viernes, 8 de junio de 2018

NOSTALGIAS COLONIALES (11): COSMOPOLITA de FEDERICO GARCÍA SANCHIZ


GARCÍA SANCHIZ, Federico: Cosmopolita. Novelerías de Francia, Cuba, Marruecos. Los Estados Unidos y el Japón (Biblioteca Nueva. Madrid 19??. 236 páginas + 1 hoja).
   García Sanchiz es un escritor que tuvo gran éxito de lectores en su época y que hoy está olvidado, salvo como curiosidad extravagante o como arqueología literaria para investigadores. Había nacido en Valencia en 1887 donde estudió hasta el tercer curso de Medicina. Después se trasladó a Madrid, acabó la carrera de Filosofía y Letras y empezó a colaborar en publicaciones como El Imparcial o Blanco y Negro. Vivió en París un año y a su regreso entró en la redacción de ABC. Viajó mucho y reflejó sus impresiones en libros y artículos. Se sumó al bando franquista en la Guerra Civil, colaborando en prensa y propaganda. Su único hijo falleció en la contienda, en el hundimiento del Baleares. Murió en Madrid en 1964.

   Aunque es autor de varias novelas y libros de viajes o crónicas, su fama se debe a su actividad de charlista, como él mismo se definía. Es decir, como autor de charlas en las que le público pagaba la entrada y que le dieron notable fama y buenos ingresos. Presumía de esta actividad. Al parecer tenía un verbo fácil, rotundo de imágenes, sonoro y una voz adecuada para llegar al público. Cuando ingresó en la Real Academia, su discurso versó sobre la charla y se puede leer en: http://www.rae.es/sites/default/files/Discurso_de_ingreso_Federico_Garcia_Sanchiz.pdf
Federico García Sanchiz
   Como escritor, García Sanchiz tenía el mismo estilo ampuloso de sus charlas. Un hombre barroco que llenaba las páginas de descripciones y de imágenes retóricas, quizás era lo apropiado para un público que desconocía cómo eran los países lejanos y las culturas extrañas. Un mundo aun no globalizado y en el que las revistas ilustradas suplían apenas la falta de referencias visuales. Un estilo un poco huero que pretendía la belleza de la palabra más que la de la historia. Argumentos débiles pero muy revirados. Adjetivos y metáforas. Agustín G. de Amezúa, que contestó su discurso de ingreso en la Academia, definía el estilo de García Sanchiz con estas frases: “La retina hecha palabra”, “flor de una hora”, “resplandor que ciega”, etc.

   El autor fue un gran viajero por el mundo. Como periodista recorrió países y continentes y sus impresiones las plasmaba en crónicas y libros, entre ellos Color (Madrid 1919) que estaba dedicado a Marruecos con capítulos para Tánger y Tetuán y de donde salió la idea de Noches de Tánger, una novela breve que incluyó en su libro Cosmopolita. Es un relato fantasioso, exotista y un poco aburrido. Lleno de largos  párrafos descriptivos y de personajes fantásticos o extraordinarios que, con su rareza, tratan de enriquecer una historia simple. Es verdad que en las colonias había un buen número de expatriados singulares,  pero no tanto como para que solo sus caracteres llenen una novela. Noches de Tánger es un cuento lleno de tópicos de viajero, de los que una persona absorbe en una semana de visita sin profundizar en más, de exotismo al uso. Y de una singular nostalgia que es la nostalgia por lo que no se ha vivido pero que hubiera gustado vivir. Sentimiento al que accedían los que llegaban a escenarios coloniales e intuían una forma distinta de vida que los atraía. Como resumen, un escrito de los que no quedarán en la historia de la literatura colonial.

Biografía de García Sanchiz escrita por el periodista Gómez Santos

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