miércoles, 7 de febrero de 2024

NOVELAS DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA (18): LA GUARDIA CIVIL. LOS ÚLTIMOS DE GUINEA de MIGUEL GILARANZ

 

GILARANZ, Miguel: La Guardia Civil. Los últimos de Guinea (Autor-Amazon. 2023. 538 páginas. Prólogo de José Narciso Núñez Calvo).

 

   Abordar una novela que tiene más de quinientas páginas es una dura tarea, las prefiero menos largas. Hay quien cree amortizar el precio por las horas de lectura; otros preferimos leer más cosas distintas en el mismo tiempo. En todo caso, que una novela sea larga o corta no es mérito ni demérito. Una novela tiene que tener las páginas justas para lo que cuenta. En el caso de esta novela, una vez comenzada, el número de páginas no es un problema porque la narración no cae en la reiteración, la nadedad o cualquiera de las cosas que aburren a un lector.



   Miguel Gilaranz es un novelista ya comentado en este blog por una aportación a la novelística africana colonial: Sahara, la última misión. Puede consultarse en: https://novela-colonial-hispanoafricana.blogspot.com/search/label/Gilaranz

Se traslada ahora a Guinea en una época convulsa, muy desconocida y apasionante. En 1968, tras la independencia de lo que fue colonia española, se sucedieron una serie de hechos muy graves que fueron ocultados a la opinión pública española. Primero, durante el franquismo, por ser declarados materia reservada. Después se sacaron a la luz algunos aspectos para acabar con la incipiente carrera política de García Trevijano durante la transición, con artículos publicados en diversos medios tras un dossier de Donato Ndongo. Más tarde se volvió a hablar un poco cuando Obiang derrocó a su tío Macías tras un golpe de estado en 1979. Aunque ya no sea materias reservada, quizás por la existencia de personas vivas protagonistas de los hechos, la documentación sobre el asunto sigue siendo de difícil acceso.

En aquel momento, el paso a la independencia parecía ser modélica. A pesar de vivir España en una dictadura sin elecciones, se propició la democracia en Guinea, se permitieron los partidos y las elecciones libres y se dejó actuar a los líderes guineanos contrarios a España. Da la impresión de que Franco quería solucionar el asunto cuanto antes y no ponerse a mal con la ONU. Sin embargo, con más conocimientos de los detalles, la transición a la independencia fue un desastre. Las luchas intestinas entre las familias franquistas llevaron a que en Guinea se enfrentaran los ministerios de Exteriores y Presidencia, con visiones políticas distintas y con candidatos opuestos. Con esto, se dejó ganar al peor candidato de todos, Francisco Macías, que pronto degeneró en una conducta psicopática y una acción política demencial que le llevó al enfrentamiento con España y a la tiranía. Quizás no fuera el único culpable, o fuera utilizado por otros, pero el resultado fue la quiebra de la convivencia, la economía y la sociedad guineana. Todo un desastre. Y sin que faltaran, como suele suceder en los cambios de poder, un par de pícaros con ánimo de llevarse su parte del botín manipulando personas y excitando ambiciones.

Lo que se ha venido ocultando ha sido la situación en la que quedaron los casi diez mil españoles que habitaban en Guinea, las penalidades que sufrieron, la pérdida de sus propiedades y la salida precipitada. Humillaciones, encierros y palizas. Y esto es lo que aborda Gilaranz en la novela La Guardia Civil. Los últimos de Guinea, cubriendo un hueco sobre esta materia no solo en la novela sino en la historiografía. Y lo hace con un estilo sencillo, sin demasiados adornos literarios y una técnica de thriller más que de novela histórica. Pero lo que cuenta es lo que pasó, con la lógica parte de ficción y la utilización de personajes que no existieron pero que le sirven para conducir la narración. Entre los personajes histórico, casi todos aparecen con sus nombres y apellidos y los que los tienen figurados son fáciles de reconocer.

La narración va mostrando minuciosamente el deterioro del clima de convivencia y cómo se transformó en una creciente hostilidad hacia los españoles. Esto no se ha contado casi nunca. Lo leímos en Guinea Macías, la ley del silencio (Barcelona 1977) de Ramón García Domínguez y parcialmente en los libros Guinea materia reservada (Madrid 1976) de Rafael Fernández y Malabo, ruptura con Guinea (Madrid 1977) de Luis Carrascosa. Los testigos presenciales que vivieron los hechos optaron por pasarlos por alto como Los últimos de Guinea (Madrid 2008) de José Menéndez, o escribieron memorias desmemoriadas como Memorias diplomáticas (Madrid 1999) de Juan Durán-Lóriga, o trataron de justificar su actuación como Antonio García Trevijano en Toda la verdad (Madrid 1977). Sólo Rafael Mendizábal entró al detalle en su obra Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969) (Madrid 2018), más político que social. También hay un documental de una media hora dirigido por José Antonio León. Faltan testimonios. Quizás los haya escritos esperando ver la luz. Tal ven haya informes detallados en los archivos estatales. La novela nos abre paso a la improvisación con que se hizo la independencia, la falta de preparación de los guineanos para administrar un país que, además se estaba quedando sin dinero, la ambición en la ocupación de la administración, la incapacidad para generar ingresos, la agresividad que mostraba el presidente Macías por la frustración en mantener un gobierno ordenado. Relata con veracidad los intentos de golpes de estado de Bonifacio Ondó y Atanasio Ndongo. Un desastre sociopolítico que afectaba a la vida ordinaria de los habitantes, africanos y europeos. Se aprende lo que era un clima de arbitrariedad en la aplicación de la ley, las detenciones sin causa, el exceso en el ejercicio del poder y la disposición sobre la vida de los ciudadanos ilusionados que creyeron en el proyecto. Todo eso pasó y se entiende en la novela.












            Gilaranz centra su relato en la actuación de la Guardia Civil como garante del orden y de la seguridad de los españoles, los que condujeron el repliegue de casi toda la población (es verdad que algunos españoles se quedaron) e hicieron posible que el desastre no acabara en un baño de sangre. Esa es la gran aventura de la salida de Guinea que se puede personalizar en el comandante Báguena. Fue el que en los momentos difíciles supo mantener el tipo y cumplir con su misión. No todos los españoles con cargos en el país cumplieron igual y con el mismo sentido del honor.

            La novela es un homenaje a este guardia civil, y a todos los que le acompañaron en esos meses. En cierta manera, unas memorias apócrifas. Quizás a la espera de que el coronel retirado nos legue las suyas, si es que ha pensado hacerlo. Estoy seguro de que su archivo personal (si existiera, que no lo sé), podría desentrañar muchas incógnitas.

            Especulaciones aparte, la novela de Gilaranz es una excelente muestra de novelas sobre colonias africanas (no hay muchas en español). Imprescindible.

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