HERNÁNDEZ, Remée de: El
sultán azul o la Nueva política islamita (S.e. Imp. Murillo. Madrid 1935.
242 pàginas)
Remée de Hernández había vivido en la Argelia francesa y su conocimiento
del idioma galo le sirvió para traducir algunos libros. Se casó con el militar
Antonio Hernández, de quien tomó el apellido ya que su verdadero nombre era
Remée Meléndez Gallardo. Fueron padres de la conocida escritora, actriz y
profesora Josita Hernán. El matrimonio había publicado en 1926 una novela rara
titulada Lain Lah. Digo rara porque
es un tipo de literatura que no se daba en España, muy influenciada por autores
franceses de tipo colonial como Pierre Loti, recordado por Juan Pujol en un
elogioso prólogo, y quizás más aún por Ferdinad Duchêne cuya novela Thamila había tenido gran éxito en
Francia y se había traducido al español. Esa tradición de novelistas nacidos y
criados en las colonias se puede ver en la obra de Remée de Hernández porque, a
fin de cuentas, era una de ellos que, tras el matrimonio, escribió en español. Su
conocimiento de la sociedad árabe argelina la lleva a huir del orientalismo
fácil de los turistas y los viajeros ocasionales. Lain Lah es también un libro raro por lo cuidado de la tipografía y
las excelentes ilustraciones de Federico Ribas, autor también de la portada. Se
trata de una novela de aproximación poética a la mujer musulmana, una visión de
la feminidad árabe. Autora de un libro de poesías El pozo de los amores eternos. Poema oriental (1935).
El sultán azul también es otro
otro libro raro de contenido, original en su planteamiento. La autora, que
ejerció muchos años de periodista, elabora un relato a medio camino entra la
novela y el reportaje. Se coloca de protagonista. Inicia viajes por el sur
cerrado y fantasioso, y mezcla su aventura con referencias a la política del
momento; cosas que Luis Antonio de Vega pudo aprender de Hernández. Nueve años
después de Lain Lah, Hernández vuelve
a los mismos lugares: los misterios del harem, la opacidad de la ciudad árabe,
las costumbres inamovibles. Vuelve a la manera de narra un tanto orientalista,
poética, que trata de no dar muchas pistas de lo que sucede y va a suceder.
Pero esta segunda novela es más rica de argumento y de acciones.
Quiere mostrar una intriga influenciada por la aparición de los
movimientos nacionalistas árabes y los inicios de la lucha contra el
colonialista. En cierta manera es una advertencia. Escribe en el prólogo: España, no ya por ambiciones imperialistas
sino por instinto de conservación, debía vivir pendiente de lo que ocurre más
allá del Estrecho (página 7) y El
movimiento nacionalista se extiende como la pólvora y si bien su triunfo no
puede ser inmediato, el día en que el bloque logre desplomarse arrollará cuanto
halle a su paso. Veremos si entonces está España preparada para hacer frente a
los acontecimientos (página 8). Trata de divulgar la vida en el sur del Mediterráneo:
El dolor que me produce la indiferencia
con que aquí se considera cuanto se refiere al Islam se refleja en las páginas
que siguen (página 8). Aunque también es su propósito el costumbrismo
orientalista, el exotismo próximo: …he
tratado de reflejar fielmente la exquisitez de aquella vida muelle y señorial
(página 6). Siempre se trata de crear, en este tipo de novelas, un ambiente
misterioso y muy adjetivado que sirva para crear el contraste con Europa tan
próxima pero tan distinta. El ambiente es parte de la intriga pero se debe
controlar el exceso de escenario que implique falta de acción.
La protagonista sale de Argel de manera secreta, debe protegerse o
proteger a otra persona comprometida en movimientos independentistas. Debe ir a
Ifni donde el coronel Capaz está recién llegado para tomar posesión del
territorio para España. En el capítulo XI, página 72, la novela llega a Ifni y
se hace presente el coronel Capaz. La protagonista está bien elegida por la
autora: es mujer en un mundo de hombres, mitad árabe mitad europea, vive entre
Europa y el Magreb, trata de comprenderlo todo pero sabe que no es posible
porque habrá de tomar partido al final, aunque el recorrido sea largo. Las
indagaciones novelescas son, en realidad, cuestiones que se planteaba la
escritora que tenía algo de lo descrito y derramaba sus inquietudes, su falta
de certidumbres respecto a la vida colonial, a su futuro. Ante esa perspectiva
de cambio, Ifni no era nada sino unas tiendas de campañas plantadas en el
suelo. Quizás el inicio de algo que se estaba acabando.
El siguiente escenario es Madrid donde se desarrollan unas
conversaciones sobre política africana del momento. Éste es el verdadero
argumento de la novela, la intención de la autora de señalar las diferencias
entre franceses en Argelia y Marruecos y españoles en el Sáhara. Se vale de un
personaje misterioso que resulta ser hijo de Ma el Ainin y establece su visión
de la rebeldía de las tribus del sur, del momento de fuerza de Francia y de la
posición tibia de España: La
despreocupación con que asiste España a la evolución del pueblo musulmán, me
asusta, me atemoriza (p. 135), frase que encierra la tesis de la autora y
la motivación del relato.
Pero la visión de la autora va mucho más allá. Intenta enlazar lo que
pasaba en el Sahara con la política británica en Palestina, el wahabismo en
Arabia y el nacimiento de nuevas naciones. Y desemboca en un final fantasioso
dentro de un pronóstico político de lo que pudo llegar a pasar.
Se trata de una novela original, distinta de lo que se ha publicado en
España con esta temática y vigente en cuanto aporta un punto de vista
sugerente.
Me encanta su blog, estaba buscando información sobre el norte de África y es genial gracias, me suscribo.
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