TELLADO, Corín: Ayúdame tú. (Rollán. Madrid
1966. 128 páginas; Selecciones Rollán. Madrid 1972. 128 páginas; Barcelona 1977. Editorial Bruguera. Colección Corinto nº
571. 96 páginas).
Esta novela podía
haber tenido encaje en las entradas dedicadas a novela popular o novela
femenina, pero la personalidad de la escritora y su significado en la España de
los años sesenta y setenta del siglo XX, merecen una atención especial. La
autora nació en Asturias en 1927 y allí murió en 2009. Empezó a escribir en
1949 y es autora de más de cinco mil novelas. Se le puede aplicar el verso de
Lope de Vega: más de cien en horas veinticuatro. Traducida a treinta idiomas, es el escritor español más
leído después de Cervantes. Empezó a escribir por necesidad económica, pero ya
era una lectora voraz de novela y una persona con capacidad para crear
literatura. Su éxito fue tal, que además de novelas, se hicieron fotonovelas,
seriales radiofónicos y guiones cinematográficos basados en sus relatos. La
técnica narrativa es sencilla: libros de unas cien páginas, fáciles de leer, con mucho diálogo y párrafos cortos
para rellenar más hojas (cobraban por obra entregada) y llenas de acción.
Novelas para leer en una siesta, en los ratos muertos, sin complicaciones. Las
novelas románticas, de las que Tellado era la reina, estaban dirigidas al
público femenino y las del oeste, donde destacó marcial Lafuente Estefanía, al
lector masculino. Eran baratas y, además, se cambiaban en los kioskos (los
libros leídos por nuevos más una pequeña cantidad de dinero). Esto, y la falta
de otras distracciones, hicieron que el género fuera enormemente popular en
España y la América hispana.
Tellado sabe crear
los personajes y las situaciones con pocas líneas pero, por la abundancia de
producción, aunque el esquema era parecido, necesitaba darles originalidad
mediante paisajes, situaciones o personajes distintos. Por eso en 1966 decide
situar la acción de una de sus novelas en la Guinea Española, en algún lugar de
la selva de Río Muni, en una serrería. Un joven médico español acepta el
trabajo en la colonia con el objetivo de ahorrar dinero para luego establecerse
en Madrid. Tellado nunca estuvo en Guinea y sus referencias a la zona son
vagas, pero cae en algunos errores propios del desconocimiento del lugar.
Foto de Corín Tellado tomada de su página web
Corín Tellado era
una mujer de moral conservadora. Tenía la costumbre de colocar personajes
extranjeros para los que tenían dudosa moralidad, eran malos o tenía cierta
permisividad sexual. En esta novela el dueño de la serrería es extranjero, como
lo es la joven huérfana del médico anterior sobre la que se construye la
historia desde el punto de vista femenino. Con un médico joven y una huérfana
que aún no llega a los veinte años, ya pueden suponer como se va a desarrollar
la historia a pesar de los contratiempos y las dificultades impuestas por el
empresario amargado y duro.
Portada de Pitarch para la revista África de septiembre de 1929
Aunque la relación
entre ambos discurre por caminos castos y absurdos, el final –como era de
esperar- es feliz. El trasunto colonial es tratado con ligereza y las
apariciones de indígenas son descritas con la mentalidad colonial
habitual.
La novela es como
cualquier otra novela de la autora, sin especial relevancia. Una curiosidad en
la literatura colonial.
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