechos que se unen a los mencionados desde el principio: Franco, Millán Astray, Arredondo, y los pioneros del cuerpo. Los expedicionarios acuden a los blocaos, a Monte Arruit, a Casabona, a Zoco el Hach, la ruta de los primeros días de la reconquista.

            En resumen, una propuesta de lo que pudo ser la vida legionaria pero con un exceso de cortesía entre camaradas y falta de la violencia habitual en esos días, la angustia de la situación y la presencia del enemigo.