GONZÁLEZ-RUANO, César:
Cita con el pasado (Editorial Éxito.
Barcelona 1954. 309 páginas; Editorial Cumbre. México 1955. 244 páginas;
Editorial Jackson. Buenos Aires 1955. 244 páginas).
Humillación (El poder relativo: Editorial Lara. Barcelona 1946. 189 páginas; Ediciones GP. Enciclopedia Pulga. Barcelona 1958. 64 páginas)
César
González-Ruano fue, ante todo, un periodista muy leído en su época. Escribía
periodismo literario más que de actualidad. Era una modalidad de periodismo muy
en boga en su tiempo, muy del gusto de los lectores en ese tiempo en el que la
lectura era el mayor ocio. Pero el artículo periodístico, como género
literario, es muy efímero. No es como la novela que perdura en libros que se
pueden leer años más tarde. González-Ruano no debía ser un trabajador
infatigable y la brevedad del artículo le iba bien. Pero le gustaba escribir, tenía éxito, ganaba
dinero con sus obras y también escribió novelas. Entre ellas una de argumento
marroquí: Cita con el pasado.
Debía ser un hombre
vanidoso, ególatra. Con algunos pasajes oscuros en su biografía que salieron a
la luz. Parece que traficaba con pasaportes para judías en la etapa en que
vivió en Paris, durante la ocupación nazi. Algunos sospechan de algo más grave,
pero sin pruebas contundentes. Esta novela está escrita en primera persona y
parece que el protagonista tiene mucho de él mismo. Hombre de convicciones
fascistas y muy franquista aunque, como muchos, evolucionaria con el tiempo.
A pesar de haber
tenido algunos admiradores importantes como Francisco Umbral, es un escritor
que hoy no interesa porque está pasado de moda y porque sus novelas no son de
una calidad extraordinaria. Lo mejor sigue siendo su obra periodística.
Escribía con un estilo muy retórico, con demasiadas frases contundentes más
infladas que profundas. Con una exageración de comas. No escribía mal, ni mucho
menos, pero con un estilo que se ha quedado más antiguo que el de otros
escritores de su generación. Muños Molina describe su estilo con indudable
desagrado por él: Leyendo los artículos de Ruano en los años treinta se
comprueba que el fascismo, entre otras cosas, era una intoxicación de mala
literatura, un desbordamiento de palabrería pseudosublime y pseudopoética que
entre nosotros tuvo como máximo fruto el misticismo falangista, las vaciedades
floridas de aquellos himnos que algunos de nosotros llegamos a cantar en la escuela
sin entender de ellos ni una sola palabra: los luceros, las montañas nevadas,
las rutas imperiales, etcétera. (Babelia. El País 11 de julio de 2014).
González-Ruano conocía Tánger y Marruecos. A
finales de 1933 y principios de 10934
hizo un curioso viaje por el Atlas
buscando pistas sobre posibles prisiones españoles de la época de Abd el
Krim. Era un rumor que circuló por España durante mucho tiempo. Le acompañó
como guía e intérprete Luis Antonio de Vega. Los dos periodistas se llevaban
bien y tenían una visión marroquí muy similar. En la novela de González-Ruano
se nota la huella de L. A. de Vega. Estas crónicas fueron publicadas en libro
en 1996. Además, quizás como consecuencia
directa de ese viaje, ya había publicado en 1935 una novela de ambiente
marroquí titulada Circe (Ediciones
Ibéricas/Bergua. Madrid 1935. 264 páginas + 2 hojas). Es una novela exotista,
escrita como cosmopolita. En el estilo personal, lleno de grandes párrafos de
solemne prosa y poco contenido que usa también en Cita con el pasado. No me
voy a detener en ella porque no tiene relación con el Protectorado español. José
Ramón González, de la Universidad de Valladolid, le dedicó un artículo:
Cita con el pasado tiene una larga
introducción en la que el protagonista, en un soliloquio excesivo, nos pone en
antecedentes de su vida sentimental. Llegamos a Tánger en la página 83. Aquí
aparecen los tópicos tangerinos y los personajes raros que, según algunos
novelistas, poblaban esa ciudad en la etapa internacional. Hay un crimen. Pero
hasta la narración del crimen es tediosa. Es una novela aburrida, llena de
reflexiones narcisistas del personaje que hacen un relato en bucle como una
espiral inacabable. Una de esas novelas en las que parece que el autor sueña
con ser el personaje. No hay intriga porque el autor extiende hasta la saciedad
los detalles sin importancia pero no concluye una historia verdadera. Una
novela, en fin, literariamente caducada, aburrida y creo que no satisfará ni a
los seguidores del periodista González-Ruano ya que, en definitiva, es un autor
que se recordará por sus crónicas periodísticas y no por sus novelas.
Ediciones argentina y mexicana
La novela tiene un antecedente en un relato breve titulado Humillación, publicado en una colección de relatos breves titulada El poder relativo ( ) y en 1958 en la Enciclopedia Pulga.
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