La atracción del
Protectorado sobre el escritor español del primer cuarto del siglo XX fue muy
grande. Y continuó algunos años después, perdiendo fuerza después de la
independencia del país. El lugar, y el singular estatuto político,
proporcionaron a los autores temas de renovación argumental y estética. La
guerra les dio un sinfín de posibilidades narrativas, incluso a los menos
imaginativos. Los personajes diferentes, la mezcla de costumbres, las razas
distintas que era un argumento recurrente, las religiones comparadas y el
persistente gusto exotista que trataban de trasladar al lector como una esencia
del misterio o la intriga. Uno de los vehículos más populares fue la novela
corta que llegaba a los lectores periódicamente y se leía por hábito semanal o
quincenalmente. Vamos a dar un breve repaso a algunos de los relatos que no
hemos mencionado en otras entradas.
MICÓ, Carlos: El camillero de La legión (Madrid
1922. La Novela de Hoy nº 22. Sucesores de Rivadeneyra. 61 páginas.
Ilustraciones de Varela de Seijas).
- La sed (Madrid 1923. Editorial Gráfica. La Novela Gráfica nº 30. sp).
- La sed (Madrid 1923. Editorial Gráfica. La Novela Gráfica nº 30. sp).
Micó (Filipinas
1886- Madrid 1982) era un personaje curioso, suboficial de La Legión y miembro
de la sociedad teosófica. Fue director del semanario Los Aliados,
publicación aliadófila que apareció durante la I Guerra Mundial. Noveló algo de su historia personal y de sus
inquietudes espirituales en dos novelas breves, Lupo, sargento y El
camillero de La Legión. La novela comienza con una entrevista que Artemio
Precioso, director de la colección, hace al autor y que nos sitúa en su
trayectoria vital. Es una típica novela legionaria, centrada en la vida de un
soldado en el cuartel y en el frente, elogio de la bravura y la camaradería. Fue
autor de un libro de recuerdos legionarios, Los caballeros de La Legión
(1922). La sed (1923) es una incursión en el exotismo y el amor irrefrenable por la mujer mora.
ABRIL ALEGRE, Domingo de: Las águilas del Tercio
(Madrid 1923. El Libro del Día nº 8. 32 páginas).
-
En Xauen se ha puesto el
sol o la retirada de Jenofonte. (Madrid 1923? El libro del Día nº 12 . 30
páginas).
Domingo de Alegre
publicó en su colección El Libro del día dos relatos breves sobre el Marruecos
español. Las dos llevan como subtítulo El drama de Marruecos entre
bastidores y el autor confiesa que solo es responsable de la recopilación
de los recuerdos auténticos de legionarios que, además, son autores de las
ilustraciones.
VÁZQUEZ, José Andrés: Cuando volvió el prisionero
(Sevilla 1923. La Novela del día. 30 páginas. Ilustraciones de Martínez de
León).
En esta novela el
escritor sevillano aprovecha la guerra marroquí para desarrollas una historia de
fatalidad en un pueblo andaluz. Sin mucha originalidad, aprovecha como otros el
asunto bélico de ultramar.
MONTES VALENTÍN, S.: El sargento caradura
(Madrid 1928. La Novela Nueva nº 4. Tipografía Colón.59 páginas. Ilustraciones
de Santaballa).
El sargento
caradura es otra novela más de costumbres militares –Larache 1926, final de
la campaña-, posiblemente de recuerdos de un militar destinado en Marruecos. Y
aderezados por el inevitable amor de cristiano y mora.
Dibujo de Santaballa para El sargento caradura
LLUZA, Xulín de: Vencer o morir. Relatos de los
novios de la muerte (Oviedo 1970. La Nueva España. s.p.).
El seudónimo
encubre la personalidad de Julio Gómez, antiguo legionario que se dedicó a
escribir en bable o asturianu relatos y teatro costumbristas. En 1970 utilizó
el castellano para novelar brevemente el episodio del blocao de la muerte,
hecho conocido que marcó el inicio de la leyenda de los legionarios como
mártires de la patria.
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