viernes, 20 de septiembre de 2019

NOVELAS DE LA GUERRA DE IFNI-SAHARA (10): SIROCO de MARIANO VELASCO LIZCANO



VELASCO LIZCANO, Mariano: Siroco (Autoedición. S.l. s.a. 362 páginas).
   Quizás el autor debió buscar otro título porque ya existe una novela llamada Siroco y dedicada a la guerra en el Sahara español firmada por Fernández-Aceytuno. Dejando al margen este detalle, Velasco ha escrito una novela sencilla pero llena de sentimiento y de emoción. Es la quinta entrega de una novela río de saga familiar. Sentimientos escritos porque son hechos que conoce de primera mano, como reconoce en una entrevista: http://www.sidi-ifni.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1149&Itemid=1
Ya comentamos otra novela de esta serie: Morir en Marruecoshttp://novela-colonial-hispanoafricana.blogspot.com/2018/05/novelas-del-desastre-de-annual-21.html

   Comienza en tierras manchegas –el autor es de Alcázar de San Juan en Ciudad Real- en la posguerra. Los duros años de las privaciones, el contrabando, el maquis y la lucha por la superación de las consecuencias del conflicto. La oposición clandestina al franquismo de un joven estudiante que, atrapado por la policía, tiene que cumplir su servicio militar obligatorio en la guerra de Ifni.
   Y de ahí viene la relación de la novela con el África española. En la página 247 Venancio, el joven protagonista de este relato, llega a Sidi Ifni. El duro servicio militar, al principio casi como un arresto por sus antecedentes, después como uno más de los tiradores de Ifni acuartelados en una estancia que tenía poco sentido pero soportando, como decía uno de los personajes: El juego de la vida consiste en soportar con paciencia las cosas que no tienen remedio (página 260). El autor pasa deprisa sobre la vida cuartelera y los lugares de la ciudad. Son breves notas. Hubiera sido más interesante pararse en esos detalles que no tienen mucha literatura y que tendrían la curiosidad de mostrar un modo de vida perdido. Es verdad que cada vez hay más libros de testimonios sobre la mili en Ifni y Sahara, pero una exposición novelística de esta materia no resultaría mal. Pero es también cierto que hay pocas novelas bélicas españolas salvo las dedicadas a la Guerra Civil.

   Lo más trascedente del relato,  desde el punto de vista colonial, llega en la página 273 cuando el abrumado protagonista llega a Tiliuín. La referencia a esta posición podía haber sido lo más novedoso de la novela porque pocas veces se ha detallado la situación en las posiciones interiores atacadas en 1958, pero no se detiene mucho. Su intención es describir el estado de ánimo abatido del protagonista: el abandono, la soledad y el tedio. Acompaña una fotografía muy buena que aclara la descripción: Tiliuín parecía enclavado en mitad de la nada. Un recinto amurallado con torres defensivas intercaladas a lo largo de su perímetro y en sus esquinas, unas vastas planicies en su interior y los pocos edificios necesarios para el desarrollo de la vida militar y administrativa de la posición (página 273). Las posiciones trataban de ser el centro político y militar de una comarca, el lugar en donde nacerían las futuras poblaciones, siguiendo el modelo francés que se implantó en Marruecos mediante las intervenciones.
   A partir de aquí, la novela se convierte en un relato casi periodístico del comienzo de la guerra empezando por el intento de toma de Sidi Ifni por los rebeldes y, sin que el autor entre en muchos detalles, los ataques a las posiciones de Telata de Isbuía. Pero la emoción del relato vuelve a Tiliuín (ya asediado por las bandas rebeldes) en Venancio, el joven protagonista, atrapado y defendiéndose. Las escena de sitio y defensa tienen fuerza narrativa y verosimilitud. Pero también concisión. Era una situación interesante, con conflicto, emoción, acción y realismo. Tal vez debió aprovecharla más. Liberado el puesto, vuelve a describir acciones bélicas en Tenin y Tiugsá para acabar con las Navidades en Sidi Ifni y la paz.


2 comentarios:

  1. Le quedo muy agradecido por tan extensa y detallada reseña. Muchas gracias; es un honor.

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  2. Un placer. Sé que tengo otra novela suya pendiente de comentar.

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