LOZANO, Antonio: Un largo
sueño en Tánger (Editorial Almuzara. Córdoba 2015. 172 páginas + 1 hoja).
Los escritores nacidos en Tánger, y que se marcharon, suelen sentir
una nostalgia remanente que es natural en los que tuvieron la suerte de vivir
en un lugar extraordinario por el hecho de ser una ciudad internacional. Pero
Antonio Lozano, que quizás también tenga esa nostalgia, también sabe que la
ciudad extraordinaria estaba sustentada en muchas trampas. De estos recuerdos
–reales o imaginados, ¡qué más da!- surge una novela intimista: Un largo sueño
en Tánger en la que el autor aprovecha el coma de la protagonista para que los
personajes que se desenvuelven a su alrededor en el hospital hablen y actúen
como si no les viera, ni escuchara nada. Pero la enferma escucha y lo narra en
un diálogo interior. Y así aprovecha para trazar una pintura de la sociedad de
los españoles en Tánger, con todas sus miserias y sus incapacidades que
sintetiza en un largo párrafo: Tienes lo que te mereces porque has preferido
seguir a su lado para no perder tu vida acomodada de señora con criada, campo
de golf, merienda en el salón de té Porte y playa privada. Porque has preferido
ocupar tu puesto en el hipócrita y mediocre clan de burgueses advenedizos que
sois los europeos de Tánger. Os creéis superiores porque os ha sido dad una
vida con la que ni podríais soñar en Europa. Si vivierais allí no tendríais ni
criada, ni clubes privados, y habríais de cargar vosotras mismas con el peso
del cesto de la compra. Os creéis superiores porque sois europeos y ellos son
marroquíes, y vivís con la estúpida convicción de que sois mil veces mejores
que ellos, que ellos deben estaros agradecidos porque le dais lustre a su país
con vuestra simple presencia. Os creéis gente de mucha clase pero no sois más
que una antigualla caduca, pura morralla residual de la peste colonial que ha
podrido la vida de este pueblo y de tantos otros. Si no fuera por lo dañino que
sois, daríais pena y risa (página 21). Este párrafo pronunciado por la hija
de la protagonista da entrada a lo que el autor va a mostrar que es,
fundamentalmente y en lo que se refiere a la vida colonial, una sociedad
clasista y racista donde los europeos se impusieron sobre los marroquíes. Era
la manera de llevar una buena vida. Y los marroquíes se sometieron: los
marroquíes teníamos parte de la culpa de la superioridad con que nos trataban
los europeos, tantos años después de la independencia. Que nuestra meta era
parecernos a ellos, que buscábamos en ellos un espejo en que mirarnos
(páginas 59-60). Y el despertar a una conciencia de igualdad, de poder
nacional, está en la base de este relato que se desenvuelve entre
conversaciones familiares. Insiste: Vivíais vosotros, españoles de Tánger,
europeos de Tánger, en una telaraña tejida con mentiras en la que ejercíais ora
de araña ora de insecto atrapado. Os apuntasteis por snobismo al ritual
tangerino, ayudados por el marroquí, a quien la sumisión y la necesidad habían
puesto a vuestros pies (página 62).
Las situaciones, familiar
y social, de la novela son tristes, a veces sórdidas, injustas. Isabel, la
protagonista postrada en la cama del hospital, es una mujer maltratada que
repasa su vida, sus errores, su mala suerte. Se da cuenta de que su existencia
estaba basada en cimientos falsos: su matrimonio fracasado y doloroso y una
sociedad artificial. De los dos planos –social y familiar- cae a la vez en una
reflexión larga y profunda. Odia al marido y comprueba que la vida colonial
acabada era solo un espejismo aunque la descolonización de las mentes es
infinitamente más lenta que la de los Estados (página 88).
Antonio Lozano
La esperanza que el autor
vislumbra la determina la verdad de las relaciones personales, más allá de
nacionalidades, raza so religiones. La verdadera amistad, cariño o amor que
está ajeno al corsé de las sociedades superpuestas. La protagonista lo
comprende escuchando cuando creen que no puede oír: no hay nada tan
aleccionador como escuchar a alguien que te cree ausente (página 162). Por
su carácter intimista, por la universalidad de los sentimientos humanos esta no
es una novela sólo para amantes de Tánger. Aunque, por las condiciones específicas
de la ciudad, solo podría escribirse sobre Tánger.
Tánger. Av. de España
No hay comentarios:
Publicar un comentario