CUADRO, José María:
Por su suerte (Dauro. Granada 2013. 563 páginas).
En esta novela vemos una novedad temática puesto que
empieza en Algeciras. La Conferencia de Algeciras de 1906 supuso, para este
autor, el inicio de la presencia española en Marruecos. Primero porque dio
licencia a Francia y España para intervenir en zonas con objeto de garantizar
la seguridad y segundo porque marcó el inicio de la minería que fue la más
importante actividad económica en el protectorado.
Cuadro conoce bien los detalles de lo que describe. Con
paciencia va incorporando personajes, unos históricos y otros de ficción como
es norma en este tipo de novelas, a los hechos y los paisajes. Salta del sur de
España a Marruecos con el fin de plantear la situación política real que
antecedió a la implantación del protectorado en 1912. Esos años que van desde
1909 a 1921, tan poco conocidos, llenos de detalles interesante y de situaciones
novelables.
Aunque en este tipo de novela siempre hay algo de
aventuras, Por su suerte es un relato político. Es una historia de las
complicadas relaciones existentes en Marruecos en esa época y su implicación en
la vida pública española. El autor muestra una buena actividad documentadora
previa y una especial habilidad para explicar con amenidad, y en tono
literario, lo que estaba pasando en el país. Cuadro cuenta la historia como si
fuera una novela y en ella se ve obligado a crear personajes ficticios con
caracteres creíbles. Con amenidad, pero con pocas concesiones al gusto
comercial. Por ello se ven pocos personajes femeninos cuando la política y la
milicia de la época eran masculinas. No hay pasiones desbocadas, ni espías
siniestras, ni mujeres adelantadas a su época construyendo un mundo mejor. En
ese aspecto, hay mucha normalidad: la que corresponde a la realidad.
Calle de Tánger
Los ejes de esta acción, engarzados por los personajes de
ficción que se mueven en el laberinto, son cuatro: la lucha entre Abd el Aziz y
su hermano Hafid por el trono, las rivalidades europeas, las andanzas de El
Roghi Bu Hamara en la parte oriental y las de Raisuni en la occidental. En tres
escenarios fundamentales: Tánger, Nador y Tetuán. En esos vericuetos, tan
escurridizos a la documentación, hay muchas posibilidades y otras tantas
hipótesis. A pesar de la fidelidad de Cuadro a la historia, los hechos son
susceptibles de interpretación.
La novela es muy sólida, una muestra de que la narrativa
sobre Marruecos ha mejorado mucho. El autor se mueve en terrenos que domina.
Nació en Alcazarquivir en una familia que residía en el Protectorado, vivió en
Tánger y Tetuán. Aunque es ingeniero, el relato no cae en los desajustes de
ritmo propio de un novato, ni en el abundamiento en descripciones superfluas.
En todo caso, este tipo de novela requiere, para apreciarla en todo su interés,
ciertos conocimientos sobre la geografía e historia marroquí. Es algo que quita
lectores, pero añade calidad.
El cuadro de Cuadro termina con una cuarta parte posterior
al Desastre de Annual que sirve para desarrollar algunas ideas sobre El Raisuni,
lo que fue y pudo haber sido el poder en la Zona y la precipitación de
acontecimientos previos a la pacificación. Final que aprovecha para rematar las
historias secundarias de los personajes ficticios.
Cuadro es también autor de una novela ambientada en el
Desastre de Annual, titulada Luna Mora, que se puede adquirir solo en
formato electrónico.
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