FERNÁNDEZ-ACEYTUNO GAVARRÓN, Mariano: Siroco.
Recuerdos de un oficial de Tropas Nómadas (EME. Colección Adalid. Madrid
1992. 263 páginas + 1 hoja; Simancas Ediciones. Valladolid 1996. 292 páginas).
El general
Fernández-Aceytuno estuvo predestinado al africanismo. Como suele suceder con
los militares de estirpe, vivió parte de su infancia y juventud en el Sahara
(1934-1936) e Ifni (1940-1947), siguiendo el destino de su padre. Tras su paso
por la Academia Militar, sirvió en Regulares en Arcila en 1953/54 y de allí
pasó a Tropas Nómadas y la Policía
Territorial en el Sahara desde 1955 a 1965. Por lo tanto, le tocó vivir la
guerra de 1957-58. Y fruto de la experiencia es la novela que tratamos y una
notable publicación: Ifni y Sáhara. Una encrucijada en la historia de España
(Palencia 2001). También presidió una ponencia del Servicio Histórico Militar
dedicada al estudio del África Occidental Española.
La novela Siroco
tiene cierto paralelismo con Smara de Fernando Mata. Compañeros de armas
y coetáneos en el servicio saharaui. Es una novela que tiene mucho de
testimonio personal, de memorias. Tal vez se escriban algunos recuerdos en
forma de novela para cambiar los nombres de los personajes y jugar con la
cronología. Es posible que un buen conocedor de los hechos pueda extraer las
personalidades encriptadas en personajes y leer entre líneas las anécdotas y
los entresijos de las acciones políticas y militares. Como suele ocurrir en
este tipo de novelistas ocasiones, y no es un defecto sino una solución buscada
por el autor, el relato se adorna con muchas referencias históricas,
geográficas y etnográficas, apuntes de vida militar y acontecimientos
políticos.
La novela discurre en tres ámbitos distintos:
Uno, la vida de los saharauis cuyo territorio administraba España; dos, la de
los militares franceses de la región; y tres, la de los propios españoles que
eran casi todos militares. En la combinación de los tres elementos está la
intriga del libro. El autor, que conoce muy bien lo que pasó, va describiendo
los hechos sucedidos entre 1957 y 1958. La transición entre el colonialismo y
la independencia de Marruecos. La novela nos va descubriendo las maniobras de las
bandas promarroquíes internándose en territorio del Sahara Española, la
rivalidad franco-española, la división de los saharauis…. En fin, las intrigas
que estaban detrás de la guerra nunca declarada.
Estas novelas de
militares dan la impresión de ser novelas de “amigos y enemigos”. Entre los
españoles se respiran un ambiente de sana camaradería y una tendencia de la
acción casi exclusivamente a la situación en el territorio, con pocos elementos
íntimos de los personajes y muy pocos conflictos entre ellos. Lo importante es
el hecho en el que se desenvuelven, en este caso las incursiones de las bandas
armadas, la actitud de los pobladores del desierto y la guerra inevitable.
El autor es muy
detallista en la vida del militar en el desierto. La novela pierde así el ritmo
propio de una novela de aventuras militares, pero gana en cuanto a conocimiento
de cómo se vivía en los cuarteles y puestos, cómo era la relación con los
indígenas de tropa y cómo se desarrollaba el servicio. Quizás sea la parte
menos novelesca, pero es la más original y está bien contado. Y la mención a la
colaboración francesa en la guerra. Termina el libro con un episodio en Edchera
y una reflexión final en 1984.
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