CARZORLA PRIETO, Luis María:
Las semillas de Annual (Almuzara. Córdoba 2015. 471 páginas + mapas).
Cazorla culmina aquí su trilogía sobre los inicios del Protectorado
español en Marruecos. Le ha dedicado casi mil quinientas páginas en tres
abultados libros. Y ha conseguido interesar y entretener, lo cual es ya un
mérito teniendo en cuenta la dimensión del proyecto. Los dos primeros títulos
ya tienen una entrada en este blog. En el tercero, el autor nos apunta al
desastre de Annual. ¿Se puede escribir una novela sobre este tema y que
interese? ¿No se ha agotado ya el filón? A la primera pregunta responderé que
sí y a la segunda que no. En esto, como en todo, el valor estriba en la calidad
y en la originalidad. Cazorla no escribe sobre el desastre sino sobre la
génesis del mismo, sobre algunos acontecimientos previos que levarían a la
derrota frente a Abd el Krim.
Luis María Cazorla Prieto
Cazorla escribe una novela histórica en el estricto sentido del término.
No encuadra un argumento en la historia, ni inventa misterios, tesoros o
conspiraciones. Se centra en la narración de los hechos acaecidos entre 1920 y
1921. En ocasiones parece una novela-reportaje, como al principio, porque se ve
obligado a poner al lector en antecedentes y hace un resumen de la situación
política y militar. Pero el argumento se enriquece con la aparición de
personajes ficticios y con el toque policiaco que le da a algunos de sus
sucesos, recuperando al capitán Pozo de la Guardia Civil que ya aparecía en la
novela anterior resolviendo el asesinato de la Cuesta Colorada. La novela, como
toda la trilogía, gira en torno a la figura del general Silvestre, su contrario
El Raisuni y su rivalidad con el general Berenguer.
El autor, muy documentado en los que ocurrió, y con un conocimiento
familiar de la vida cotidiana, establece tres grandes líneas argumentales que
llevarán a una consecuencia lógica: el desastre.
La primera la rivalidad militar entre los generales Berenguer y
Silvestre. El segundo ascendió antes al generalato pero el primero era alto
comisario en Marruecos. Esto causaba conflictos personales y profesionales
puesto que Berenguer, cuando fue ministro, suprimió la consideración de que el
alto comisario fuera jefe del ejército en Marruecos. Esto trató de corregirlo y
se dictó un decreto para asegurarle la primacía. No obstante, no se atrevió a
ejercer ese mando supremo con la energía requerida y dejó actuar a Silvestre
con demasiada autonomía. Berenguer, que dirigía las acciones en el frente
occidental del Protectorado, se compensaba adjudicándose más tropas y medios
que los destinados a la Comandancia de Melilla a cuyo frente se encontraba Silvestre.
La rota de Annual supuso también el retroceso de lo que se había hecho desde
Tetuán durante años.
Larache, calle de Canalejas. Escenario de la novela por hallarse situados allí el hotel España y el cine España
La segunda se centra en la figura de El Raisuni, como en sus dos novelas
anteriores. La opción por el
enfrentamiento con el cabecilla frente a una política de entendimiento. Y que
la guerra en las montañas de Beni Arós se desarrollara al mismo tiempo que la
lucha contra Abd el Krim, en vez de ordenar una prioridad entre uno y otro
frente.
La tercera es el consabido clima de corrupción que afectaba al Ejército
español en Marruecos y que mermaba considerable la Equipación de la tropa.
Cazorla lo ejemplifica en el escándalo del millón de Larache, un caso sonado en
la época y que dio lugar a un libro del escritor López Rienda (personaje de la
novela). Resumidamente se trata de una sustracción mensual de esa cantidad de
dinero de Intendencia que acababa en los bolsillos de los militares
correspondientes según un turno de reparto que habías establecido. Como suele
ocurrir en España, el tema se sustanció con el procesamiento de dos mandos
intermedios: el capitán Jordán y el paisano José Gargallo (reflejado
indirectamente en otro personaje de la novela).
Portada del libro de López Rienda de 1922
Cazorla escribe con un estilo sobrio, con la precisión de un jurista
pero sin adornos literarios más allá de lo imprescindible. La precisión que evita interpretaciones dispares. A pesar de no ser un novelista de oficio, no cae en los errores de los ocasionales como la adjetivación excesiva, el uso de imágenes de segunda mano o la minuciosidad en lo nimio. La lectura es grata
pero tal vez da por hecho que el lector conoce los entresijos de la
historia. El autor es un experto en los
hechos, en la figura de El Raisuni y la política española en Marruecos
alrededor de 1920. Ha tenido el acierto de llenar un hueco en la novelística
española sobre el Protectorado: La zona occidental y la vida civil. La trilogía
de Cazorla es ya imprescindible en esta materia a la que dedicamos el presente
blog.
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